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AMFAv "DESPACHO" (JMS)



KOCH, BACILO DEL ARTE


                     

                                  Referente a la tuberculosis podemos distinguir tres grupos presentes en la Artes Plásticas entre protagonistas y afectados: enfermos,  médicos y pintores. Eso por lo general, ya que a menudo se produce una interconexión de roles y un personaje puede llegar a situarse en los tres apartados.

Armand Jean du Plessis (1585 1642), cardenal-duque de Richelieu, duque 
de Fronsac  y par de Francia. Según algunos autores murió de tuberculosis.

Richelieu en el cuadro de Henry Motte, Sitio de La Rochelle

Recreación del cuadro de Motte por artista gráfico Sam van Olffen 


UN BASTARDO AZOTANDO A LA CULTURA



Publicado en Gaudí y Más. 16 de febrero de 2019


                        En el primer caso se encuentran multitud de personalidades tocadas por la dolencia. De Simón Bolívar se conservan un buen número de pinturas. El cardenal Richelieu fue inmortalizado por varios artistas, hasta llegar a ser robotizado en la actualidad por el artista gráfico Sam van Olffen. Gustavo Adolfo Bécquer fue pintado por su hermano Valeriano, médico. Federico Chopín dibujado repetidas veces y con varios cuadros de autores destacados.

     Paganini fue un caso aparte, ya que su fama dejó una estela de admiración convertida en adoración que aún hoy sigue alimentando a los artistas que reproducen su imagen en todo tipo de estilo y soportes.  En cuanto a Jean Baptiste Poquelin, Moliere, encontró en Charles Robert Leslie al pintor que inmortalizó la que fuera su última representación de Le malade imaginaire. Durante esa función, Moliere sufrió un ataque de tos tan violento que acabó derrumbándolo sobre el escenario, agotado por falta de aire en sus pulmones y muriendo poco después en su domicilio, al que lo llevaron sus compañeros. La tradición del mal fario que atrae en un escenario vestir de amarillo procede de esa última representación del célebre autor y actor francés, ya que aparecía envuelto en una bata de ese color.


Gustavo Adolfo Bécquer

Niccolo Paganini dibujado a lápiz en 1819 por Jean Ingres


                                                Molière, pintado por Charles Robert Leslie
     

Franz Liszt fantaseando al piano. En esta tela de 1840, Josef Danhauser nos presenta a un grupo de
artistas. Tras la cabeza de Liszt, Rossini, y junto a él, Paganini, que tiene a su derecha a Victor Hugo.
Sentados, a la izquierda Alejandro Dumas hijo, George Sand y de espaldas, Marie d'Agoult.

                                    En la llamada Generación Doliente gallega, cuatro son los nombres de jóvenes valores abatidos por la enfermedad en plena juventud que han llegado hasta nosotros y dos años bastaron para que los cuatro desaparecieran. Componían el grupo, Ramón Parada Justel (1871-1902), quizá el más conocido, autor de El recuerdo de las joyas. Joaquín Vaamonde Cornide (1872-1900) que pintó dos retratos de Emilia Pardo Bazán, ella lo convirtió en Silvio Lago, uno de los protagonistas de su novela La Quimera, y de ambos se escribió que fueron amantes. Xenaro Carrero Fernández (1874-1902), un excelente retratista discípulo de Joaquín Sorolla. Y Ovidio Murguía de Castro (1871-1900), hijo de la escritora Rosalía de Castro.


Ramón Parada Justel

Recuerdo de las joyas. Parada Justel

Joaquín Vaamonde Cornide

Emilia Pardo Bazán por Vaamonde

El pintor Xenaro Carrero


Cabeza de vello, de Xenaro Carrero

Ovidio Murguía de Castro


Paisaje. Ovidio Murguía de Castro

                             Antoine Wateau, Maximo Gorki,Giacomo Leopardi y el médico y escritor Antón Chejov, fueron otros de los afectados de Kock.

    A dos artistas venezolanos, Arturo Michelena y Cristobal Rojas los venció el bacilo después de que ellos se hubieran interesado por otros pacientes para sus cuadros. El cubano Alfredo Fuentes Pons, conocido en el arte como Fidelio Ponce de León, nos dejó un largo fresco contemporáneo de aquellos con los que transitó por el alcoholismo y la tuberculosis y que nunca son noticia. Pero él, a través de una mirada de afecto a sus paisanos supo captar con delicadeza extrema al grupo de seres con los que se cruzó en su viaje doliente; médicos, religiosas y pacientes, combatientes en la misma batalla. 

