Consta como inventor de la olla a presión el físico galo Denis Papin, quien en 1679 dio a conocer un recipiente semi hermético que permitía aprovechar la fuerza del vapor para cocinar más rápido y a la que llamó Digestor a vapor. Más de dos siglos después, en 1917 un español de Zaragoza, José Alix, mejoraba el prototipo inicial patentándolo por primera vez en el mundo bajo el título de Olla Expréss.
Mientras, en este impás, saltándose inventos y aleccionando a la señora del guardián de las obras que vivía en el recinto del templo de la Sagrada Familia residiendo allí con su familia, Antonio Gaudí ya había ideado su propio recipiente. Atando la tapa a las asas de cualquier puchero, el arquitecto, seguidor del sacerdote y médico naturista Sebastián Kneipp, dirigía la cocción de legumbres y verduras, sorprendiendo a la cocinera con sus conocimientos gastronómicos alternativos.
La extensa historia del Gaudí interesado por el tema y sus muchos elementos añadidos bien merece que le dediquemos un breve espacio en nuestro rincón, mostrando algunas novedades culinarias y diseños del largo capítulo dedicado a este mundo tan inexplorado de Gaudí que ocupa un lugar en mi libro de próxima edición. (1)