Cuando finalizaba mi libro sobre Josep Mª Subirachs (*) y la fachada de La Pasión me acerqué a dar una vuelta por la Sagrada Familia, algo que hacía meses que no hacía. Al divisar el templo desde lejos, a medida que iba aproximándome se agudizaba mi sensación de verlo como si fuera la primera vez, advirtiendo dos características que nunca me había planteado: Que existían ciertos puntos de conexión entre las vidas de Antonio Gaudí, arquitecto de la basílica, y del escultor de la fachada de La Pasión, Josep Mª Subirachs. Y sobre todo, que esa portada era un auténtico desfile militar.
Publicado en Gaudí y Mas. Febrero 2011
Publicado en Gaudí y Más. 2 de junio de 2018
De la biografía de Josep Mª Subirachs extraemos que -igual que Gaudí-, el escultor fue criado por unos padres volcados en su cuidado, viviendo desde los 4 años una existencia política agitada en un país que iba experimentando todos los cambios posibles a través de monarquía-república-guerra-dictadura-monarquía, cruzando tres años devastadores con su buena ración de tragedias, bombardeos y miedo, época seguida por una posguerra de uniformes omnipresentes y temor.
Si Gaudí se las apañó para cumplir un ligero servicio militar administrativo de tres años, que le permitió estudiar sin ser destinado al frente en la última guerra carlista, Subirachs mejoró la experiencia librándose de la milicia por ser hijo de un hombre de edad avanzada. Y si el arquitecto decidió colocar a un soldado en la Fachada del Nacimiento, el escultor instaló a ¡Veinticinco!
Si Gaudí se las apañó para cumplir un ligero servicio militar administrativo de tres años, que le permitió estudiar sin ser destinado al frente en la última guerra carlista, Subirachs mejoró la experiencia librándose de la milicia por ser hijo de un hombre de edad avanzada. Y si el arquitecto decidió colocar a un soldado en la Fachada del Nacimiento, el escultor instaló a ¡Veinticinco!
De piedra en los muros y de bronce en las puertas, un batallón de soldados monta guardia en la fachada de La Pasión. Uniformados en clave gaudiniana con armaduras y cascos, Subirachs los provee de un vasto arsenal que abarca espadas, una lanza, porras, cañas, incluso un atado del brezo del tipo con que se flageló a Cristo.
Vistas de frente, 13 esculturas en piedra arenisca de La Floresta, Barcelona, se reparten a lo largo de tres niveles de la siguiente manera: En el nivel 1º se encuentran 3 en el grupo El Huerto de Getsemaní, otras 2 flanquean al Excce-Homo, y 1 guarda la escena incrustada en la pared mientras Pilato procede al Lavatorio de manos. En el nivel 2º los soldados son, 2 a la derecha de La Verónica, le sigue 1 a caballo, el soldado Longino clavando su lanza en el muro y sobre él, en el nivel 3º, 4 soldados forman el grupo de El juego de dados, donde tres figuras se juegan las vestiduras de Jesús sentados en la misma posición que El Pensador, de Rodin, siendo observados por un cuarto militar tallado en el muro tras ellos.
Formando un retablo vaciado en la puerta de la derecha, llamada De la Coronación, se muestran 3 de los soldados referidos en el texto evangélico de San Juan escrito en el mismo batiente. Debajo, en el centro, junto a los extremos interiores de las dos hojas el escultor diseñó el grabado frontal de 8 magníficos soldados, cuatro en cada una de ellas, dos sólo esbozados y dos completos, portando altas espadas verticales apoyadas en el suelo y sujetando las empuñaduras con las manos, sin contar la tropa acompañante iniciada con leves trazos.
Para finalizar esta suma faltará añadir 1 número más, si atendemos a la cabeza, o más bien el casco, que asoma entre las letras de las puertas centrales (y eso sin descartar que aparezcan otros camuflados entre los textos de la parte superior, poco accesibles a la vista), lo que arroja un limpio total de 25 militares en la fachada.
Para finalizar esta suma faltará añadir 1 número más, si atendemos a la cabeza, o más bien el casco, que asoma entre las letras de las puertas centrales (y eso sin descartar que aparezcan otros camuflados entre los textos de la parte superior, poco accesibles a la vista), lo que arroja un limpio total de 25 militares en la fachada.
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Puerta de la Coronación y detalle central del tenue grabado con 4 soldados |
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Puertas centrales fachada Pasión. (A.Mª.F.) |
Dos soldados con cascos de inspiración gaudiniana en el grupo La Verónica. Fachada de La Pasión. Templo de la Sagrada Familia. Barcelona. (A.Mª.F.) |
Por último añadiremos que pese a su rechazo a las armas, Antonio Gaudí tampoco se libró de empuñar una, viéndose en la situación de formar parte sobre 1920 del grupo armado del Somatén, en Riudoms, el pueblo de su padre que se disputa con Reus ser la cuna del arquitecto y al que tan unido estuvo siempre.
