En esta segunda entrega de comercios
preferidos,
otros protagonistas nos muestran su negocio.
Cuento para empezar, que me disponía a entrar en la centenaria Pastelería La Colmena después de haber fotografiado la placa honoraria de la acera, cuando una señora guapa de cabellos casi blancos me alargó unas hojas enrolladas y ceñidas por un hilo azul. Según dijo, eran un poema que me entregaba, A la voluntad.
Me pareció excepcional que en estos tiempos
una poeta pudiera sacarle beneficio a sus versos, así que contribuí a la salud lírica con una moneda. Deslicé la atadura y estiré los papeles, viendo
que en el primero, impreso con tinta morada habían escrito sin firma un largo poemario
que empezaba así:
Con tu corazón de chocolate
como abeja en colmena adocenada,
eres el helado de vainilla,
que sales de la colmena
cubierto de nata y miel.
Eres el chocolate relleno de
nueces y avellanas,
la combinación perfecta.
Tú me amas.
Aquí estoy,
sintiendo que
me sientes…
En ese tiempo y lugar sus líneas eran puro simbolismo. Levantar la mirada del escrito y ver cómo se hermanaban con el rótulo de la pastelería, con su panal, con sus abejas…
Josep Mª Roig acompañado de su esposa, sus hijos y su nuera, en el mostradpor de La Colmena. (AMªF) |