   La extensa lista del presente cuaderno es sólo una mota de polvo entre los nombres célebres que murieron de tuberculosis. La bacteria que tantas muertes causó se oculta en numerosas obras literarias, más incontables lienzos que en ocasiones dejaron imagen de los propios médicos que la diagnosticaban, tomados como rehenes en la misma prueba. 


Wateau
     
Cristobal Rojas


La primera y última comunión, de Cristóbal Rojas

Arturo Michelena trabajando en su estudio

El cuadro de Michelena, Puentesilea, terminado

Fidelio Ponce de León

Tuberculosis, de Fidelio Ponce de León

                                  Akenaton y Nefertiti murieron de tuberculosis. En el Ayurbeda hindú aparece como la Fiebre Lenta Consumidora allá por el 800 a.c., y sus enfermos eran declarados impuros. También ésta es la enfermedad conocida por Hipócrates como Tisis, consistente según publicó, en “flemas procedentes del cerebro que pasan a los pulmones y se corrompen”, la misma Plaga Blanca que diezmó la Europa del XVII. En la cultura inca se remonta su evidencia al 700 a.c. 

   Entrecruce de anécdotas coincidentes. La violinista Fanny Claus fue pintada por Edouard Manet en varios cuadros con la palidez caracterísitica de su dolencia. La irlandesa Kathleen Newton, musa de Henry Tissot, dejó para siempre la elegancia de su imagen en una serie de cuadros e igual pasó con Simonetta Vespucci modelo e inspiración de Boticelli. Todas ellas murieron jóvenes víctimas del mismo mal. Sorolla siguió con sus pinceles la evolución de su hija María mostrándola en varias telas. 


Edouard Manet

A la derecha, Fanny Claus en un cuadro de Manet
    
Henry Tissot


Katheleen Newton, musa y modelo de Tissot


Sandro Boticelli

Como la Venus de Boticelli, la bella Simonetta Vespucci


Joaquín Sorolla

La hija de Soirolla, María, pintada por el artista valenciano

                                  El máximo representante del estilo naif, 
Henry Rousseau, pintó el óleo El Monumento a Chopin con la coincidencia de que ambos personajes murieron víctimas del temido bacilo. 

   Al doctor René , estudioso de la dolencia y fallecido al contraerla contagiado por sus pacientes, se le debe el gran adelanto conseguido con un minúsculo instrumental de su invención que eliminaba el tener que auscultar con la cara pegada al pecho y espalda de los enfermos con el riesgo de infección que eso conlleva. Se trataba del primitivo estetoscopio, conseguido al mandar tornear una rama hasta lograr un cilindro de unos 30 cms, que después de añadirle varios elementos, por un extremo lo aplicaba al cuerpo del enfermo y por el otro a su propio oído. La imagen del médico francés quedó inmortalizado por Theobold Chartran en 1816 con su cuadro Laënnec en el Hospital Necker auscultando a un tísico.                     
   Por último, aunque no se conoce la imagen de los tres hermanos Preston Tilt; Archibald, Alfred y Arthur, autores de la tela coral Garden party at holly lodge Highgate, merecen por su oportunidad figurar en esta reseña. Ya que, no sólo los tres artistas Preston Tilt murieron de la citada enfermedad poco después de terminar el cuadro (*)

   También se dio la circunstancia de que los personajes que vemos retratados eran médicos en su mayoría, reunidos en ese jardín para el aperitivo organizado en 1881 por el Congreso Médico Internacional de Highgate, al que asistieron varios doctores relacionados con la identificación del bacilo de Kock causante de la tuberculosis. Entre mediados del XVIII y finales del XIX,  arrasó las poblaciones de Europa, tragedia de la que no se libraron las clases sociales elevadas. 
                           
  
Henry Rousseau
El cuadro de Rousseau, Monumento a Chopín, en los Jardines de Luxemburgo

El doctor René Laënnec auscultando a un paciente tísico.
     

 
Estetoscopio de Laënnec y su descripción

Archibald, Alfred y Arhur Preston Tilt, fueron los autores de Garden Party at holly lodge Highgate.
                     
                             Añado la curiosidad contada hace años por un pediatra que atendió a mis hijos, de que sólo la etnia gitana salió bastante bien parada de la debacle causada por la famosa bacteria en forma de bastoncillo. Según él, debido a la continua exposición de los gitanos al aire y al sol con su aporte de vitaminas. 

   Como el dato está pendiente de comprobación por mi parte, si hay algún historiador de la Medicina en la sala, por favor, que haga acto de presencia y nos lo confirme.


