Continúa…
Al repetirle a Jordi Pujol el
nombre de Vicens Faus, de Comisiones Obreras, que había sufrido
prisión a la vez que él en el mismo penal de Burgos, el ex-President cambió de postura dos o
tres veces apoyándose en los brazos de la silla.
Se produjo un corto silencio. Una vez retomado el control tras acusar el impacto de la pregunta imprevista, volvió a manejar la situación con su temple habitual. Entonces, cuando me disponía a escuchar de su parte el conocido: –La entrevista ha terminado. Buenos días-, para
mi sorpresa respondió lo siguiente:
- Mire
usted, el señor Faus tiene razón. Antes de terminar la carrera, yo ya era consciente de que me resultaría imposible
ganarme la vida ejerciendo mi profesión directamente con los pacientes. Era una
cuestión de responsabilidad.
Las palabras del señor Pujol pusieron ante mis ojos la presencia digna de Vicens Faus (*), un hombre de bien, uno de aquellos comunistas que sufrieron todo lo imaginable durante la dictadura. Su relato conmovido de la humillación que sintió cuando al ser llevado a la enfermería después de un interrogatorio en el penal de Burgos por el médico Pujol, que acabó visitándolo a distancia sin tocarlo a pesar del estado en que se encontraba, transmitía tan profunda decepción que aunque intentaba hacerlo en tono irónico, la voz se le quebraba. Era evidente que el triste recuerdo de aquella situación, al buen señor Faus no se le había borrado en los veinte años transcurridos.
Pensando en él me dispuse a seguir escuchando con atención las palabras del Ex-President, que tras el inicio, empezó a exponer los motivos determinantes que le habían llevado a la decisión de no tocar a los enfermos.
Con cierta vacilación en la voz, el personaje explicó que las circunstancias habían sido las siguientes:
![]() |
En su despacho, Jordi Pujol ojeando unos libros que después me entregaría. 2006. (A.Mª.F.) |
ABRIENDO UNA VENTANA AL INTERIOR
Publicado en Gaudí y más. 18 enero de 2015
Primero, que pronto había descubierto durante sus estudios médicos, que le resultaba muy difícil reunir a la vez en su mente todos los
datos necesarios requeridos para emitir un diagnóstico rápido y acertado. Y lo
más desesperante, que la torpeza de sus manos, el leve temblor que se agudizaba a medida que los nervios lo poseían, le impedía la manipulación normal de un médico a su paciente.
Su franqueza al exponer la primera
razón me dejó pasmada, pues si había un personaje público al que yo
considerase rápido y certero en sus juicios, era él. Pero al exponer el segundo
obstáculo y desarrollar sus motivos, entendí que sin yo saberlo había tocado
algún nervio sensible del hombre, hasta el punto de bajarse del pedestal y sincerarse
conmigo, humilde escribidora, desvelando algo profundo y desconocido por el
gran público.
Según explicó, nunca había sido un hombre
hábil manualmente y poco a poco fue descubriendo que en el momento de atender
a un enfermo, esa ineptitud suya se agudizaba a extremos por la responsabilidad de dañar o
hacer sufrir a alguien vivo, al presionarle una zona o pincharlo, al cortar.
Porque aunque se dedicara a cualquier especialidad más teórica: ¿Cómo iba a efectuar la más mínima
intervención, si su incapacidad manual llegaba a no conseguir "poner una inyección como Dios
manda?"
Consciente de su dificultad, al acabar la carrera y casi sin ejercer la
profesión –casi, porque sí fue médico esos años que pasó en la cárcel-, tomó la
decisión de apartarse de la medicina activa y aplicar sus conocimientos en el
campo de la investigación farmacéutica, un mundo que acabó apasionándole.
En ningún momento se retractó de algo dicho durante la entrevista ni pidió la anulación de una sola palabra suya ni de una pregunta mía, siguiendo el ritmo con naturalidad, incluso añadiendo anécdotas por su cuenta. La conversación se
fue ensanchando, componiendo una larga entrevista cuya segunda parte privada nunca
llegué a publicar, dando un repaso a su faceta de hijo al rememorar emocionados
recuerdos paternos y apuntando no estar muy satisfecho de cómo había desempeñado él su propio
papel de padre.
