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Sant Quentin S-S - copia "SAN QUINTIN sur Sioule" Auvernia, Francia. Lugar de los antepasados de Antonio Gaudí.



MANUEL FRAGA IRIBARNE


 Forzas do ar, mar e luma
a vos fago esta chamada
si es verdade que tendes
mais poder ca humana xente
eiqui e agora facede cos expritos
dos amigos questan fora
participen con nos
desta queimada.
 
Los padres de la Constitución. De pie, J.P.Pérez Llorca,
 G. Cisneros y M.H.Rodríguez de Miñón, de UCD. En primer término,
 M.Roca i Junyent de CyU, M.Fraga del P.P,
 G.Peces Barba del PSOE y J.Solé Tura del P.C.E.
  
MANUEL FRAGA IRIBARNE

Publicado en Sant Andreu Express en agosto de 1987

  
                   Al tiempo que removía la mezcla llameante de aguardiente blanco, azúcar, unos granos de café, cáscara de limón y trozos de melocotón, Manuel Fraga Iribarne anunciaba su candidatura por Alianza Popular al Parlamento Europeo abandonando la política nacional, y como en la canción, sentí que algo nuestro se iba con él.
                    
                 Desde mis tiempos de Zipi y Zape su presencia había crecido conmigo, significando el triunfo de un sistema político, el aplastamiento por la prepotencia de los más listos, ricos, altos, números 1 de promociones. En una entrevista de los años setenta declaraba muy satisfecho que él era ante todo un profesor. A saber, que él hablaba y los demás escuchaban, él conocía y enseñaba a los demás, ¡Y punto!.
                 
               Hombre básicamente visceral a pesar de su brillantez académica, explicaba sus acciones con una falta de lógica meridiana:
           
             - -Jamás reconoceré legalidad a un dictador que lleva veinticinco años sin permitir unas elecciones a su pueblo-, (sobre Fidel Castro), olvidando que la mejor parte de su ascensión política se había cumplido bajo un jefe al que sólo con la muerte dio paso a las urnas.
                   
            - - La penalización del aborto es necesaria para así distinguir a una mujer honrada de una que no lo es-, eran otras declaraciones suyas sobre la marcha, seguido discretamente por su elegantísima esposa, rubia hitchcockiana de piel dorada. No es que el político fuera insensible al sufrimiento de tantas mujeres, es que, simplemente, el éxito constante le incapacitaba para entender el drama que puede significar ese tema para quien lucha por salir adelante.
                     
                  En los últimos años se tragó tres derrotas en otras tantas elecciones, aunque según su particular visión seguía triunfando. Una frase antológica de su compañero de partido Luis Olarra: -Fraga no gana. Y si no gana es que pierde-, anticipaba la rotura de un rosario por el que, como cuentas, fueron soltándose Alzaga, Vestringe, Segurado, los banqueros…
                   
                  Y ahí, en ese principio del desastre, se gestaba un hombre nuevo. El que empieza a conocer de qué va la película, la traición, el abandono de hombres a quienes él había promocionado, viejos amigos que desaparecían. Por primera vez se enteraba de que en la vida no siempre se gana, de que a veces es preciso recoger el ánimo del suelo y recomponerlo para seguir adelante a trancas y barrancas, no ya hacia la cumbre, sino simplemente para ver el próximo amanecer. Semejaba el canto del cisne para una figura que reconvirtió al sector ultra en derecha democrática y a quien, con seguridad, los estudiantes y periodistas de Catalunya no olvidarán fácilmente su época ministerial.
                     
                  O sea, que como suele decirse, cuando empezábamos a poder entendernos, cuando le habíamos entreabierto los ojos, cuando ya lo teníamos medio enseñado, coge y se nos va a la mili.

                   Lástima

Ana Mª Ferrin

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