... ¡Hoy! te diré yo
bajo el sol nacido,
tocándote el alma
tus sienes doradas,
los ojos inmensos de tu
cara maga
evitando azules
mis negras miradas.
… Y la aurora plena,
cantando entre granas,
prenderá sus fuegos
en las ramas blandas.
Tus pies en la tierna
yerba con escarcha,
tus cabellos verdes,
tu desnudez malva.
... Y tú me dirás,
huyendo: Mañana...
Juan Ramón Jiménez
Lyonel Feinenger
Kees van Dongen
La joven. Gustav Klimt
Edward Munch
Sotheby's. Lyonel Feinenger
Anglada-Camarasa
Raquel Azqueta
EL COLOR DEL PODER
(Y DE LA MUJER)
Publicado en Gaudí y Más. 6 de noviembre 2021
Inmerso durante toda la jornada junto a su profesor alemán de química, August Wilhelm von Hofmann, en la tarea de sintetizar de forma artificial la quinina que el Gobierno británico necesitaba para curar la malaria, William Henry Perkin, con sólo 18 años, siguió intentando la operación por su cuenta en el pequeño laboratorio que había instalado en su casa de Londres. Ambos hombres buscaban la forma de abaratar el medicamento que se extraía del árbol de la quina, en los lejanos Andes de Sudamérica.
Era la Semana Santa de 1856. El joven se encontraba manipulando la anilina para oxidarla, cuando vio que el resultado se había convertido en una pasta sólida y negruzca. Deteniendo el trabajo empezó a limpiar con alcohol el recipiente, dándose cuenta de que entre la masa habían aparecido ciertos grumos de un engrudo púrpura. Él aún no sabía que había descubierto el primer tinte sintético que acabaría llamándose así: Púrpura de anilina, o simplemente púrpura, entre los otros muchos nombres que terminarían dándole al color.
Claude Monet
Si este texto lo hubiera escrito hace unos años, diría simplemente que el hallazgo fue una casualidad. Hoy no, hoy diré que fue cuestión de serendipia, un anglicismo proveniente de un antiguo cuento persa que acabo de leer, Los príncipes de Serendib (1). El caso es que son infinitos los avances de la ciencia que nos han traído los azares, del antibiótico a la Viagra, del marcapasos al pósit, inventos por chiripa con los que sus creadores hicieron fortunas.
Pocos tonos podrán ser tan aprovechados en simbolismo como el presente. Si para Goethe aportaba una seria dignidad, también existe la creencia de que si se mezcla con el negro evoca la desesperación y la crueldad, y si con el blanco, la muerte y la rigidez. Aunque si hemos de creer a Gustav Klint, nada mejor que envolver a la figura femenina en ese color para representarla en clave erótica y libertina.
Eugenia de Montijo en el centro con lazo malva. Franz Xaver
Rey George VI, Gran Bretaña
Todo eso sucedió con el hallazgo de Perkin, quien en silencio y con la ayuda de su hermano y un amigo lo patentó pocos meses más tarde para comercializarlo. Y partiendo del mismo principio, se dedicó a sintetizar otros colores hasta entonces privativos de las clases altas, por su elevado precio al obtenerlo de manera natural. Como era el caso de las túnicas malvas de los senadores romanos, conseguidas en la fenicia ciudad de Tiro a partir de la mucosidad de la caracola Murex Brandaris, de coste superlativo, ya que para conseguir un gramo de púrpura se precisaban 9000 moluscos.
Con su afilado instinto para los negocios, a los 21 años William Henry Perkin ya se había convertido en millonario.
Ana Mª Ferrin
(1) Chiripas de la Historia. Gonzalo Ugidos. La Esfera de los libros.
El descubrimiento, por casualidad, de la púrpura de anilina debió ser parecido al de aquel homínido que fabricó por vez primera fuego de casualidad al golpear su pedernal sobre otra piedra para dar forma a su utensilio de casa. La sorpresa -y la alegría consiguiente- tuvo que ser de órdago. Y todos ganamos con los dos "inventos".
ResponderEliminarSaludos, Ana.
Al parecer son un buen número los descubrimientos científicos a partir de la casualidad. Nosotros mismos guardamos situaciones donde el azar ha jugado un papel importante.
EliminarTengo por ahí un artículo sobre el tema. A ver si lo traigo.
Saludos.
