Hoy 31 de julio, recibí a primera hora una llamada comunicándome el fallecimiento del arquitecto e historiador Joan Bassegoda Nonell y desde ese momento los recuerdos no han dejado de llegarme en barrena, infinitos. Siento que por encontrarme muy lejos no podré asistir a su entierro.
Lo primero, decir que hasta este momento nunca había sido consciente de que he sido una privilegiada por haber conocido, entrevistado y tratado a buena parte de la generación irrepetible que consiguió retomar el legado de Antonio Gaudí, enderezarlo y traerlo hasta nuestros días. Y sobre todo, que para hacer un pequeño homenaje a Joan Bassegoda será imprescindible meter en un arcón todos sus títulos académicos, los premios, los reconocimientos internacionales, su importantísima labor docente, constructora y restauradora de nuestro Patrimonio, así como su dirección de la Cátedra Gaudí a lo largo de 32 años y echarle siete llaves a todo ello. Sólo así podré escribir del hombre con libertad, sin la presión del personaje.