18º
Fue el 31 de enero de 2020, cuando dos turistas chinos llegados a Roma dieron positivo por la enfermedad del coronavirus, siendo los primeros casos de la pandemia conocidos en Europa. A la semana siguiente, un italiano que regresaba a su país desde la ciudad china de Wuhan fue hospitalizado, confirmándose que era el tercer caso de Covid-19 descubierto en Italia.
Así de rápido empezaba una tragedia que iba a golpearnos de lleno, transformando nuestro continente y su forma confiada de vida en una larga comitiva de desaparecidos, empezando por Italia con 28.884 muertes, 47,8 % por cada 100.000 habitantes. Gran Bretaña, 28.446 m, 42,8, %. España, 25.264 m, 53,99 %. Francia, 24.895 m, 37,17 %.
Al cierre de la entrada, los Estados Unidos encabezaban la lista por su número de fallecidos: 76.537, si bien el porcentaje por cada 100.000 habitantes es de 20,72. En Rusia, su reticencia a la hora de dar a conocer las cifras de afectados hace que tengamos reseñadas, por ahora, 1.356 víctimas, con el 0,94 %. Situación similar por su vagedad a la de China, según la opinión de círculos tan renombrados como el American Enterprise Institute de Washington, donde apuntan a 136.000 las muertes ocurridas, en contraposición a las 30.000 admitidas por el Partido Comunista de China.
Asuntos de difícil validación que agotan a quienes se arriesgan a profundizar en el tema, oscura caverna abierta para que entre en ella quien tenga interés, ya que, como definió en fecha reciente el Presidente francés, Emmanuel Macron: - En China han pasado cosas que no conocemos (*).
En cuanto al conteo de muertes por cada 100.000 habitantes, ha sido sorpresivo. Las cifras han resultado devastadoras para pequeños países o de escasa población, todos con un alto número de visitantes. Muy por delante, la minúscula república de San Marino enclavada en Italia, con 41 muertos, 121,37 de porcentaje relativo por cada 100.000 h. Le siguen Bélgica con 7.844 m, 68,61 del mismo % y nuestra cercana Andorra, que ha sufrido 58 muertes, siendo el 43 % del mismo.
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Cúpula del Baptisterio y fragmento de los Tormentos del Infierno. Una visita inolvidable. (Brendan Williams)
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| Interior del Baptisterio de Florencia. (FrancoCósimoPanini) |
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| Puerta del Paraiso. Baptisterio de Florencia. |
ITALIA, ITALIA, COMO NOS PARECEMOS...
Publicado al completo en Gaudí y Más. 9 de mayo de 2020.
Texto siguiente publicado en Sant Andreu Express. Junio de 1986.
Valoro la espiritualidad. En cuanto a la mística, mi termostato se desconecta en el momento justo que mi interlocutor empieza a levitar. Quizá, porque a pesar de haber nacido en Madrid y crecido en Barcelona soy más bien de pueblo, cartesiana con los pies bien asentados en tierra.
Pero por una vez...
Una vez estuve a las puertas del Paraíso y hasta llegué a traspasarlas. Fue en Florencia, donde ya con los ojos sin piel por tanta belleza –desde Venecia en zig-zag-, llevábamos dos días disfrutando su arte.
Creía que mi interés por las puertas renacentistas había tocado techo en el Duomo de Milán, pero no fue así, nos esperaba una experiencia única. Unos días atrás, mientras visitaba las del Vaticano, en su Piazza San Pietro asistí a una pelea dialéctica de corte surrealista entre empleados de los módulos postales.
Con mis compañeros turistas presenciamos incrédulos y divertidos aquel desmadre representado por un grupo de funcionarios, hombres y mujeres que se dirían modelos de Armani, que duró unos veinte minutos. Poco después, la generosa cara mediterránea. Dos jóvenes cruzaron la ciudad con nosotros para indicarnos una dirección sin consentir que volviéramos a llevarlos a su barrio, ni recibir dinero para un taxi. Pero, de nuevo, lo mejor estaba por llegar...
... Y LLEGAMOS AL BAPTISTERIO DE FLORENCIA.
El
Baptisterio de San Giovanni, rechoncho y gracioso con sus piedras dominó y sus tres conjuntos de puertas de bronce, podía
aquel día ser visitado. Recogido e íntimo, el monumento octogonal abrió sus puertas respondiendo a nuestro leve empujón. Los mosaicos de su cúpula, una joya con mil destellos. El interior y su firmamento atesoraban infinidad de imágenes, realizadas con la elegante
perfección que los grandes mecenas dejaron en herencia a la Humanidad.