Ana Mª Ferrin

(*)  Puesto en contacto con el blog, el escritor y neumólogo, doctor en Medicina y Cirugía, José Fernández Guerra, desde su puesto en el Hospital Costa del Sol de Marbella ha tenido la deferencia de presentarnos su interesante novela, Prodigioscopio, relacionada con el invento del doctor Laënnec. 
J.F.Guerra es autor de varios libros de ensayo y relatos:

https://www.comb.cat/Upload/Documents/4962.pdf 
http://www.lecturalia.com/autor/17645/jose-fernandez-guerra

30 comentarios:

  1. Una terrible enfermedad con características endémicas y que se cobraba una buena cantidad de víctimas no respetando ni el oficio ni el talento. De estudiante siempre me llamó la atención el caso de Bécquer, el poeta, morir así tan joven...
    Un saludo.

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    1. Sobre esa sensación tuya tengo la seguridad de que son muchos los que podrían hablar. La poesía, la belleza, la juventud, el sentimiento, vaya mezcla. El que lo vivió lo sabe.
      Saludos

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  2. La tuberculosis se convirtó en una verdadera pandemia en el siglo XIX de la que nadie podía escapar, independientemente de su dinero o su posición social. Y así, las mujeres con tal enfermedad acabaron inspirando a poetas, compositores, dramaturgos, escritores. Puede definirse como la dolencia ligada por antonomasia al romanticismo. La famosa Madame Bovary y su drama de amor sería el modelo de La Boheme, La Traviatta y muchas otras damas de buen vivir que acababan muriendo consumidas por la tuberculosis sin perder su belleza y su poder de amar.
    Un beso

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    1. Hola Carmen. No me dirás que no es valioso transformar algo tan aterrador en obras de arte, en bellezas que aunque lleven su fondo de tristeza y tragedia no te cansas de admirar, como en el caso de las telas de Tissot con Kathleen Newton o el retrato de Valeriano Bécquer a su hermano. Un beso.

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  3. Una dolencia que mató a miles de personas a lo largo de los siglos, plebeyos y nobles, grandes artistas y completos desconocidos.

    Un gran repaso a su historia atroz.

    Un saludo desde Reinado de Carlos II

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    1. Hola Su Gracia.

      Lo triste es que hace un tiempo que volvemos a tener el bacilo de paseo por Europa, traído por nuestros nuevos conciudadanos o contagiándonos nosotros en viajes a sitios de riesgo.. Aunque tengo entendido que con las nuevas medidas de prevención y detección precoz y con la nueva vacuna se prevé tenerlo pronto bajo control.
      Gracias por la visita

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  4. Bueno, pues no sé qué ha podido pasar porque ayer hice un comentario que veo que no ha entrado, Decía que fue un terrible azote esta enfermedad infecciosa hasta el descubrimiento de la penicilina, bien entrado el siglo XX, que muchos trataban de ocultar, artista o no, como Alfonso XII que tosía sobre un pañuelo rojo para disimular su dolencia.
    Un saludo.

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    1. Gracias por avisarme. Parece que ahora va bien.

      Es cierto que no se libró ningún estamento social, mucha realeza y aristocracia cayó también, por lo que no se e puede negar que se trata de una bacteria perversa pero democrática. Ahora hay un rebrote en países desfavorecidos por el hambre, la guerra o, el frío, pero como tú dices, la penicilina ha sido providencial.
      Saludos

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  5. Hola. Enhorabuena por difundir las imágenes de Laennec con su estetoscopio, y por su blog, es magnífico. Le recomiendo la lectura de la novela de intriga médica PRODIGIOSCOPIO, bien documentada y amena. Una forma de conocer a través de una novela entretenida la vida y obra de este médico genial que fue Laennec. Ambientada en los años 80 en Sevilla (todo un homenaje a los 80), con personajes ficticios que conviven con otros reales. En la web podrá obtener más información tecleando la palabra PRODIGIOSCOPIO. Saludos.

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    1. Gracias y felicidades a usted por su libro, al que deseo muy buena andadura. Como podrá ver en el blog encuentro el mundo médico muy literario, por lo que es seguro que “Prodigioscopio” será ameno y divulgativo de la obra y vida de ese gran médico que fue Laennec. Saludos cordiales.

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  6. Extraordinario título Ana María, para una realidad que en otros tiempos fue demoledora. Eso de Koch, bacilo del arte, suaviza lo que era un drama ineludible y constante. Por más que teman rebrotes en nuestra época del terrible mal, la realidad preventiva y curativa actual supera con creces las limitaciones dramáticas de entonces. Mencionas el efecto mortífero de la tuberculosis en el siglo dieciocho y diecinueve y en la historia del mundo es como si eso hubiera sido ayer, lo que demuestra que, en tanto, unos pocos genios y sus colaboradores nos llevaron a la superación de afecciones que iban aparejadas con la pérdida de la vida.
    Por entonces también moríamos de tifus. Hoy solamente resulta equivalente el peligro de algún tipo de cáncer y el autodenominado Estado Islámico.

