PAUL NASCHY, FRANCIA Y ANTONIO GAUDÍ.

 

                              Resulta imperdonable que a Paul Naschy (1934-2009), mítico creador del género de terror e ídolo de Quentin Tarantino, la idea de fundir en un mismo plano a la Sagrada Familia con un murciélago jamás le hubiera pasado antes por la mente. Eso a pesar de ser la iglesia construida por Antonio Gaudí uno de sus territorios favoritos en los años universitarios que pasó en Barcelona, la ciudad donde estudió Arquitectura.


                              Y sí. Así sucedió en aquel nocturno de 2003, tarde que fue pasando a noche durante la entrevista que me concedió mientras paseábamos junto al templo cuando ya oscurecido se dispararon de repente los focos que lo rodeaban, provocando la huida de un puñado de murciélagos salidos desde los innumerables recovecos que perforan las torres. 

   Ni buscándolo a propósito habría podido encontrar mejor entendido que mi interlocutor, gracias al cual pude enterarme de que esos inquilinos de nuestras torres, con unos 20 cms. de envergadura entre alas y un cuerpecillo de 5 cms, pertenecían a la especie pipistrellus pygmaeus.      

   La situación se enriqueció con los topetazos de varios vampirillos contra las farolas, cegados por su luz y las de los automóviles que por entonces aun circulaban libres, rodeando las cuatro calles envolventes del templo. Anécdota que ya se convertiría en mítica al chocarse contra el hombro de Naschy uno de los pequeños vampiros.  

   Lo que es la vida. Había tenido que volver cuarenta años después a la ciudad de su juventud, para que a él, a Jacinto Molina, Paul Naschy para la pantalla en más de 180 películas y series de televisión, al legendario Hombre Lobo, Quasimodo, Frankestein, Drácula, al monstruo cinematográfico por excelencia, le cayera un draculín muerto en el hombro.

    -¡Pobre animal! –exclamó Naschy compungido, con una mezcla de humor y pesar-. Habrá sido la impresión de tener tan cerca a un colega ilustre...



Paul Naschy ante la Sda. Familia. 2003 
Primer encuentro. (A.Mª.F.)



... y cegado por los faros, el murciélago se abalanzó hasta
 el hombro de Paul Naschy...





Fotograma y cartel del film de Paul Naschy,
El gran amor del Conde Drácula.



NASCHY, SIEMPRE HISTORIA