Continúa...
La duplicidad de sentimientos guardados por
la joven se entendería años después al leer los libros de memorias que
publicaron tanto ella como su padre. Por ejemplo, cuando en 2011 el actor de Dallas publicó
Hello Darlin' donde contaba que con su esposa la vida era, Paz, Amor, Alcohol,
Divertirse, Jugar. O sea, que según sus palabras todo consistía en pasarlo
bien en una sucesión interminable de Ji-Jí, Ja-Já. Con sus dos hijos por medio.
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El jacuzzi nudista con los amigos era una forma de vida de los Hagman.Vestida, la adolescente Kristina observa la escena. |
BEBER, REIR, DIVERTIRSE
Publicado en Gaudí y Más 25 de febrero de 2017
Las entrevistas concedidas por Kristina a raíz de la publicación de su
libro son estremecedoras. Porque ella se esfuerza en no culpar a sus padres del
calvario que significó para aquella adolescente agredida por el ambiente que le obligaron a vivir, de
Peace and Love al cuadrado. Fue la hija querida por dos
seres que hicieron del alcohol y la fiesta su razón de ser durante largos años.
Por eso, la vulnerabilidad como seña de identidad preside las palabras de
Kristina, el sufrir y a la vez comprender que los dos habían sido unos
irresponsables inconscientes, hace que se esmere al intentar descargarlos de
culpa. Pero transmitiendo con su lenguaje corporal que hoy sabe que las
agresiones vividas debían haber sido evitadas por ellos.
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Con motivo de la publicación de su libro, Kristina Hagman es entrevistada. Tras ella una imagen de su padre |
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Los libros de memorias de Larry Hagman y su hija Heidi Kristina |
Lo cuenta ahora, cuando ya sus progenitores no pueden
lamentarse de haberlo permitido. Su confesión demoledora de que una vez dejada atrás la inconsciencia de la inocencia, siendo ya una adolescente a menudo vivía encerrada en su habitación, porque: -En el hogar familiar no me sentía segura. Indefensión inquietante a la que no fue ajena la agresión sexual sufrida por la joven a manos de varios vecinos que aprovecharon su soledad sabiéndola desamparada. La dejación de los menores por parte de sus padres suele ser un signo de atracción irresistible para los pederastas, siempre atentos a detectar al menor vulnerable. Leyendo ambos libros de memorias, los lectores seguro que comprenderán perfectamente la realidad a qué se refería Larry Hagman en su disciplente respuesta a Josep Mª Subirachs (*).
Pero miren. No hay nada que merezca más castigo que privar a un niño de una vida sana por medio del cariño y una familia que debiera ser garante de su protección. Por eso no valen las excusas chistosas de ciertos padres "liberales" en sus usos, abusos y adicciones, cuando por medio hay criaturas desprotegidas, asustadas por ver amenazada su seguridad. Como deja claro en su libro la hija del malvado J. R., las experiencias de ese tipo vividas por menores provocan heridas emocionales en el adulto que raramente cicatrizan. Por años que pasen, que puedan sanar está por ver.
Resulta gravísimo que unos padres hagan dejación de sus funciones con los hijos. Casi siempre, en estos casos, el abuso de alcohol o de sustancias alucinógenas andan detrás, pues provocan la distorsión de la realidad.
ResponderEliminarUn saludo, Ana María.
Este caso es doblemente triste precisamente porque eran unos buenos padres en cuanto al trato cariñoso con sus hijos, pero vivían fuera de la realidad.
EliminarSaludos
Como diría mi abuelo materno: Dios protege al inocente y en este caso, protegió a esa chica de la irresposabilidad de sus padres.
ResponderEliminarSin embargo, ella aparentemente ha sabido perdonar.
Besos Ana
A tu abuelo no le faltaba razón. Aunque un día sufrió un episodio tremendo de abusos por un grupo de vecinos estando sola en casa, la agresión no llegó al final. Y teniendo en cuenta cómo fue su adolescencia, escapando a menudo de las manos de los invitados, fue un milagro que saliera indemne.