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    1. En estos momentos sabemos que la tuberculosis está vencida. Pero siempre que una sociedad mantenga sus pautas higiénicas y sanitarias, de lo contrario ahí tenemos al maldito bicho, agazapado y dormitando, esperándonos.

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  7. Terrible enfermedad que para colmo era considerada cómo tabú o enfermedad vergonzosa.Una hermana de mi madre la pasó de jóven pero mis abuelos la enviaron a un sanatorio que les indicó el médico y se recuperó, murió con 96 años.Besicos

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    1. A nivel de abuelos y también de padres, todos tenemos algún familiar que sufrió la terrible enfermedad. Que hoy y aquí por lo general, Gracias a Dios, suele ser cosa del pasado.

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  8. Olá, Ana.
    Nomes de pessoas importantes, como Richelieu, Paganini, Chopin, entre outros, estão nesse teu belíssimo trabalho sobre o mal que os acometeram, a tuberculose. Também na Espanha vidas importantes foram ceifadas por essa enfermidade. Em toda a parte do mundo a tuberculose matou, principalmente antes dos estudos científicos realizados por por Robert Koch e outros, que abriram caminho para a produção de remédios para combater esse mal. Mas, por incrível que possa parecer, Ana, no Brasil ainda morrem de tuberculose milhares de pessoas por ano.
    Com estes teus trabalho, Ana, pratico o meu espanhol, sem usar tradutor ou mesmo dicionário. Gracias!
    Espero que tenhas um excelente domingo.
    Um abraço.
    Pedro

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    1. Estamos empatados, Pedro. Yo también te leo directamente, aunque a veces consulto alguna palabra que no acabo de traducir.
      Me cuentas que hoy en Brasil hay bastantes casos de tuberculosis. Pero estoy segura de que será en zonas donde la sanidad sea difícil de aplicar y controlar, sobre todo en cuanto a la potabilidad del agua y los saneamientos. Muchas veces no es sólo cuestión de medios, también importa mucho lo cultural que nos enseña modos de vida sanos, por lo que admiro y valoro mucho la labor pedagógica de quienes dedican su vida a luchar y difundir el derecho a una vida sana y una existencia digna. Y a quienes si no pueden hacerlo directamente, sí lo hacen colaborando económicamente. Un abrazo.

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  9. La Tuberculosis ha estado presente desde siempre en la humanidad. No es de extrañar, que aun sin saberlo, los artistas la inmortalizaran. El bacilo de Koch, sigue siendo un gran problema de salud pública, y por su puesto seguirá presente en el arte.

    Besos

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    1. Había un halo de romanticismo atractivo en la belleza de una tez pálida moviéndose con lentos ademanes, algo que provocaba sonetos. Moda y pura ignorancia, que se acababa cuando los pañuelos se teñían de rojo y empezaba el final.

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  10. Olá, Ana, com essa triste doença, que tornou-se uma epidemia em séculos anteriores, que aterrorizava milhares de famílias, você assim mesmo nos trouxe belíssimas obras de artistas tomados pelo bacilo de Koch - tuberculose. Lembro há anos, ainda criança, que era algo muito preocupante quando alguém conhecido era tomado por essa doença, todos fazíamos exames. Não foi ainda totalmente erradicada, nos lugares bem pobres ainda existe.
    Tua postagem está maravilhosa.
    Uma ótima semana.
    beijo.

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    1. Me has recordado que en una ocasión hace bastantes años, no sé si por un seguro o un viaje, tuve que hacerme esa prueba, que por suerte dio negativo. Así me enteré de que no estaba tan erradicada como parecía.
      Petonets.

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  11. Llego un poco tarde. La tuberculosis y la literatura siempre estuvieron muy unidas.
    Mi maestro de letras hondas, Juan Alcaide Sánchez, murió de tuberculosis y no dudo de que su propia enfermedad fué la que terminó por cincelar su poesía.
    Besos.

