Foto cabecera

Sant Quentin S-S - copia "SAN QUINTIN sur Sioule" Auvernia, Francia. Lugar de los antepasados de Antonio Gaudí.



EL HOMBRE BAJO EL SOMBRERO. ADIÓS A ROGER SUBIRACHS BURGAYA




                                         En julio de 2006 tuve un encuentro con el dibujante historietista Roger Subirachs Burgaya, "Roger", quien llevaba años trabajando en el ambiente cinematográfico como Director Artístico y localizador de exteriores, entre otras labores relacionadas con la decoración y la escenografía. En aquel tiempo, desconocedora de su propia biografía, mi interés por entrevistarlo se basaba exclusivamente en que era el mayor de los tres hijos del escultor de la Sagrada Familia, Josep Mª Subirachs, de quien me encontraba escribiendo un libro y con el que Roger había colaborado como ayudante en diversos periodos de su vida.

   Tres horas más tarde, al despedirnos después de un largo paseo y una no menos larga velada de charla, guardé la sensación de que había conocido a todo un personaje por sí mismo sobre el que un día me gustaría escribir. Nunca se dio la ocasión ni volví a saber de él. Hasta las pasadas Navidades cuando me informaron de que el 30 de agosto pasado, Roger había fallecido a los 61 años, la misma edad que tenía su padre cuando empezó la primera escultura de las más de 100 que realizó para la fachada de La Pasión

   Vuela aquí mi recuerdo hacia quien fuera un histórico colaborador y en ocasiones también fundador, de legendarios tebeos, fanzines y revistas de cómics infantiles y para adultos, aparte de su celebrada Dirección Artística en films de Vicente Aranda y otros realizadores. Además de una labor escultórica como ayudante de su padre en obras que ya lucen la etiqueta de históricas, sin llevar más firma de Roger que sus propias huellas digitales e invisibles en el material. Así la Puerta del Archivo de la Corona de Aragón, en Barcelona.

La tarde del 21 de julio de 2006. Roger frente a la fachada escultórica de su padre, Josep Mª Subirachs (AMªF)

Roger

Puerta de bronce del Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona, de Subirachs, en la que
 Roger tuvo una importante colaboración.

Portada de El Vívora, de Roger, con su personaje Emili Piula



LOS OJOS DEL DIBUJANTE

PINTURA ACUÁTICA. CUANDO EL ARTISTA REGRESÓ A LAS AGUAS.


                       

                             Desde Gran Canaria, Nuria Meseguer nos sumerge en el mundo onírico de su niñez, poblado por gente común con la carnalidad de héroes mitológicos, e historias que el mismo observador ensambla con lo que pasa ante sus ojos. Leyendas creadas a partir de una imagen cotidiana que ella, tras filtrarlas con su mirada, nos ofrece. Forjando las fotografías en su escenario real, Meseguer pasa a la realización en estudio. Sobre, bajo el agua, sus mundos son verdes, azules, amarillos, con algún toque distinto que alerta que ahí, precisamente ahí, se inicia un latido más o menos explícito.

   Junto a ella, fluidos e ingrávidos, otros nombres nos sumergen en aguas y  pinceles plenos de ligereza que anuncian zambillidos.  
  


La pintora grancanaria Nuria Meseguer con dos de sus obras.

TRASPASANDO EL AZUL

PINTURA SUBMARINA. CUANDO EL HOMBRE REGRESÓ AL FONDO DEL MAR




                                 En 1838 nacía en Austria el barón Eugen Von Ransonnet-Villez en el seno de una familia de mariscales y altos cargos del Tribunal Supremo. En aquel ambiente pleno de gravedad, las aspiraciones del joven inquieto que deseaba dedicarse a la pintura no estaban bien consideradas. Quedaban bien para acercarse un día a las montañas o la campiña, plantar  el caballete y pasar el día captando una nube o un matojo de lavanda. Pero hasta ahí.

  En ese contexto, su acercamiento a la Escuela de Bellas Artes tuvo la brevedad que se esperaba. El imperativo familiar imponía estudiar leyes y de ahí, ingresar en el funcionariado de Exteriores hasta desembocar en la carrera diplomática. Una vez con el futuro bien situado, el barón dio un giro a su vida para dedicar el tiempo libre al buceo por los mares de Asia y este de Europa. 

   Más tarde se interesó por la pintura, la fotografía y la litografía, aunando todas sus aficiones para la captación de imágenes marinas. Ayudado por un medio de su invención basado en otro invento anterior del pintor Franz Kessler, Von Ransonnet ideó una campana de buceo de la que pendían un asiento y seis balas de cañón como lastre. También llevaba conectado un tubo que le suministraba aire desde un bote. Y un ojo de buey por el que observaba la vida submarina y tomaba las notas que luego le servían para componer sus cuadros.

 Su visión adelantada sobre las posibilidades del turismo de buceo, unido a las artes, lo convierten en el auténtico pionero de la pintura submarina y subacuática.

  Sus escritos publicados sobre el tema son anteriores a los de Jules Verne, lo que nos lleva a especular si fueron conocidos por éste, sirviéndole de inspiración para su obra universal Veinte mil leguas de viaje submarino.

   Veamos una muestra de sus obras y las de sus principales continuadores.   


   
Imagen del barón Eugen Ransonnet-Villez. Sobre estas líneas su obra Sri Lanka muestra corales verdes hoy casi extinguidos
La campana de buceo de Franz Kessler en 1616, con arneses y una gran bola de lastre

Proyecto primitivo de Von Ransonnet para su campana de buceo

Reproducción de la campana de Von Ransonnet. Museo de Hª Ntral. Viena


INICIO DE UNA PASIÓN

ARTE LATTE. CUANDO LA IMAGINACIÓN ACECHA




                                Agazapada. Macerándose en la mente del camarero que hubiese deseado ser artista plástico pero no contó, ni con medios, ni con ese contacto que lo situara en el lugar adecuado.                 

         Así y todo existe, no se seca, sigue viva, esperando su tren... 

         Hoy llegó el momento.
                
¡Un café con leche!

                ¡Un cortado!

                ¡Con doble de crema!

                ¡Corto!

                            ¡Laaaargo!


Larga vida a La Creatividad. 




TODO EMPEZÓ CON UNA FRASE...