Solemos ser espectadores de la naturaleza, pero, ¿Que tal si probamos a convertirnos en arquitectos de lo que vemos, a ser partícipes del resultado final del paisaje? En España, aunque sin modificarlo de manera permanente la Tierra lo hace cada Navidad, engalana sus bosques justo para esos días y después desmonta el decorado para crear nuevos escenarios en la primavera.
El alegre fruto del acebo pasa del verde al blanco y al rosado para llegar al rojo en Navidades y darle color a nuestras fiestas. Un auténtico Land Art natural |