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    1. Me ha gustado lo de "letras hondas", que no había oído nunca.
      Tu apreciación la veo muy lógica. Si pienso en una dedicación que parezca atraer la postración, es la poesía.
      (algo que de ninguna manera deseo a los poetas, que quede claro)

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  12. Hola amiga, muy curioso e interesante el punto de vista que has aplicado a la tuberculosis. Desde luego que no conocía todos esos datos que nos das y que nos enriquecen.
    Para mí hay dos vivencias que me adentraron en ese mundo.
    Una, la lectura de la magnífica novela de Thomas Mann La montaña mágica.
    Y la segunda más personal y dolorosa. Mi padre arrastró secuelas del frío y el hambre que pasó encarcelado durante la guerra civil. Estas secuelas devinieron en tuberculosis al cabo de los años. Nunca olvidaré, siendo muy niña, ir con mi madre a visitarlo a un Sanatorio en Guadarrama.
    Mi padre nos escribía muy a menudo para seguir de alguna manera unido a la familia. Preciosas cartas que pude leer cuando ya tuve algún año más y que encerraban una gran sensibilidad y el interés por la educación de los hijos. Afortunadamente pudo volver a casa después de dos años.
    Me has hecho aprender y recordar. Gracias.

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    1. Me doy cuenta de que además de tu propia experiencia, tan conmovedora y que debió marcarte, como muchos autores has unido la enfermedad con la literatura. No olvidemos Muerte en Venecia, también de Mann, o a Dumas y Margarita Gautier, o a Van der Meersch en las nieblas de Flandes. Y tantos poetas de los que casi puedes oír su tos al recitar sus versos.
      Gracias por compartir tus vivencias.

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  13. Cuando el médico y microbiólogo alemán Heinrich Hermann Robert Koch presentó al causante de la enfermedad maldita, probablemente, muchas personas que la padecían en ese momento se alegraron de su pronta curación. No fue así hasta bastantes años después, en países desarrollados. Con indiscreción, el bacilo de Koch ha atacado y sigue haciéndolo, tanto a personajes ilustres como a congéneres que han pasado por el tiempo de la humanidad sin notables saberes o habilidades. A la vez, quienes les cuidaban han sido víctimas de su extremada maldad. Desde antiguas civilizaciones hasta hace muy poco tiempo, la tisis ha sido amiga de costumbres, modas, falta de higiene, pésima alimentación y, a su vez, enemiga del aire puro, cuidados adecuados, posiblemente, los remedios más utilizados al descubrirla horadando los débiles pulmones humanos. Detenida desde Fleming, en países que poseen acceso a los antibióticos y otros fármacos, no pudieron salvar a jóvenes que han sido los exponentes de la cultura desde la civilización egipcia hasta nuestros días. Tu excelente recorrido por los autores y celebridades en las diferentes manifestaciones culturales y sociales, Anamaría, es un extracto sabio y concienzudo de las terribles consecuencias que ha tenido el bacilo de Koch al segar, tempranamente, la creatividad e ideales de tantos maestros. Koch fue el precursor de su destrucción al descubrirlo en 1882, como lo fue del bacilo del cólera al año siguiente y propuso los postulados que llevan su nombre para las generaciones que le han sucedido. Como fundador de la bacteriología, su meticulosidad ha preservado al saber y la cultura de un fin prematuro. Sin embargo, en la actualidad, gran número de seres humanos desarrollan esta enfermedad por falta de medios que destruyan al bacilo. Un abrazo.

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    1. Lo triste no es que no haya medios, que también. Lo triste es que países que bien gobernados podrían erradicar las lacras sanitarias, por culpa de la corrupción y los gastos de armamento mantienen a sus pueblos en perpetua desprotección. Según La OMS, India, China, Indonesia y Sudáfrica van a la cabeza en muertes por tuberculosis y no son precisamente países pobres.
      Qué mundo, Antonio.

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  14. Pues sí, antes de Fleming tenía un pronóstico mortal. Muy interesante los personajes que has elegido. No puedo imaginar en ese estado a la venus de Boticceli y a la hija de Sorolla en ese luminiso cuadro. Por asociación de ideas, La dama de las Camelias, Marguerite Gautier, al parecer inspirado en un personaje real.
    Como siempre, A a María, un placer leerte.

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    1. Gracias, Pilar.
      En Barcelona hay un monumento a Fleming desde 1956 y en una ocasión vino su viuda a un homenaje. Ese sí que fue un benefactor de la Humanidad.

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  15. Qué grave y triste dolencia!!.
    Me encanta Bécquer y es muy lamentable su muerte tan prematura.
    La enfermedad no respeta a nadie.
    Un beso.

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    1. Por esa época murieron muchos pintores y literatos jóvenes. Ya se sabe. Mucho alcohol, mucha noche, poco comer y mucho desgaste, es un cóctel ideal para los contagios. Un beso, guapa.

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