Y como anécdota definitiva hagámonos cómplices del destino, relatando el guiño que le deparó el día de su fatal accidente, cuando yacía en el suelo después de ser atropellado por un tranvía.
La única persona que lo recogió en brazos y obligó parar a un coche para llevarlo él mismo a la Casa de Socorro, fue Ramón Pérez Vázquez. Un joven de 25 años natural de A Pobra do Caramiñal, en A Coruña, recién llegado a Barcelona para incorporarse a su destino como miembro de la Guardia Civil.
Buen tema para una tesis.
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Ramón Pérez Vázquez, el Guardia Civil que auxilió al Gaudí accidentado |
Ana Mª Ferrin
(*) Libro El Tacto y la Caricia. Subirachs, de Ana Mª Ferrin.
Reseña y primer capítulo:
http://amf2010blog.blogspot.com/2011/05/el-tacto-y-la-caricia-subirachs-nuevo.html
(*) Libro El Tacto y la Caricia. Subirachs, de Ana Mª Ferrin.
Reseña y primer capítulo:
http://amf2010blog.blogspot.com/2011/05/el-tacto-y-la-caricia-subirachs-nuevo.html
Estupendo el blog, Ana María. Y estupendos artículos. Gracias por comunicarmelo. Lo engancho al mío. Te envío abrazos y éxito, desde Logroño
ResponderEliminarÉxitos para ti, poeta. Sabes que te sigo.
EliminarUn beso.
Es una maravilla la fachada de Subirachs y qué duda cabe que una tranquila observación te hará ver detalles que la primera mirada boquiabierta no es capaz de captar.
EliminarTengo pendiente otra visita a Barcelona para ver el templo,ahora enriquecido gracias a tus observaciones y al libro que estoy leyendo. El tuyo.
Un saludo, generosa amiga.
Saludos y gracias a ti.
EliminarEsa próxima visita seguro que te hará disfrutar mucho, Conchita.
Feliz semana.
No creo en las casualidades, si en las causalidades, Gaudí conocía mucho sobre esoterismo y misticismo...eso dicen.
ResponderEliminarToda su obra esta llena de símbolos mágicos.
El que quiera creer que crea.
Excelente entrada.
Besos.
Si nos atenemos a la media docena de textos de su puño y letra que se conservan y a los testimonios cercanos que se publicaron sobre él, de ocultismo y esoterismo, cero.
EliminarSin embargo sí sentía una profunda comunión con la naturaleza, una especie de misticismo rural que lo llevaba a amar cualquier ser vivo, hasta el punto de rectificar planos y proyectos con tal de no talar un pino centenario.
Besos a ti.
Uno de los grandes, maravillosas sus obras, todas.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Un abrazo.
Ambar
Su vida y sus obras nos reafirman en que uno tiene que seguir su camino ajeno al qué dirán. Te jaleen o no.
EliminarSólo así podemos ser nosotros mismos. Abrazos a ti.
Sempre aprendo um pouco mais contigo sobre Gaudí, Ana Maria.
ResponderEliminarExcelente postagem!
Um bom domingo.
Beijo
Gracias a los creadores la vida es más bella.
EliminarFíjate en Vinicius, cuantos buenos ratos. O en Ferreira Gullar del que leí "Una parte de mí pondera, la otra, delira" y pensé que había copiado mis pensamientos.
Petons a ti.
Me sorptende siempre tus posts, Gaudí simplemente era genial. Nos muestra sus ideas, que posiblemente no sepamos intrerpretar...Al menos yo.
ResponderEliminarBesos
A medida que investigaba el trabajo de Gaudí y más tarde el de Subirachs empecé a leer la Biblia libro a libro para poder interpretar y comentar el porqué de los símbolos. Descubrí una crónica magistral de las diversas épocas que contiene. Sin vergüenza ni pudor, ni cortes políticamente correctos. Apasionante
EliminarPara bien representar una obra hay que conocer bien al sujeto, esto bien lo hizo Gaudí.
ResponderEliminarCon tus publicaciones voy descubriendo los detalles, un buen domingo.
Como le comento a Manuel, tanto la fachada del Nacimiento como la de La Pasión son páginas de la Biblia. Antiguo y Nuevo testamento en estado puro.
EliminarBuena semana
Una mirada diferente a una gran obra en la que siempre descubrimos algo nuevo, sobre todo si llevamos a Ana como guía.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Cayetano. Los ojos de cada observador descubren detalles que otros no perciben.