Desconocía todo lo que cuentas y me ha sorprendido cómo fue el descubrimiento tan casual de la púrpura de anilina. También me he quedado impactada con los 9000 moluscos que se necesitaban para obtener 1 gramo de púrpura.Besicos
ResponderEliminarLo que él detectó eran partículas minúsculas, pero a su buena vista añadió un especial olfato para captar la gran importancia de un dato que podía tener un largo recorrido de aplicaciones.
EliminarUn abrazo, Charo.
Pues sí, Ana María, bendita serendipia que ha permitido a lo largo de la historia encontrar inesperadamente tantas y tantas cosas que han facilitado la vida de la humanidad.
ResponderEliminarY no hubiera sido serendipia haberte encontrado por las calles de Barcelona cuando estuve el pasado fin de semana. No, porque iba mirando a mi alrededor por si te veía. La verdad es que era harto difícil.
Fue una maravilla la visita guiada a la Sagrada Familia. Qué puedo contarte a ti que no sepas...
Eso sí, lo que vi por primera vez fue la Casa Navás, en Reus. Me dejó encandilada. Esos mosaicos, vidrieras, marquetería... Y esa arquitectura de Lluis Domenech tan espectacular.
Un fin de semana muy aprovechado por tierras catalanas, aunque no funcionara la serendipia.
Por cierto, comimos en un espacio realmente bonito. Digo espacio porque se sale de los cánones de un Restaurante al uso. En una bocacalle de Paseo de Gracia. El Nacional. Seguro que lo conoces.
Un abrazo.
Conocía el local por su pasado histórico de ocio como teatro, bar, baile, etc. y más tarde por haber sido un concesionario de coches de lujo en los años 30. Pero como restaurante fui la primera vez hace pocos años, cuando una de mis nueras nos llevó allí. Es un lugar curioso, de varios ambientes y muy céntrico.
EliminarLo de que no nos encontráramos es lógico. Tampoco te encontré a ti la vez que fui a tu tierra, cuando estabas tan ricamente al sol en tu adosado y tu piscina.
Lo bueno es que has visto cosas interesantes. La Casa Navás es de otro mundo. Tuve la suerte de visitarla cuando aún vivía la que entonces era su propietaria y escucharle contar su historia.
Diré de la Casa Navás, que por muchas vueltas que he dado, incluida la zona alemana que siempre había sido mi top en belleza en cuanto a interiorismo, nada pude compararse a esta maravilla que considero una belleza cúbica.
Además de D. i Montaner, allí se juntaron los máximos artistas, empezando por Gaspar Homar, que llevó la completa idea del diseño, pasando a escultores, vitralistas, pintores, creadores de mosaicos y ebanistas que eran lo mejor de su época.
Una mención especial merece el conjunto de su luminoso color, acuático y soñador.
Por dimensiones y presupuesto está en las coordenadas de Gaudí y su Palau Güell. Aún así, siendo éste una realización notable, en mi opinión fue una construcción fallida por lo fúnebre del resultado. El dinero se invirtió a espuertas y sólo lo mejor fue bueno para ese palacete de mafil y carey, donde a pesar de su coste, ni el más mínimo rayo de luz alegra sus estancias.
Abrazos para ti, ConchiMarin.
No sé si llego a tiempo para que me contestes. Es que no capto bien a qué te refieres en el cuarto párrafo cuando hablas de ..."incluída la zona alemana que siempre..."
EliminarGracias por tu atención.
Me refería a que un verano visité bastantes palacetes y casonas en Alemania, por Heidelberg y alrededores, y por dentro eran muy luminosos, parecían seguir un mismo patrón de luz y claridad. Sin tener nada que ver me recordaron a los interiores de Palladio, en Italia.
EliminarY así vi la Casa Navás con sus vitrales claros y su piedra blanca. Deslumbrante.
Cuánta correspondencia entre los versos de Juan Ramón Jiménez, y las pinturas para dejar palmario, el poder de la mujer. A quien como hombre no le ha pasado, después de la ebriedad de la desnuda, ser pausado, detenido en u intención lúbrica y pasional. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarSin el aporte de la química, la pintura no tuviera la posibilidad de una paleta de multiplicación del color y la belleza. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarNo puede negarse que el poema de Juan Ramón es un completo mapa de intenciones del que tan sólo tomé una síntesis. Pero el buscarlo y leerlo en toda su extensión, nos da idea de cómo elaborar todo un edificio para envolver una situación, cuando con sólo rescatar la primera y última palabra ya bastaba.
