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AMFAv "DESPACHO" (JMS)



PIPPER SOLO SE PIERDE CON LAS MUJERES FUERA DEL ESCENARIO


   Pipper aún recuerda que una muchachita bilbaína, a lo Sabrina, con la lección del Kamsutra bien aprendida, se lo quiso llevar al huerto. Una breve referencia de la adolescente hacia la mujer del artista, hizo reaccionar a éste a tiempo. Ella, claro, se lió con otro de la compañía...


Con su mejor pareja artística, "La Maña"
EN EL ESCENARIO, A MÍ LAS MUJERES NI FU, NI FA

Publicado en Sant Andreu Expréss. Junio 1988

                         
                    Aparece Pipper en escena. Un pellizco al redondo posterior de la vedette Melissa y un gesto cómplice de Pipper al espectador, confiándole: Y encima, me pagan.

                    - ¿Es cierto que a los actores de «music-hall» os dejan fríos las señoras deslumbrantes que se pasean medio vestidas por los camerinos y escenarios?.

                - A mí, desde luego, ni fu ni fa. Ya pueden ponerse como quieran, que ni las miro. ¡Ah!, pero eso sí, subo al autobús, veo a una de esas minifalderas a lo Sabrina, y es que me pongo como una moto. Esa misma falda la lleva la vedette, y como si nada. Bueno, sí, alguna excepción sí hay. Yo tuve un arrebato hace quince años que por poco hago una locura. Imagínate, yo en Bilbao de gira y mi mujer en Barcelona. Empieza arrimándose un monumento de toma pan y moja que iba en la compañía, yo con cuarenta y tres años y ella con diecisiete, sabiéndose el Kamasutra de carrerilla y aún más... La suerte fue que en un momento crítico me dijo: Si no estuviese tu mujer.... Eso fué lo que me hizo reaccionar y parar en seco, porque ya estaba lanzado, iba ciego. Una de esas cosas que te pueden echar abajo toda una vida.

                - ¿Cómo acabó la historia?.

                - Para ella bien, porque al día siguiente se lió con otro de la compañía. A él sí que le hizo dejar a la mujer y a los tres hijos, y ahora por ahí van los dos. De buena me libré. Por cierto, maja, ¿qué haces esta noche?.

               Como mandan los viejos cánones del cómico de la legua, Pipper ha pasado todo el hambre del mundo haciendo bolos por provincias, pero hoy se cobra su deuda personal con las carreteras españolas, recorridas veintidós veces en todos sus meridianos. Conduciendo su bólido Turbo Injection se va al apartamento de Castelldefelds con piscina comunal pagado al estilo hormiguita, letra tras letra, riega sus plantas, toma un poco el sol y de nuevo a la autopista sintiéndose un Fittipaldi.

                Pertenece a esa generación a la que los cañones destrozaron los juguetes, aunque su pacto con el diablo funcione y nadie adivinaría que este año cumple los cincuenta y ocho. Venido de Burriana al barrio de la Barceloneta con un año, después al de Gracia, al Pueblo Nuevo, al Paralelo, y pronto a la Zona Franca, donde será un espectador privilegiado de los Juegos Olímpicos. Sólo unas escaleras separarán su portal del Estadio Olímpico.

            - En dos horas me he plantado hoy en Lérida, cuando he llegado a tardar hasta diez en aquellos trenes de madera que te dejaban los listones grabados por todo el cuerpo. Y eso no era lo peor. Después el empresario te esperaba en la estación para cargar a toda la compañía con sus maletas y paquetes en un camión que a lo mejor acababa de transportar cemento, y ¡hala!, botes y saltos hasta llegar al pueblo que fuera, lleno de polvo, sin poder casi arreglarte y directo al escenario.



Conrado Tortosa, "Pipper", en su camerino del Teatro Arnau
                                 
HACER EL AMOR                                           
 
 - ¿Qué más haces en tu día de fiesta semanal?.

- Ver fútbol por la tele, leer todos los periódicos, hacer el amor cuatro o cinco veces...

 - Vale. Si vamos a empezar con fantasmadas...

 - Al mes, mujer, al mes. Cómo eres, no dejas que termine de explicarme...


            No se puede seguir la trama con tranquilidad. Por increíble que parezca, en su camerino de 1,50 x 1 metro desfilan sin respiro Pepita la sastra, el maitre, un galán gallego al que llaman Toni Fontenla «El chulo de Pontevedra», la primera bailarina Shirley, el escenógrafo José Muñoz, Sergio el bailarín, cerrando por fin la puerta Nita, la guapa bailarina clásica que colgó el tutú hace treinta años para ser la «partenaire» de Pipper en la escena y en la vida. Sólo faltaría «La Maña», pero ya se la oye desde el escenario empezar el número de viuda presta a ser consolada, y Pipper da un brinco que lo lleva directamente al escenario desde su camerino de los Hermanos Marx.

            - «La Maña» y tú, vaya pareja.

            - Con cinco años ya hacía parodias cómicas con mi hermana en los merenderos de la Barceloneta. Así que mira si habré trabajado con actrices y vedettes en cincuenta y tres años de tablas. Por eso puedo decirlo como lo siento, ésta mujer es la mejor. Con ella no existe eso de la zancadilla para sobresalir uno del otro. Los dos vamos a que disfrute el público, ella me da chance a mí y yo a ella. ¿Improvisación? El cincuenta por ciento, aproximadamente.

