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AMFAv "EN EL DESPACHO" (JMS)



FERRÁN ADRIÀ



A FONDO

                    
                                    
                                    Hoy, Ferrán Adrià mantiene cerrado su restaurante El Bulli porque ha decidido pasar unos años sabáticos lejos de la vanguardia radical de su profesión. Un tiempo necesario para que su factoría de enseñanza culinaria y ciencia gastronómica, elBulliFoundation salga a la luz en el mismo lugar que ocupaba el restaurante, junto a la playa de Cala Montjoi en Rosas, Gerona. 

    En febrero de 2006, con destino a un libro que me habían encargado le hice una visita en su laboratorio de Barcelona, donde sus cocineros investigaban durante el invierno las novedades que servirían en la siguiente temporada que se abría el restaurante. Para aquellas páginas, la primera pregunta que se me ocurrió estaba servida: _

                               - En la mesa de La Última Cena en la Sagrada Familia, obra del escultor Josep Mª Subirachs (*), ¿Qué platos habría servido Ferrán Adrià?  

    La respuesta del antiguo cocinero/futbolista/soldado, fue la siguiente:        


Adrià en la sala  de su sede en Barcelona,"la capilla" donde se reunen los especialistas que investigan los nuevos
platos de El Bulli. 2006 (A.Mª.F.) 
   
Grupo de La Última Cena, de Josep Mª Subirachs, en la Sagrada Familia.


EL CHICO DE L' HOSPITALET (**)

EN LA SAGRADA FAMILIA CON RAYOS, PELOS Y PARARRAYOS...


Ell la ciutat veié pecaminosa
Pel vici i pel pecat tota cercada
I va aixecar al cel un para-llamp;
Pedra picada, esvelta, harmoniosa
Que meravella sense està acabada!... 

- Qui és ell? 
                            
                                – Gaudí Almogàver, fill del Camp. (*)

                                                                                Joan Bertran

Emili, hijo de Guillém Torres (Fam.Torres)

      CAMPANARIOS CALVOS CON UN PELO        
           

DONDE SE PONGA EL ABANICO, QUE SE QUITEN TWITTER, FACEBOOK Y WHATSSAP...



                                                       ...hay tantas maneras de mover un abanico, que  puede distinguirse a primera vista una princesa 
 de una condesa y una marquesa de una plebeya. 
Es más, una dama sin abanico es como un 
caballero sin espada...


Madame de Staël




                                             Ellas no tenían libertad, ni libre albedrío sobre su vida. Su honor, su destino, permanecía custodiado por los padres, de ahí pasaba a los maridos y de éstos a los hijos, sin posibilidad de decisión propia.  

  ¿Querrá decir eso, que en siglos pasados las damas cerraban la puerta a la aventura, al deseo? ¿O al menos, a la fantasía?

   Un código secreto desvelaba cómo la mujer en su gobierno de algo formado por una serie de varillas, un clavillo y una tela o un papel, reinaba. Vamos, que los tejemanejes del artilugio que conocemos por abanico, abano, eventail, ventaglio, fan y fächer en las principales lenguas del mundo, nos fueron revelados en el siglo XIX por el periodista, escritor y crítico de teatro Jules Janin, para informarnos de que en cualquier época y por mucho que los estrujaran, la mujer y el hombre siempre encontraron la forma de conectarse.


                           El abanico tapando un seno: Te amo. Ignacio Zuloaga
   

Abanicarse frente al pecho: No tengo novio. Soledad Rodríguez


Abrir el abanico con la mano izquierda poniendo unos dedos
 sobre las varillas: ¿Puede hablar conmigo?
 Anglada Camarasa


Protegerse del sol con el abanico abiertoNo me gustasJames Tissot



ÉL, QUE SIENTE LA LEVEDAD DE TU MANO...

1, 2, 3. RECUERDOS DE KIKO LEDGARD Y SU ODISEA CERVANTINA. UNA HISTORIA DE CÁMPING


      
                                                                                                                                  Para mis hijos
                                                                               
Para la familia de Kiko Ledgar

Para Clint Eastwood,
Demi Moore,
 Jim Carrey,


...Y para todos los que vivieron parte de 
                                                        su infancia rodando en una caravana...


               
                          El matrimonio formado por Enrique (Kiko) Rodolfo Ledgard Jimenez, hijo del presidente del Banco Alemán de Perú, embajador de Alemania en Lima y cónsul Honorario de Alemania en Perú, Carlos Ledgard Neuhaus, con antepasados nórdicos e irlandeses, y Ana Teresa Marrou de ascendencia francesa, ambos peruanos, tuvieron un primer hijo, Enrique Hernán (Kiko Jr.).

 Hasta aquí todo más o menos corriente. Sólo que a continuación tomaron impulso y fueron sucediéndose los nuevos bautizos hasta llegar a once, muchos de ellos con el barniz inglés del mestizaje cultural del continente americano. Así llegaron Anette (Ana Teresa), Roy Alano, Brick (ladrillo) Francis, Nikel (por el metal), Lin, a la que añadieron el prefijo Tink, que al unirse Tink-Ling, sonaba a campanilla y también a locuela. Coincidiendo con el nacimiento del siguiente vástago la noticia del momento era un nuevo avión cuatrimotor que rompía moldes de velocidad, el Clipper Marc, y al padre amante del progreso le gustó el nombre decidiendo que se llamara así. Pero el próximo embarazo volvía a coincidir con otro avión aún más rápido de propulsión a chorro, y así le pusieron a la nueva personilla, JET Zabel.