EliminarSaludos
Son heridas duras a cicatrizar por los años, es siempre una lástimas que los que parecen tenerlo todo no llegan a ser felices y se dejan arrastrar por los vicios.
ResponderEliminarUn feliz domingo.
Al parecer produce un trauma de inseguridad y miedo que persigue toda la vida del adulto. No se sana fácilmente de esa experiencia. Un beso.
EliminarNo era un ambiente demasiado adecuado para una niña ese plagado de alcohol y drogas, de abandono y soledad. Quién lo diría de esa figura pública que parecía tan responsable e icono del mundo americano.
ResponderEliminarUn beso
Como digo, a base de alcohol y otras cosillas se instalaron en una vida de Paz y Amor con la casa llena de gente, obviando que allí estaban sus hijos. De ahí que cuando al final de su vida Hagman fue consciente de lo que había pasado, no cesaba de pedir perdón.
EliminarAbrazos
Los niños y también los adolescentes necesitan amor, cuidados, límites...
ResponderEliminarMuy interesante, gracias por tu visita, me ha encantado venir a conocer tu blog.
Bienvenida y gracias por la visita.
EliminarSer padres no es cualquier cosa, conlleva responsabilidad. Y no todos los que se creen padres lo son.
Hola Ana Mª.. Paso por tu Blog a saludarte, me ha parecido muy interesante, y por supuesto espero ir descubriendolo poco a poco..
ResponderEliminarLo que cuentas en esta entrada, no lo conocía, pero es lamentable, para que comentar lo que ya se ha comentado, pero la vida para unos parece que es regalada y para otros un sacrificio..
Un abrazo..
Encantada de leerte.
EliminarNo suelo entrar en dramas. Pero si el leer estas líneas sirve para que alguien se plantee cosas, bien está.
Saludos.
Una gran pena estos casos.
ResponderEliminarLos niños deberían de tener felicidad y un ambiente agradable.
Un fuerte abrazo.
Si presencias un encuentro de adultos que sufrieron esa experiencia te das cuenta del potencial de la naturaleza, cuando consigue curar los males del pasado a través del amor a los propios hijos.
EliminarOtro para ti.
Un impresionante testimonio, Ana Mª.
ResponderEliminarNo me extraña que le haya dejado unas secuelas de por vida. Por lo menos ha sabido perdonar a su padres, y ha escrito el libro después de muertos.
Un abrazo bien grandote, querida amiga.
Es una historia que conmueve, porque aunque ellos la adoraban, hoy sabe que todo lo que pasó fue por culpa de la poca cabeza de sus padres. Aún así los perdonó y no quiso hacerles sufrir en su vejez publicando sus libros en vida de ellos. Un beso.
EliminarAna Mº, mil gracias por tu visita y comentario en mi blog Ha sido muy agradable, encontrarte ¡ gracias!
ResponderEliminarJ. R. Recuerdo la serie, la seguí por un tiempo... "era atrapadora" jajaja!!!
No sabía nada de la vida personal del humano, detrás del personaje
Muy interesante entrada
Besos y linda semana
PD
Me llevo tu enlace así puedo seguirte
Hola, gracias a ti. La verdad es que el tipo era una actor tremendo, daban ganas de hacerle tragar el sombrero por malo, malo.
EliminarLa sorpresa ha sido saber lo que tenía en la trastienda.
Feliz y fresquita semana.
Olá Ana.
ResponderEliminarEmbora um pouco atrasado, não poderia deixar de ler esta tua postagem "(2/2) EL AUTÉNTICO LARRY HAGMAN, "J. R." EN DALLAS".
Somente depois que li as duas partes deste teu trabalho foi que fiquei sabendo existência Kristina. Penso ler o livro de Kristina, e possivelmente também o livro de Larry.
As tantas dificuldades que Kristina passou com seu pai famoso e com sua mãe marcaram a vida da jovem, negativamente. Uma vida nada invejável.
Um ótimo domingo, querida amiga.
Era importante separar el texto en dos partes diferenciadas, porque a pesar de la fama del padre, tan protagonistas fueron él como la hija.
EliminarSaludos, Pedro.