               - Cantas, bailas, actúas. ¿Qué prefieres?.

            - A la vista está, mira, mira: ¡Thriller!, ¡Thriller!, ¡Thriller!. Michael Jackson me chifla, el tío, tengo todos sus vídeos. La pena es que ya no tengo edad, sino iría con esas chaquetas y cazadoras como él. A mí me gusta la música bien moderna. Observa, observa: ¡Thriller!, ¡Thriller!.
 

               La redactora de este periódico da fe de que Pipper -Conrado Tortosa en la vida cotidiana-, es un virtuoso que se marca unos difíciles pasos de baile con pirueta en el minúsculo camerino, y es bueno transmitir a sus admiradores que por muchas vicisitudes que pase, este artista no pierde su contagiosa alegría de vivir.


CENSURA

                  Volviendo a su profesión, le pregunto por sus locas experiencias con la jugosa censura, y como respuesta se arremanga el pantalón y me enseña una pierna.

              - ¿Ves esta maravilla?. En Logroño hacía un número de Jaimito con pantalón corto, y de todas las chicas de rechupete que iban en la revista sólo nos hicieron taparnos al cómico Diomni y a mí, se ve que excitábamos demasiado la lujuria. Estoy de bueno... ¿Nos hacemos una foto así bien apretujados?. No te preocupes si te echan de casa, te vienes aquí. ¿Por dónde íbamos?. ¡Ah, sí! Logroño. Ese era mi calvario personal, cada vez que íbamos nos caía un censor peor. Una vez nos pusieron uno para ir de gira con nosotros por la comarca. Era un seminarista que al final colgó los hábitos y se salió, y con nosotros acabó salido del todo. Al principio no nos dejaba vivir, hasta que un día me dice: Pipper, ¿y si me presentaras a la Isabelín?. Y yo loco por ver si me lo sacaba de encima se la presenté, y no sé que pasaría con la Isabelín de marras,  ni qué le haría la Isabelín, que desde aquel momento el payo fue como si no existiera. Se ve que lo puso fino la tal Isabelín.

 
NO ME IMPORTA DECIR QUE TENGO CARNET SOCIALISTA

                Seis de la tarde y la sala a tope. Las risas y los aplausos crujen las maderas, dándole la razón al cómico veterano que ya con diez años era un profesional de los Cau D'Art que proliferaron en los años cuarenta y cincuenta. Las veinte películas en las que ha intervenido, el Premio Nacional de Interpretación por un personaje dramático en Perros callejeros con José Aº de La Loma, ya evidencian que no es por casualidad el cómico que corean en el Teatro Arnau las gentes que vienen a Barcelona a divertirse.

En el camerino con su esposa Nita.
A punto para la función
                 - Pues así y todo, ni un duro en subvenciones. No me importa que se sepa que voto a los socialistas y que tengo carnet desde hace un año. No sé si esto es competencia de Madrid o de la Generalitat, pero la política que se sigue con nosotros es de pena, esto hay que decirlo. Vale que se ayude a los espectáculos que se llaman «cultos», pero ¿es que no es cultura que la gente se ría y olvide sus problemas?. Aquí vienen autocares enteros de turistas que van a ver la Catedral, la Sagrada Familia y después están puntuales como un reloj a vernos a nosotros. ¿Así que ésto no es cultura? Cultura no es sólo lo que deciden las autoridades, cultura es todo lo que gusta y le interesa al pueblo.



 CRISIS DEL TEATRO

                 La crisis del teatro, cualquier teatro, se fomenta con el silencio ante los errores y lo que no debe hacerse nunca es callar una evidencia, porque la gente va al teatro y admira a estos actores que, como Pipper, se dejan la piel sobre las tablas en cada aparición, pero se debe tener en cuenta que las risas y la juerga del público podrían alargarse a más de una visita, si los libretos se cuidaran un poco más.

                 En este momento, el novato que pisa el Arnau se reirá a muerte con el «sketch» del viajante y la maleta, porque Pipper es un profesional capaz de hacer cómica hasta lectura del Boletín Oficial del Estado y este texto está conseguidísimo. Pero si ese mismo espectador ha visto esa misma escena hace pocos años en El Molino y se la presentan como una novedad, no le hará ninguna gracia.

                    Pepe Buira, el empresario que tanto valor ha demostrado al arriesgarse a levantar de nuevo el histórico telón del Arnau, después el Eden Concert y ahora el Teatro Goya, debe seguir esforzándose para que además de mujeres bellas, bien vestidas y coreografiadas, los cómicos tengan libretos renovados para poder lucirse sin tener que repetir hasta el agotamiento de actores y público el mismo repertorio. Por nuestra parte estamos deseosos de poder reseñarlo desde estas mismas páginas.
 
                     Al levantarnos de las sillas esquivando las docenas de trajes que cuelgan sobre nuestras cabezas, Pipper agarra un cepillo y empieza a pasármelo por los cabellos. Hija , perdona, pero no quiero que salgas así de mi camerino, con esos pelos, vas a estropear mi reputación.
 
                  Hay que salir corriendo de aquí. Este es el hombre 10.


Ana Mª Ferrín

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