  Con el que pensaban iba a ser el último ya cerraban el ciclo de la velocidad. El sacerdote lo bautizó como centella, relámpago, Flash Denis. ¿Hemos acabado? Pues no. Bueno, fueron a buscar otro más, el último planeado, la propina. Fue Tip (propina) Vance.  Pero aún quedaba una última sorpresa en la casa, porque ésta vez ya definitivamente sin prevenirlo, aún aparecería la que ahora sí sería el último miembro de la familia, Spring Rose. Spring, en inglés Primavera, pero también resorte, muelle. Sentido del humor no le faltaba al padre.

  La historia del porqué acabó en España presentando el concurso más seguido de nuestra televisión,el 1,2,3, Kiko Ledgard, aquel deportista que había trabajado en British Airways e IBM, creativo publicitario dueño de su propia empresa, productor, director y presentador de programas de televisión en su Perú natal, merece un capítulo aparte tratando otros aspectos de su vida, en especial su tremenda aventura como empresario de cámping. Vaya desde aquí un recuerdo a su figura. 


Kiko Ledgard y su esposa Ana Teresa, con casi todos sus hijos.


Una alegre caravana con su avancé... (La auténtica era mucho más pequeña. Pero puestos a imaginar...)



CUANDO LA SUERTE DA LA ESPALDA

DE CUANDO A JESÚS LO DETUVIERON A LAS 6 DE LA MAÑANA YENDO EN MOTO POR LA MONTAÑA, SILBANDO...





                        ...Cuando circulaba camino de Montmeló, por un sendero entre sembrados que unía este pueblo con Montornés del Vallés, en la provincia de Barcelona.

  Velada por la neblina que subía de un riachuelo, las primeras horas de la amanecida se abrían paso entre el vaho que desprendía la hierba. La falda de la cordillera litoral encarada al sol naciente, resplandecía, proyectando en el horizonte el lecho de Ella, sus sábanas duras y calientes, tan limpias, con olor a cereza. Silbaba y cantaba Jesús la canción de Sabina,  19 días y 500 noches: 



  ... luego todo  pasó. 
De repente, su dedo en mi espalda
 dibujó un corazón
 y mi mano le correspondió
 debajo de su falda.

                       
  Una dulce tiritera rebozó su pecho encrespándole el vello creyendo divisar entre nubes los cabellos rubios y rizados de la joven, donde acariciara su nuca introduciendo sus dedos en el pelo un par de kilómetros atrás, alisando las mechas suaves y fuertes. Unos agudos pitidos borraron las imágenes que él creía reales delante suyo, volviéndolo a la realidad. 

   Y la realidad era que se encontraba en pleno campo y dos agentes fuera del coche patrulla hacían sonar sus silbatos a un lado del camino indicándole por señas que se detuviera. Paró en seco la melodía silbada y así lo hizo.   

                         - Buenos días. A ver. Documentación-. El tono de la autoridad imponía.  

                                   - Si, un momento-. Como en sueños, aún sin entender la escena, quitándose el casco y abriendo el cierre de la cazadora, Jesús sacó del bolsillo interior la cartera entregándole el carnet al agente.

                                  - ¿Es esta su dirección?-, señaló  el policía de tráfico el documento, escuchándose el asentimiento del joven. Tras revisar los datos por las dos caras, pasó a interrogarlo sobre el lugar al que se dirigía: 

                                - Al trabajo-, le contestó el motorista. El paso siguiente lo dictó la visión del pequeño envoltorio de papel de aluminio que llevaba tras él, sujeto al asiento por un pulpo. 

                                -Y esto, ¿qué es? ¿qué lleva usted ahí?-. Ante el requerimiento del uniformado, la sonrisa del joven distendió su rostro desde los labios a los ojos, a la vez que hacía un ademán con la mano señalando el bulto que había provocado la sospecha, respondiendo al uniformado: 

                                   - Es mi bocadillo.  

  A pesar de que todo encajaba a la perfección, al policía no le acababa de cuadrar la escena, por lo que su mente iba limando cada arista, hasta llegar a la última. A ver: Un lunes a las 6 de la mañana con un frío de perros, un joven fresco y despejado cruzando el campo en una moto, con un bocadillo, según él. Pero cantando y silbando a todo pulmón...

                         - ¿Puede usted decirme qué motivos tiene para ir escandalizando, cantando y silbando campo a través con este tiempo?  

                             -  Pues... no sabría decirle. O quizá sí-. Añadió con un gesto de complicidad-: ¿Que soy muy, pero que muy, muy, feliz?





... Abriéndose paso entre el vaho que desprendía la hierba...
 
(Shutterstock. 69404726)


 SILBANDO...