De sus declaraciones de ese día me quedo con el dato de cuándo fue la única vez que había llorado en público. Y sobre todo, de la intensidad con que transmitió el poder sensitivo, evocador, que dejó en él la barbería de su barrio cuando acudía
de niño a encaramarse en el majestuoso sillón, envueltos sus sentidos en los potentes aromas frescos y mentolados entre el
bisbiseo de la maquinilla recorriéndole la nuca al son de un aria operístico. "Un auténtico placer"-, puntualizó, relajado. Clima y confidencias de esos que dejan sin palabras al entrevistador, por el perfil exclusivamente presidencial que siempre mostró a la prensa.
Durante el encuentro comentó que se encontraba viviendo una época serena en la que, ya apartado de la primera línea de responsabilidades, empezaba a rellenar el vacío cultural provocado por tantos años inmerso en obligaciones que no le dejaban tiempo para nada más. Había retomado pasajes de El Quijote, de Sthendal. Y había descubierto que el no interesarle la música sólo era debido a su escasa cultura musical, porque acababa de asistir a una representación operística que le había impresionado vivamente.
Durante el encuentro comentó que se encontraba viviendo una época serena en la que, ya apartado de la primera línea de responsabilidades, empezaba a rellenar el vacío cultural provocado por tantos años inmerso en obligaciones que no le dejaban tiempo para nada más. Había retomado pasajes de El Quijote, de Sthendal. Y había descubierto que el no interesarle la música sólo era debido a su escasa cultura musical, porque acababa de asistir a una representación operística que le había impresionado vivamente.
La comida y una relajada sobremesa, a la que tampoco prestó gran atención en el pasado, era otro de los placeres que estaba saboreando. Como el cine. Volver, de Pedro Almodóvar, le había interesado mucho. Según él, tenía el gancho de aquella Mujeres al borde de un ataque de nervios que tanto le gustó en su momento.
Siguió, desgranando proyectos. Catalanizar todos los aspectos de la vida pública de su tierra,
desde la elección de misses, a
premios científicos. Desde la moda, a la designación de obispos. Del papel de Güell y otros mecenas del XIX en el engrandecimiento de Cataluña:
…-Fue
un tiempo dorado para los catalanes, no sólo por el dinero que se movía, sino
por ese concepto de Hacer País que invadía todos los niveles de la sociedad…
De que en
las conversaciones para los Estatuts de 1979 y 2006 no había estado en
la Moncloa, en 1ª línea. Pero sí reconoció que había viajado con la delegación a
Madrid, esperando en el hotel. "… Yo sólo estuve de acompañante, ¿sabe usted?
Sólo de estatua…"
Cuando conversamos, él iba a cumplir 76 años. Los testimonios reunidos sobre su persona dichos por quienes lo conocieron en distintas etapas de su vida,
estuvieran o no de acuerdo con él o les cayera mejor o peor, apuntaban hacia una misma diana: La
decencia sin fisuras.
El señor Pujol era entonces para todos, sin excepción, un icono de identidad:
... Un hombre de Estado, cumplidor absoluto de
la palabra dada y con un respeto total en cualquier pacto que se involucrara...
Obsesionado por la grandeza de Cataluña, nacionalista no separatista al que no se le conocían opiniones
independentistas, aunque quizás ya las guardaba... Minucioso y austero, honrado a machamartillo
y dedicado en cuerpo y alma a esa tarea superior a la que se sentía llamado...
Aun dejando de lado sus obligaciones personales...
Bien. Sé que la distancia entre lo que opinaban de él sus conciudadanos, sus propias declaraciones de aquel día de 2006 y la gravedad de los cargos que hoy se le imputan a él y a los suyos (**), parece rebasar
la escala humana. Hay que haberse criado en Cataluña para comprender la altura
del fraude emocional que ha supuesto para buena parte de sus habitantes todas las acusaciones de posible malversación entre las que hoy nos movemos.
Un buen número de
catalanes no han podido asimilar el episodio, optando por dejar todo este
proceso encapsulado en un rincón de la memoria sin referirse a él jamás. Les supera. Otros, como se rumorea en
ciertos círculos, buscan una explicación honorable para algo que se ven incapacitados de entender en un símbolo tan respetado como el ex-President Pujol. Y los hay, que adentrándose en el terreno
de la política-ficción, divagan recreándose en la idea naif de que quizá, todo lo hecho por él y los suyos, quizá fuera en bien de Cataluña, porque quizá: "…El destino de todos esos fondos quizá no sería su propio beneficio, sino quizá, constituir la tesorería
secreta de un nuevo país…"
Ordenando en mi mente todos los hechos, mientras redactaba esta entrada no he dejado de pensar en la cantidad de recovecos que quizá puede llegar a esconder la mente humana.