Ocho segmentos triangulares explican la historia del Cristianismo y su Génesis en seis apartados, del que en el último, a la izquierda del majestuoso Cristo del Juicio Final, puede apreciarse la que está considerada una de las más explícitas muestras de los horrores del infierno. En ella los condenados padecen toda suerte de martirios, desde sus cabezas masticadas al desmembramiento de los cuerpos a manos y dientes de monstruos y alimañas.
Ocho segmentos triangulares explican la historia del Cristianismo y su Génesis en seis apartados, del que en el último, a la izquierda del majestuoso Cristo del Juicio Final, puede apreciarse la que está considerada una de las más explícitas muestras de los horrores del infierno. En ella los condenados padecen toda suerte de martirios, desde sus cabezas masticadas al desmembramiento de los cuerpos a manos y dientes de monstruos y alimañas.
En contraposición y colmándolo todo, al tiempo que entrábamos se
elevó dulcísimo un Ave María tocado desde un órgano mínimo situado junto a la pila bautismal. No exagero un punto si digo que me quedé clavada en el umbral y a
punto estuve de sufrir el sindrome de Stendahl. Por
los dos primeros sentidos, la Belleza entraba en mí dejándome saborear la eternidad.
¿Qué
dura la composición de Schubert? ¿Tres minutos? O trescientos años, como el canto que un pajarillo provocó en San Virila, el abad del monasterio navarro de Leyre que lo condujo a una transposición de la realidad sensible, fuera de límite (**).
Tampoco yo podría decir el tiempo que se alargó aquel éxtasis del que me sacó, incorporando su menuda figura, el sacerdote músico que ya rondaba la cuarta edad y se disponía a pasar un cestito ante los visitantes.
Los nórdicos y anglosajones pusieron un gesto hostil ante la aparición de la colecta. Pero no el grupo sureño.
Nosotros sabíamos que las menguadas necesidades de aquella sotana remendada no
iban a desbordarse por nuestra contribución.
Llegados desde la otra orilla de una misma
cultura, nosotros, amigos, comprendíamos.
Ana Mª Ferrin
(*) https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/17/5e995b3921efa095458b45d3.html
(**) https://textosgilldeberg.wordpress.com/2016/01/11/el-monje-y-el-pajaro-leyenda-de-san-virila/
Cifras, sin duda.
ResponderEliminarLa realidad la marca el día a día, instante a instante.
Lo que sigue hay que entenderlo... Otra forma de exponerlo no conozco.
A quienes no les afectan las "cifras", números, ven salir el sol cada mañana y ocultarse tras cada anochecer. Entre medias, sus vidas... Y si alargan algo más su mirar, el entorno que les rodea.
Son conscientes de todo!
Abrazos Ana Mª.
Esta situación tiene un pronóstico de largo recorrido por lo difícil y desconocida. Intentar controlar todo lo que pasa y pasará es la única opción de éxito.
EliminarA ver qué tal.
La peste del siglo XXI, como la que en el siglo XIV diezmó a Europa, cebándose también en Italia.
ResponderEliminarUn saludo.
A ver qué sorpresas nos traen estas semanas, de las que sean y cómo se gestionen dependerán muchas cosas.
EliminarSaludos, Cayetano.
Para que podamos entender de una vez, lo frágiles que somos y lo poco que puede durar una vida.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que estos dos meses de inacción habrán servido para que se cuestionen muchas decisiones pasadas. Y también futuras.
EliminarSaludos, JL.
El baile de cifras no solo de China, sino de todos los países afectados Ana. Estos políticos quieren salir lo menos golpeados posibles, esperanzados en que creeremos sus mentiras.
ResponderEliminarY lo peor: Hay todavía quienes creen que no les llegará... La mezquindad humana es como su estupidez... infinita
Besos
Desde luego, muchas más que China. Y tienes razón en cuanto a las actitudes políticas de ciertos tipos.
EliminarQue también sirven para aquilatar hasta dónde son capaces de intentar arrastrarnos hacia lo accesorio y banal, para distraernos y hacernos desviar la vista de lo fundamental.
¿Lo conseguirán?...
Parece surrealista que "algo" microscópico pueda acabar con la vida de tantas personas en tan poco tiempo...El "todopoderoso" ser humano sucumbe ante un "bicho" que no podemos ver, esto nos tendría que hacer reflexionar.Besicos
ResponderEliminarSí es una buena reflexión...
EliminarPor eso es tan importante darse un paseo tranquilo observando la naturaleza, su armonía y equilibrio. Para olvidarnos y quitarle toda la importancia que insisten en que le demos, a si han inventado un robot para que nos sustituya en la atención a nuestros padres e hijos, o si hay un juguete llamado Pepa con el que podemos tener las conversaciones que ya no tenemos en familia o en un bar.
Charo, ni caso. Como decía mi abuela: Nene, caca.
