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AMFAv "DESPACHO" (JMS)



SABER INTERESAR, ESE DON DIVINO


                                     Recuerdo una clase de Bachillerato en un centro de La Salle al que me invitaron hace unos años para participar en una charla-coloquio con los alumnos. Se trataba de hablarles sobre la vida y obra del arquitecto Antonio Gaudí y contestar a sus preguntas. Pero al verme sola en el aula con los chicos y observar sus expresiones se me ocurrió abandonar la mesa donde me habían situado, coger la silla y llevarla frente a ellos, cara a cara. Por algo ya había lidiado con tres elementos de esas edades y conocía sus mecanismos. 

  Dejé a un lado el orden previsto y empecé a preguntarles directamente, salteando las filas. Si me baso en cómo fueron aumentando a lo largo de la mañana las preguntas y el relato de sus propias experiencias, diría que algo sí logré interesarles por el arte público de la ciudad, edificios y monumentos. Diría. De lo que no tengo duda es de lo mucho que aquel día aprendí de ellos.

  Por ejemplo, descubrir a través de qué vericuetos actuales desconocidos por mí, bastantes de aquellos adolescentes habían llegado a interesarse por el Arte, la Historia y la Literatura.



La Creación de Adán, de Miguel Ángel Buonarrotti, 1511. Arriba, Homer Simpson como modelo.
   


ANDURRIALES ALTERNATIVOS DEL SABER

OSCAR NIEMEYER



                                      El escultor José Mª Subirachs autor de las figuras y puertas de La Pasión de la Sagrada Familia de Barcelona, llegó a las Artes Plásticas debido a la escasez de medios familiares que no le permitieron dedicarse  a  su vocación primera, la Arquitectura (*).
      
   Esa circunstancia no le impidió el interesarse toda su vida por los diversos hallazgos de la arquitectura y el arte en general, siendo un seguidor de las nuevas corrientes que iban surgiendo a través de los más de veinte años en que lo traté, siendo un apartado sobre el que le gustaba conversar. 

   Así supe que la obra civil de Gaudí no le seducía como hábitat: -Una cosa son las imágenes de sus edificios como objetos originales bien estructurados y llenos de imaginación, de hallazgos, pero yo nunca habría podido vivir en un mamotreto como La Pedrera, ni en un lugar con ventanucos como Bellesguard, lleno de escaleras estrechísimas y empinadas, ni en esa penumbra abigarrada y enrejada del Palau Guell -comentó en varias ocasiones-.  Mi ideal de vivienda son los espacios amplios y lineales estilo Bauhaus.

   A pesar de no haber podido cristalizar su vocación levantando edificios o precisamente por ello, cuando yo lo visitaba en la  Sagrada Familia solía referirse a las novedades constructivas de Barcelona y otros lugares, mostrándome fotos y libros explicando lo que él habría hecho de ser el autor y añadiendo ligeros bocetos si la ocasión lo permitía. Así fue como un día me sorprendió con las imágenes de una iglesia cuya originalidad le había impactado, por relacionar sus formas con las columnas inclinadas de la fachada de La Pasión, el espacio donde él intervenía con sus esculturas. Se trataba de la Catedral de Brasilia, que yo desconocía. 

   La obra del arquitecto Oscar Niemeyer acababa de conseguir en 1988 el primer Premio Pritzker otorgado a un arquitecto de Sudamérica, que hoy, junto a Paulo Mendes da Rocha, también brasileño y autor de la capilla de San Pedro en el estado de Sao Paulo, siguen siendo los únicos galardonados de esa parte del continente americano con el conocido como el Nobel de Arquitectura. 



Catedral de la Virgen Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, Patrona de Brasil
Vitrales de Marianne Peretti
Ascetismo en el altar y los retablos del interior

Tres imágenes de la catedral de Brasilia y el retrato de Oscar Niemeyer (1907-2012)

ARQUITECTURA...
LO IMPORTANTE ES LA VIDA, LOS AMIGOS... 

UN RECORRIDO POR LA CIRCUNCISIÓN DE JESUS EN EL ARTE




                       ... Cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar al Niño, le dieron por nombre Jesús, impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno de María (1). Y José marchó con sigilo a Jerusalén y trajo de allí un hombre sabio, misericordioso y temeroso del Señor, que se llamaba Joel y conocía a fondo las leyes divinas. Y llegó a la gruta, donde encontró al niño. Y al aplicarle el cuchillo no resultó ningún corte en el cuerpo de aquél. Ante este prodigio quedó estupefacto y exclamó: …¡He aquí que la sangre de este niño ha corrido sin incisión alguna!. (2) Y ofrecieron por Él en sacrificio, dos tórtolas y dos pichones (3)

                         ... Tras la circuncisión de Jesús, la matrona de María guardó el prepucio en una jarra de alabastro llena de (aceite de) nardos, que se usaban como conservante, entregándosela a su hijo que era perfumista para que la guardase, encareciéndole que no la vendiera aunque le ofreciesen 300 denarios …. (4)


Uno de los personajes del cuadro mira al pintor, otro permanece ausente, mientras el resto
 está en lo que debe. Aquí, Friedrich Herlin (c. 1425/30 - 1500) cuenta el episodio con un estilismo
propio del Renacimiento más refinado.



¿QUE FUE DEL SANTO PREPUCIO?



ÉRASE UNA VEZ EN… HOLLYWOOD. ¡¡Y QUÉ VIVA EL CINE!!


                        
                                Contaba Paul Naschy en 1998 durante la conversación que mantuvimos sobre su faceta de arquitecto (*), el orgullo que sintió cuando Quentin Tarantino y Steven Spielberg contactaron con él por teléfono para felicitarlo, poco antes de que viajara a los Estados Unidos para recibir durante dos días un homenaje a toda su carrera como creador del genero de terror.

   Tras aquella conversación de Naschy con el director de Pulp Fiction quedó un nexo que diez años más tarde haría que el personaje que hoy nos ocupa, Tarantino, escribiera el epílogo del libro de memorias del cineasta español Cuando las luces se apagan, con párrafos para no olvidar, como el siguiente:

   "Paul Naschy se ha ganado su puesto en la historia del cine fantástico, al lado de Poe, King, Karloff, Lugosi, Lovecraft, Stoker o Doyle… Se salía de todos los cánones y tenía una extraña carga anárquica que rompía los esquemas… (su obra) poseía magia, erotismo, belleza formal y un licántropo cuyo salvajismo y tormentosa personalidad le hacían mítico nada más nacer…"


Cartel de la película de Quentin Tarantino. 2019
Paul Naschy ante la Sagrada Familia. (A.Mª.F.)

Y VAN NUEVE: 
LA EXCELENTE PELÍCULA DE TARANTINO