EliminarNo se puede tener más arte, Carlos.
Después de leerte y ver las famosas pinturas entiendo mejor los versos de Juan Ramón Jiménez.
ResponderEliminarRealmente no sabemos con exactitud cuantos descubrimientos se han realizado por casualidad, de saberlo probablemente quedáramos atónitos.
Un gran abrazo Ana y buena semana.
Y cuántos deben haberse perdido por no estar atento al momento clave del descubrimiento.
EliminarEs la suerte, Juan, un elemento volátil que no siempre apresamos.
Saludos y buena semana también para ti
Hola Ana maría
ResponderEliminarSigo descubriendo a través de tu crónica. Hoy, como surgió el primer tinte sintético.
Respecto a las pinturas me quedo con las de Monet, Gauguin, Turner y Hockney.
Por si acaso fuera cierto lo que dijo ese tal Klimt (no tengo idea de quien es) me voy a comprar un vestido violeta 😂 😂
Beso
Y harás muy bien. Ya nos contarás qué tal te ha ido.
EliminarEl poker que has escogido no está nada mal.
Otro para ti.
Me gusta mucho esta crónica, esta entrada empezando por el poema de Juan Ramón Jiménez y como va derivando y descubriendo el origen del púrpura, muy bien documentado.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Saludos.
Cuando te pongas frente a un atardecer de olor violeta con tus acuarelas, quizá recuerdes cómo se descubrió el color.
EliminarY para rizar el rizo, evoques el poema de Malva Flores rememorando el que fue "el verano de la plenitud".
Saludos J.Aº.
Gran Juan Ramón Jiménez!!.
ResponderEliminarHoy coinciden muchas cosas que me encantan.
Los poemas de Juan Ramón, ese gran descubrimiento que nos explicas de manera tan estupenda y ese color morado, malva o violeta que es uno de mis favoritos.
Gracias mil.
Un beso.
Me parece un color que siempre favorece. A veces hace tímida a la modelo. Otras arrebatada y misteriosa.
EliminarGracias por el paseo, Amalia.
Chiripas: una palabra que se ajusta perfectamente a estas casualidades, a mi en el otro sentido como se conocen en Venezuela no me son muy simpáticas .Por cierto con las anilinas tengo malas experiencias en las moletas de vidrio para generar colores.Desde que el humano descubrió el tejido como se las ha ingeniado para realzarlo.
ResponderEliminarAna María: no me había enterado de esta entrada es que la verdad este mes es de madrugones forzados y trasnochados obligados todo por el arte :)
Un abrazo fortísimo
ResponderEliminar-Preciosa poesía ; me gusta mucho su lírica: dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer tuvo una buena compañera de batallas.-Una paisana que fue una eminencia en letras , pero nació en la época equivocada ¿verdad?
Estás bien informada del señor Jiménez.
EliminarAparte de su genio poético, el individuo era, dicho con elegancia, un coñazo.
Megahipersensible, depresivo, enfermizamente delicado, ególatra e hipocondríaco al cubo. Mientras, su dócil compañera aparcaba para más adelante su amor por la literatura y sus problemas de salud. Tanto, tanto, que cuando quiso curarse ya no tenía remedio.
Dios nos libre de querer tanto, Bertha. Saludos.
Un color muy cotizado desde la antigüedad, símbolo de estatus, de poder, de riqueza y de sacralidad. Ahora lo resumimos en una sola palabra: morado. Un color más.
ResponderEliminarPor cierto, que no era sólo morado porque la gama de colores a la que pertenece varía desde el color granate oscuro, al morado, lila y rosa fucsia. Un dolor de cabeza para los pintores.
Un beso
Cierto. Sólo un color más.
EliminarPensándolo bien, los dirigentes romanos podían haber utilizado otro color. Un gramo = 9000 moluscos. Anda, que no tiene delito la cosa...
Besos.
Hola Ana:
ResponderEliminarInteresante. No me atrae este color en particular. Pero ya veo pasado.
Cuanto nos han dado las serendipias...Y lo que nos darán...
Besos.
El libro que cito tiene buena cantidad de esas casualidades, de las que muchas se ha nutrido la ciencia.
EliminarLa especulación y la incredulidad también tienen su lado positivo, Manuel.
El púrpura y su opuesto en negativo: el dorado, son arte.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Lo que dices debe tener su razón, que ignoro: ¿púrpura opuesto a dorado?