Tanto se ha dicho de esta maldita pandemia, que después de un minucioso análisis sigues sin comprender casi nada o más bien nada. El problema que hemos tenido aquí en España y seguimos teniendo es la incompetencia de unos gobernantes que piensan que la población es tonta, aunque yo muchas veces me pregunto si en el fondo puede que lleven razón. Hoy he conocido la famosa lista de los expertos y entre otras muchas cosas se entienden algunas más.
ResponderEliminarNo nos parecemos a los italianos amiga Ana creo, somos mucho peores que ellos.
En definitiva tenemos lo que merecemos.
Un fuerte abrazo y te deseo un bue fin de semana y sobre todo cuidaros que esto no acaba aún.
Pues mira, Juan. Yo sí creo que nuestra gente ha demostrado tener infinitamente más sentido que muchos de nuestros principales gobernantes, esos que han resultado ser un bluff.
EliminarTú eres un afortunado que tienes a mano el contacto con lo real.
Un afectuoso saludo y cuídate.
Yo me quedo, Ana María, con ese momento de éxtasis que disfrutaste con la belleza de la música y la impresionante escena del Juicio final. Contraste de estímulos.
ResponderEliminarY me recuerda cuando mi marido y yo casi levitamos oyendo en la Mezquita de Córdoba unos celestiales cantos gregorianos.
Y, permíteme la broma. Y eso que marido era de una talla potente en la que la levitación no era sencilla.
Un saludo
No tengo duda de que vivimos dos experiencias parejas.
EliminarY tampoco la tengo de que tu marido fuese capaz de levitar por la mezcla de emociones.
Qué sería de la vida sin humor, Conchi. Y más en según que situaciones, como la que llevamos entre manos.
Italia y Portugal son parte de nosotros mismos. Compartimos cultura, tradiciones y, aunque no es el mismo mar, sí sentimos más o menos idéntica temperatura. Lo que pasa en Portugal al final lo experimentamos en España e ídem en Italia, o al revés. Nos unen lazos invisibles, es cierto.
ResponderEliminarUn beso
Si, y de eso te das cuenta cuando empiezas a viajar y salir de tus márgenes. Un día te das cuenta de que podrías vivir en ese otro lugar y a mí sólo me ha pasado en Italia. Hay un vínculo cultural muy fuerte y ellos también sienten lo mismo. Besos.
EliminarBella Italia de la que guardo un gran recuerdo.
ResponderEliminarYo creo que nos parecemos.
Ya imagino ese dulcísimo Ave María...
Un beso.
Estamos de acuerdo, Amalia. Si piensas en una situación así, la comprendes perfectamente. Otro para ti.
EliminarLeo varios de sus últimos artículos, y no puedo dejar de considerar al leer el de los cartelillos la solidaridad, en España, de la mayoría de la gente, aunque haya habido casos despreciables. Y ello comparándolo con ciertas imágenes de peleas, emparedamiento de puertas y cosas parecidas vistas en China, con las reservas que la posible selección de imágenes ofrecidas por la televisión con apariencia de habitual de lo que pudiera haber sido excepción.
ResponderEliminarY si Italia y España hemos ido de la mano en esta pandemia, no es la primera vez. El mediterráneo de antiguo ha sido víctima, por su gran relación comercial, de otras grandes pandemias. La gran peste negra del siglo XIV, que vino de donde ha venido esta, llegó a Italia, azotando la Florencia de la que nos habla hoy, en la que Boccaccio vio morir a su padre, y le inspiró su gran obra; y luego llegó a España, como ahora ésta y se extendió por el resto de Europa. Ojalá sea la última vez.
Saludos.
Una ojeada hacia atrás a la Historia nos hace ver lo poco que se le hace caso. Dice usted bien con sólo esos dos apuntes. Primero, lo mucho que nos ha traído el Mediterráneo en cuanto a cultura. Y después, la imparable potencia combativa de la Naturaleza, que es capaz de aniquilar a ejércitos enteros llenos de batallones de bombarderos, bases lunares, tanques, portaviones, sólo agitando un arma tan minúscula que necesita de un microscopio electrónico para verse.
EliminarQué cura de humildad para quien quiera entenderlo. Saludos, DLT.
Olá, Ana, o que estamos vivendo é o inferno de dúvidas, medo, hospitais cheios. Como veio e como se alastrou pelo mundo esse vírus todos já sabem, o pior é o que dá a pensar, qual será o corona 20? Não gosto de pensar nisso, mas já se falou nisso...Atualmente as especulações não param, a cada dia novas notícias e os números subindo, mas especulações para o futuro são surreais, ou nem tanto.
ResponderEliminarBeijo.
Estoy tan preocupada como usted, Tais.
EliminarNo veo que vayamos como deberíamos, a estas alturas.
Y no vale decir que es algo contra lo que no se puede luchar, porque hay países que han sabido hacerlo bien desde el principio.
