Para esta crónica, nos detendremos en la
experiencia de dos inolvidables viajes en autocaravana
del torero Luis Miguel Dominguín y su esposa
Rosario Primo de Rivera, en los veranos
de 1983 y 1984.
REPORTAJE
Original de
Ana Mª Ferrin. 1997
R.P.I.
Desgranando una a una las mujeres por las que -como cuentas de un
imaginario collar- se columpió el torero durante sus primeros cincuenta y siete
años, desde Lauren Bacall a Romi Schneider, de Ava Gardner a su sobrina Mariví
Dominguín, destacaremos junto a su primera esposa Lucía Bosé madre de sus tres
hijos, una presencia rotunda en carácter, voz y mirada, mujer morena con el
atractivo de la inteligencia, que supo
ligar con mano firme el manojo de caos y talento de un hombre singular. Aún
conociéndose desde siempre, su amistad pasó largo tiempo madurando como esas
botellas asoleradas del mejor vino.
Rosario Primo de Rivera llegó
íntimamente a la vida del hombre en su momento justo, porque, si como dijo
Atahualpa Yupanqui, -No hay que llegar primero,
hay que saber llegar, añadamos, que si es importante en la vida el primer
amor, no lo es menos el definitivo.
Después de cuadrarse ante amigos y familiares que no confiaban en la
seriedad de Luis Miguel como compañero, saliendo de un círculo conservador que siempre
se ha significado en la Historia de España, sopesando creencias y presiones,
esta mujer tomó la decisión de casarse con el hombre de su vida y lo primero
que hizo fue ayudarlo a que se centrara, después de una época especialmente dispersa. Separando de su círculo de amigos, a los vividores. Una vez conseguido ésto, tuvo una ocurrencia que al torero debió confirmarle que se había unido a una
mujer de criterio poderoso y, justamente por eso, incluí a los dos en
el capítulo sobre caravanistas insólitos de mi libro Los Ojos del Paraíso..
Cuando me enteré de que la pareja había vivido unas experiencias campistas
de lo más intensas, Dominguín acababa de fallecer y lógicamente me pareció que el intento de contactar con su
viuda debía quedar aplazado el mayor tiempo
posible.
Seguí escribiendo el libro y cada vez que comentaba con alguien del
ambiente taurino o periodístico, cuánto me interesaba entrevistarla sobre el
tema, la respuesta era idéntica:
-¿Rosario Primo de Rivera? Ni lo sueñes. Es una mujer privadísima que
jamás ha concedido entrevistas y desde que ha enviudado, ya es impensable. No
te digo nada si esperas que cuente algo de su esposo. Olvídalo.
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Luis Miguel Dominguín en Cannes |
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Su segunda esposa, Rosario Primo de Rivera |
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Ricardo Tormo, el querido piloto motociclista de Ayacor |
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Su autocaravana/autobús, el Tormobús, uno de los primeros vehículos de este tipo en España |
DOMINGUÍN, ROSARIO, TORMO Y CALAFAT