EliminarCuando tengas un momento me lo aclaras, Carlos.
Olá, Ana, essa cor é maravilhosa, juntamente com o lilás. Essa cor me é muito familiar desde criança. Aquela minha tia, de 102 anos, que citei na minha última crônica, foi Decoradora de Interiores, trabalhou na TV Tupi do Rio de Janeiro entre outros lugares, há muitos anos, claro. A cor preferida dela era roxo e lilás, tanto é que a casa dela sempre predominou o roxo nos carpetes, etc., tanto quanto algumas de suas roupas. E o lilás, também. E começando pelos brincos!! Tinha e tem um gosto muito requintado. e foi numa época em que quase ninguém usava essa cor por aqui. Foi dela que peguei o gosto pelo roxo, sem dúvida.
ResponderEliminarEntão, quando vi essa sua postagem do roxo em obras de arte adorei, quando for à sua casa, falarei nisso e mostrarei no computador dela. Interessante como surgiu o roxo.
Catarina a Grande está um luxo! Sem dúvida é a cor mais requintada!
Gostei muito do poema de Juan Ramon.
Um ótimo fim de semana pra você, Ana!
Beijo.
Recuerdo que cuando publiqué la entrada sobre "El rojo en el retrato", ya me dijiste que era tu color preferido. Te pongo el enlace para que cuando veas a tu querida tía se lo enseñes.
EliminarY salúdala de mi parte.
Tenía razón Valentino al decir que una mujer vestida de rojo, siempre será atractiva.
Un beso.
https://amf2010blog.blogspot.com/search?q=rojo
Sobre la quinina, sólo un apunte. Aunque fue un británico quien trataba de sintetizarla, fue una española, Francisca Enriquez de Ribera, esposa del IV conde de Chinchón, a quien se atribuye el descubrimiento de la quina, por haber curado con una infusión de la corteza de dicha planta durante su estancia en Perú, en los tiempos de Felipe IV. Una interesantísima entrada por su texto (no conocía el origen del término usado de unos años a esta parte para atribuir un descubrimiento a la casualidad) y por la belleza de los cuadros, y por que mientras escribía este comentario no he podido dejar de canturrear la musiquilla que sonaba por las calles de Viena, mientras Harry Lime, se escondía entre las sobras de la noche.
ResponderEliminarUn abrazo, Anamaría.
Me alegra verlo por aquí, amigo DLT.
EliminarLa chiripa de un instante luminoso, esa que nos ha hecho avanzar como humanos, debe haberse dado muchas veces, porque sin ser una especialista en el tema he leído bastantes.
Saludos.
'Bendita casualidad!
ResponderEliminarMe he quedado un buen rato admirando el cuadro de GUSTAV KLIMT, me encanta, y no solo el que admiro en esta entrada, me emociona el contemplar también el Beso y el ÁRBOL DE LA VIDA.
Otro que ha llamado también mi atención por su colorido, ha sido el de Monet, no he podido remediar el acordarme también de alguien al que admiro muchísimo por su obra llena de colorido y belleza: Sorolla.
Te dejo cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
Sorolla enamora, de él recuerdo siempre la vida que transmiten sus cuadros, mar, cielo, luz y tantos azules, de limpios y tiernos a desmelenados. También el azul es un color con una rica historia, Kas.
EliminarUn besazo.
Buena lección nos dejas el color purpura o morado. Siempre asociado a elegancia y delicadeza.
ResponderEliminarCuantas veces una casualidad ha dado grandes descubrimientos.
Bien utilizado por pintores de todas las épocas.
Todo un lujo de entrada.
Buen martes.
Un abrazo.
Cuántas historias interesantes nos aguardan en el mundo del arte para ampliar nuestro equipaje. Nunca nos defraudan, Laura.
EliminarOtro para ti.
Bienvenido y gracias por tu tiempo, Francisco.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy interesante. Gracias por la información.
ResponderEliminarEs un color polivalente que sirve para muchas cosas.
Salu2.
Aparte, según su intensidad puede aparecer misterioso o seductor, ingenuo o malvado.
EliminarCada uno, con sus propios ojos, Dyhego.
De lo más interesante tu entrada de la cual he aprendido mucho Ana Mª. Las pinturas son deliciosas.
ResponderEliminarBesos.
Cuánta variedad, Conchi.
EliminarY como nos detengamos a ver las flores, es un banquete de color.
Besos a ti.