Yo no voy a olvidar a los que en mi tierra, con todo el dinero y el poder en sus manos, aún hoy, 13 de mayo de 2020, cuando se les hace una pregunta en el Congreso o en los Parlamentos autonómicos, en vez de responder como es su obligación, empiezan a insultar a sus compañeros diputados. Ya podemos imaginar como deben funcionar cuando no tienen las cámaras y los testigos delante. Beijos pra você
Tremendo número de muertos en todos los países y los que no hayan comunicado, el baile de cifras es constante por intereses de toda índole.
ResponderEliminarSomos personas, cada uno con su vida su familia, su casa, trabajo etc, personas que se han apagado en la mas absoluta soledad, sin un adios.
En fin Ana Mª, nos ha tocado vivir una experiencia a nuestra generación que marcará el resto de nuestras vidas.
Me gustan las fotos de Florencia, que bonitos recuerdos muy recientes de esa ciudad, tan solo hace unos meses pudimos disfrutar y pasear por sus calles, sus estatuas, sus monumentos.
Saludos.
La realidad es tan negra que esa es mi intención. Tratar de intercalar algo de bonhomía entre tanta tristeza, pensando que a pesar de todo, la vida debe seguir adelante.
EliminarSaludos. J.Aº.
Las cifras reales de fallecidos en algunos países no se las cree casi nadie, a saber quién está siendo transparente en los datos. Preciosas imágenes de Florencia la cual tengo en gusto de haber visitado. Gracias.
ResponderEliminarAbrazos.
De eso estoy segura desde el principio. A ese mandatario que a los latinos nos pone continuamente como ejemplo de desastre, ya se le está viendo la patita. Y desgraciadamente, porque aunque él vaya de sobrado y de number 1, quien haya viajado a su país, que tantas cosas buenas tiene, habrá conocido la increible realidad sanitaria que padece, algo que nadie se merece en este siglo XXI.
EliminarGracias a ti por la visita.
Muy triste y por desgracia no dejaran de subir. Pero creo que esto tiene que pasar factura a alguien por la inacción que ha habido.
ResponderEliminarSí,Italia Italia que buenos recuerdos de ella. Solo conocemos Florencia, Pisa y Pontedera,es donde se encuentra el Museo Piaggio.
Florencisa es una maravilla del arte por todos los rincones. Al Duomo no subimos había unas colas klométricas. Nos dejó ganas de volver y lo teníamos previsto para este año, pero no están los cosas para viajar.
https://asimegustaelmundo.blogspot.com/2016/08/santa-maria-del-fiore-el-duomo-florencia.html?m=0
Buen fin de semana.
Cuídate.
Un abrazo.
Vamos a imaginar que salimos de esta y acabamos haciendo el viaje.
EliminarEl próximo año lo dirá.
Os deseo lo mejor a toda la familia, Laura.
De repente nos cambió la vida sin apenas darnos cuenta.
ResponderEliminarEl drama nos ha golpeado con fuerza y es imposible saber el número de víctimas que ha causado esta horrible pandemia y que no cesa.
Tardaremos en volver a la normalidad, si es que volvemos...
Nos creíamos los reyes del mambo y nos hemos dado cuenta de nuestra propia vulnerabilidad.
Besos.
Lo de los reyes del mambo es verdad.
EliminarVamos a seguir pensando que lo somos y que venceremos, MariPaz.
No queda otra. Besos y cuídate.
Me quedo con la segunda parte de tu entrada, aunque de la primera me gustaría decir, que nunca me he creído las cifras de muertos en China, igual que tampoco le doy veracidad a la cifra de un país, con una sociedad avanzada, como es Alemania, ya que según mi hijo que vive allí desde años, se están tomando parámetros muy diferentes al resto de Europa para contabilizar a los fallecidos.
ResponderEliminarY por último, a ese más de un millón de irresponsables que han sido denunciado, arrestado y amonestados, a esos, son los primeros que había que pedirles responsabilidades del daño que han podido hacer. Ya que se conocen sus nombres, y no se quede todo en una simple multa.
Un fuerte abrazo.
Y eso que sólo son los de Madrid. Cuando se añadan todos los del país, con sus multas se podría acabar la crisis.
EliminarGracias a que el resto de ciudadanos ha cumplido como debía, pero esa noticia nunca la veremos en las portadas.
Ahora a cuidarnos.
Depois de dois meses em casa, comecei a trabalhar com os devidos procedimentos. Tive alguns privilégios, pois podia fazer as caminhadas diárias.
ResponderEliminarCuide-se.
Saúde.
Bjs
Hay quienes han salido reforzados después del confinamiento.
EliminarVeo que es su caso y le felicito por ese caminar que le debe haber sabido a gloria. Gracias por la visita.