EliminarPor eso es bueno compartir. Saludos
A eso se llama estudio, vocación, admiración y curiosidad por conocer a fondo la obra del arquitecto por un lado y la del escultor por el otro.
ResponderEliminarNo cabe duda de que los dos tenían una conexión, nos lo has explicado fenomenal.
Cariños.
Kasioles
Hola, Kas. Aunque no fue conocido ni divulgado, Gaudí estaba al día de las nuevas tendencias filosóficas y artísticas. Hoy sabemos de algunos contactos muy interesantes que tuvo. De ahí que el proyecto de la fachada de La Pasión rompa con todo el resto del templo de manera tan revolucionaria, que a nivel popular mucha gente ignore que era obra suya.
EliminarUn abrazo, guapa.
Tu entrada de hoy me ha hecho conocer con más detalle la fachada de la Sagrada Familia Ana María, para el próximo día que vaya por Barcelona, observaré con la máxima atención. Gracias por este regalo.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
Si hace años que no la visitas no dejes de entrar, el interior es mágico y excepto algunos detalles falleros, todo es suyo.
EliminarOtra cosa son algunas partes exteriores de las que hablaremos más adelante.
Abrazos a ti y a tu Espíritu.
Gracias a tus documentadas entradas, acabaré por ser un serio conocedor de la obra de Gaudí.
ResponderEliminarLo agradezco.
Besos.
Juan L., si no la conoces no dejes de acercarte por aquí cuando tengas ocasión. Es de esos lugares que no se olvidan. Piensa que a García Lorca le dio un vahido de emoción solo con traspasar la Fachada del Nacimiento, que era lo único construido.
EliminarSaludos.
Entonces, Ana María, es cuestión que sigas yendo a la Sagrada Familia más a menudo, para que descubras con tus ojos de escritora más situaciones llamativas, que para el resto de los mortales nos pasarían inadvertidas.
ResponderEliminarPues es cierto, tengo idea de volver un día de estos porque estoy interesada en los nuevos detalles con nuevos materiales. Ya contaré, amigo.
EliminarEsos soldados anónimos, representantes de la voluntad de un estado como el romano, centralizado e inmisericorde, son también protagonistas de la Pasión. Son los que deben de llevar a Cristo al suplicio y de ellos no sabemos nombres, salvo el que le atrevesó con la lanza, Longinos. De ahí el uso de esos cascos tan llamativos similares o iguales a las chimeneas de la Casa Milá, un homenaje a Gaudí, sin duda.
ResponderEliminarUn beso
Fíjate bien en los cascos y en las chimeneas Milá y seguro que sacas otra inspiración entre ambas fechas.
EliminarBszzss
Ge nial explicación.
ResponderEliminarQué maravilla!!.
Mil gracias por compartir.
Un beso.
Amalia, guapa, mil gracias por interesarte en estas letrillas.
EliminarBesos a ti.
Ana, estoy enganchada a tus crónicas y reportajes sobre Gaudí. Un genio al que me estás enseñando a conocer de una manera muy particular. Te lo agradezco mucho. Te envío abrazos para ti y el palentino.
ResponderEliminarMariPaz, este templo espera tu cámara y tu sensibilidad.
EliminarAchuchones mutuos.
Pois é, Ana, felizmente Josep Mª Subirachs ousou criar, ele enriqueceu mais ainda a Sagrada Familia de Gaudí, na fachada La Pasión. A arte do arquiteto Subirachs dexou beleza com o seu desfile militar.
ResponderEliminarMais um trabalho magnífico para esta postagem. Parabpens.
Um abraço.
Pedro
Hará unos veinte años, cuando el trabajo del escultor tenía muchos detractores, un importante crítico italiano de arte me dijo: "-Llegará un día en que esta fachada se valore tanto como la del Nacimiento". Entonces parecía un juicio arriesgado, pero tiempo al tiempo...
EliminarMaravilloso Gaudí y maravillosa su obra.Una entrada genial.Besicos
ResponderEliminarSolo con ver a todo tipo de visitantes parados ante el templo con el cuello hacia atrás intentando verlo entero...
EliminarBien sé cuántos detalles esconden los grandes templos, y este de Gaudí y Subirachs, porque de ambos es, no es excepción. Y para descubrirlos hace falta saber mirar (y algo más que mirar), lo que usted ha hecho como nadie. También lo sé bien.
ResponderEliminarSaludos.
Ignoro si existe algún templo tan grandioso como este, en el que un solo artista sea el autor completo de las más de cien esculturas y tres puertas monumentales de bronce de una fachada principal. De todos modos es algo épico.
EliminarCompartir es un gozo. Gracias por sus palabras.