Ordenando en mi mente todos los hechos, mientras redactaba esta entrada no he dejado de pensar en la cantidad de recovecos que quizá puede llegar a esconder la mente humana.
Ana Mª
Ferrin
(**) http://www.lavanguardia.com/politica/20141216/54421489767/jordi-pujol-esposa-tres-hijos-imputados.html
............................
1- Ver las razones dadas por el señor Jordi Pujol cuando compareció en el Parlament de Catalunya para referirse a su autoinculpación por fraude a la Hacienda Pública. A continuación, las preguntas de los portavoces de los distintos partidos y el Ex-President durante sus réplicas:
3- Parte del capítulo referente al President Pujol, en la biografía de Josep Mª Subirachs, El Tacto y la Caricia, Subirachs, de Ana Mª Ferrin. Reseña y primer capítulo:


Pues sí, Ana María, el bien para con los demás no se puede basar en “supuestos ficción”. Personalmente, creo que siempre debemos acrecentar, a lo largo de toda nuestra vida, el tesoro que supone poseer honor. El honor no es un título que se aplica por ganar unas elecciones. Es personal, propio de quien defiende, exalta y ayuda, con toda su maestría y conciencia a quienes se debe, simplemente, por pertenecer a la categoría de ser humano. No es necesario que se posean ni títulos ni nombramientos, pertenece a la naturaleza humana per se. Como bien sabes, a lo largo de la Historia han existido muchos seres humanos que han demostrado poseer honor más allá de su naturaleza física o condición social. Sin embargo, saber guardar este tesoro resulta, a veces, demasiado complicado para quienes olvidan que esta pequeña palabra debe ser el faro que ilumine su sempiterno camino. El interés de unas anécdotas particulares, pertenecientes a la propia idiosincrasia de una persona, nunca son suficientes cuando se ha roto el nexo que trasciende más allá de sentimientos que denotan decepción, pérdida del honor. Este es el inmenso asombro general de millones de personas que han elevado a la categoría de excelsa una de las Regiones más culta, emprendedora y rica, de este país nuestro, España, conformado por personas adaptadas a peculiaridades geográficas e históricas diferentes pero con un objetivo común de convivencia. Al Sr. Pujol le honra, entre otros aspectos personales que no soy quien debe enumerar, su nacionalismo sin separatismo, indicativo del espíritu de avance social continuo. Por lo demás, querida Anamaría, tu inteligente entrevista nos ilustra de aspectos tan personales del entrevistado que sin una preparación y estudio previo de altura nunca se podría haber realizado con éxito. Mi más sincera felicitación.
ResponderEliminarUn cariñoso y gran abrazo, querida Anamaría.
Para entender ciertas situaciones no estará mal acercarse a la oscuridad de J.R.R. Tolkien. A ver qué te parece, querido Antonio
EliminarEl honor se trae incorporado desde casa, inculcado mientras te educan. Y lo supongo creado de una materia lábil, de ahí que para cada uno signifique algo distinto.
Si desde que nace el individuo, en su casa le repiten continuamente que es el nuevo Mesías y vive rodeado de palmeros que a la vez que él, están beneficiándose de la situación y lo escuchan como al Oráculo, ese ser acabará creyendo que haga lo que haga no tiene que rendir cuentas, porque está situado en un plano superior. Y por supuesto, si la Ley osa frenarlo a él y a su corte, todos ellos tendrán muy claro soltar a los cuatro vientos que la acusación viene dirigida por los enemigos de ese Bien Superior, por lo que se impondrá usar la táctica del victimismo, que tan buenos resultados viene dando desde la Tercera Edad de la Tierra Media.
En primer lugar, mi enhorabuena por esta entrevista tan bien llevada y tan arriesgada.
ResponderEliminarY sobre los que no quieren ver la realidad de los hechos, señalar que la mente humana es capaz de todo, de exculpar y de buscar justificaciones hasta debajo de las piedras si es preciso. Debe tratarse sin duda de un mecanismo psicológico de defensa ante lo que consideramos una agresión interesada de personas de fuera. O, simple y llanamente, no querer admitir la verdad, porque la verdad duele y si se asume plenamente nos echa por tierra el castillo de naipes que durante tantos años nos costó tanto trabajo levantar.
