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AMFAv "EN EL DESPACHO" (JMS)



(2/2) CERRADURAS DE SEGURIDAD





RELATO

2ª Parte

Original de
Miguel Ángel Frechilla Alonso

1er  Premio XIV Certamen de 
Relatos Cortos de la UPSA
Palencia


Continúa...

                             El final de la noche trajo de la mano una madrugada clara, ausente de nubes; todo hacía presagiar un día soleado como advertencia de la primavera inmediata. Su estrategia pasaba por tener más información de esa especie de propiedad inmobiliaria virtual que el destino había puesto en sus manos. Para ello consideró que la mejor manera de observar sin llamar la atención pasaba por sentarse en la acera de enfrente a pedir limosna; como un indigente más, con un texto precario en el que advertía por igual de sus carencias y necesidades, adoptando media docena de hijos que nunca tuvo, esperó la caridad de las buenas gentes. 

Observó que tres ventanas contiguas del segundo piso permanecían cerradas mientras que las otras dos series de luminarias que completaban la planta vestían cortinas unas y las otras, por un rato, permanecieron abiertas. También los pisos primero y tercero daban signos de vida, en el de arriba una mujer mayor se entretuvo mirando el cielo, del más próximo a la calle, si prestabas atención, procedía una música apenas perceptible.


...A sus colegas del albergue les contó... (*)

LA MAÑANA FUE AVANZANDO...

CERRADURAS DE SEGURIDAD (1/2)



Es difícil saber donde comenzó para el autor 
este relato. Aventuro que no fue en sus viajes.
Más bien, pienso en ese personaje vecino,
que todos vemos y pocos nos fijamos en él.

Quizá porque podría ser uno de nosotros...




RELATO

Original de
Miguel Ángel Frechilla Alonso

1er  Premio XIV Certamen de 
Relatos Cortos de la UPSA
Palencia


Una situación parecida a la creada por aquellas personas que entienden las puertas como instrumentos que están hechos para permanecer cerrados, mientras que otros, los de allende la frontera, entienden que fueron pensadas para poderse abrir, para facilitar el tránsito.

(De una lectura personal de Rayuela) 




                                   Después de dos horas de lluvia ininterrumpida, el aire frío se mezclaba con la humedad del ambiente vistiendo con aspecto desapacible aquella noche de finales de marzo. Una vez los escaparates habían apagado sus luces, la alabada eficiencia energética de las nuevas farolas tampoco contribuía a hacer de la calle un lugar menos inhóspito. La única señal que se agitaba entre el ruido de los espaciados coches que aún circulaban, era el murmullo continuado de una ligera corriente de agua al discurrir entre el asfalto de la calzada y el granito del bordillo de la acera, hasta sumirse por la rejilla del alcantarillado, buscando la ignota profundidad de las cloacas.


...Última parada antes de sumergirse  en la oscuridad de las afueras.. (*)



EL PASO DE LA LUZ VERDE A ROJA...