El jurado del Premio
Planeta recibió para su lectura una novela en la que se hablaba de la reina
Cleopatra y todos levantaron una ceja. Vieron en la firma el seudónimo de
«Isabel Congoja» y las personalidades que componían dicho jurado no tuvieron
por menos que sonreír. Todos imaginaron que el autor era este iconoclasta
ecléctico y cachondo mental que conoce las antiguas civilizaciones como pocos
literatos, pero no desdeña una tertulia sobre la tonadilla o el Renacimiento,
la ópera o la lucha libre, discutiendo con igual desparpajo de jardinería,
teatro, cine o pintura.
Terenci Moix en la entrevista con Ana Mª Ferrin |
CONFIESA QUE NO VOLVERÁ A TENER UNA
RELACIÓN SENTIMENTAL