Un saludo, Ana María.
Bien resumido. No siempre se cree un dogma por los beneficios que pueda reportar. Está el componente emocional, la credulidad ¿Cómo no creer a quien te asegura, que si estás en la ruina es porque te pagan menos de lo que ganas, en vez de aclararte que el problema es que tus administradores derrochan los impuestos en humo en lugar de administrarlos bien? ¿Cómo no querer a quien te susurra a todas horas que tú eres mejor, más listo, alto, guapo y europeo que los "otros"? Acuérdate de qué le pedía Johnny Guitar a Vienna.
EliminarLos colosos tiene a veces pies de barro y en este caso la figura más relevante de la Cataluña actual ha caído bajo la tacha execrable de las acusaciones de corrupción, el principal mal que aqueja a la democracia actual. Uno más, pero no uno cualquiera. La familia Pujol eran toda una institución y sus delitos parecen haber sumido a un pueblo entero en la atonía y en la desconfianza en sus políticos. Mala receta.
ResponderEliminarUn beso
Si, Carmen, Mala receta. Y muy buena la que llevamos aplicando en éstos últimos tiempos. Por fin parece que al “listo” nuestra sociedad ya no lo ve como tal, sino como al sinvergüenza que nos roba a todos.
EliminarBesos
Me ha parecido un logro para usted conseguir esta entrevista a pesonaje de tanto peso, e incombustible, de una u otra forma, al paso del tiempo, por más que nunca haya despertado en mí muchas simpatías.
ResponderEliminarHe tratado de situarme ante el personaje en el momento en el que le entrevistó, hace años, antes de los recientes acontecimientos, a fin de encontrar algo que me permitiera admirarlo en alguna faceta, pero no, no lo ha logrado, y no por su culpa, amiga Ana Maria, que ha llevado la entrevista de manera ejemplar. Es que el personaje no ha logrado engancharme, antes al contrario, esos detalles personales referidos a su inicial profesión, que no vocación, aunque interesantes, no me han hecho mudar mi impresión.
Sobre los últimos hechos conocidos, parecen indicar que no es persona de fiar en sus palabras.
Pero sepa, que me ha encantado leer estas dos entradas.
Un saludo.
Hay que ver cuánto aprendemos en estos cuadernillos, querido DLT
EliminarValoro las entrevistas en que no se juzga al personaje y se le deja libertad para expresarse, escuchando sin prisas todo lo que quiera aclarar.
Por mi parte me limito a preguntar sobre todo, por ingrato que sea, con respeto y sin acusaciones ni agresividad. Y a transcribir con fidelidad el sentido de sus respuestas, más mi impresión de lo que veo durante el encuentro. A veces creo todo lo que me cuentan y otras, lo que se dice, nada. Pero esa ya es otra historia.
En el caso que nos ocupa resultó un trabajo del que estoy satisfecha y sigo considerando al señor Pujol un cofre de registros como hay pocos en el país.
No sabía que Jordi Pujol era médico y me sorprende bastante su respuesta. Me parece un blog muy interesante que pienso seguir con interés. Respecto a lo que dices de si tengo alguna exposición próxima, te diré que el día 6 de febrero 2015, expongo en Villafranca del Penedés ........ Associació de veïns i veïnes de Sant Julià, sala d'exposicions Jaume Palau, entrada per C/ Eugeni D'Ors ..... del 6 al 28 de febrer ....... por si te va bien asistir
ResponderEliminarGracias por la visita y el comentario. Aprovecho para decirte que en tu obra asoma un mundo muy personal. Esos juegos de luz y contra reflejos de automóviles son un hallazgo. Un cuadro puede verse de una ojeada y los tuyos exigen pararse y penetrar en la burbuja donde ocultas lo que no vemos.
EliminarSaludos.
Muy buena entrevista, Ana Mª, aunque sea con retraso. Tomo nota de su blog, que visitaré más veces.
ResponderEliminarHola, GranUribe. Como decía Oscar Nebreda el director de El Jueves, el papel de los medios podrá ser aburrido en otro país. Pero lo que es en el nuestro...
ResponderEliminar