EL LÍDER SOCIALISTA VISITA LA REDACCIÓN DE SANT ANDREU EXPRESS, Y CONCEDE A ESTE PERIÓDICO UNA ENTREVISTA EXCLUSIVA.
Raimón Obiols durante su entrevista con Ana Mª Ferrin en el restaurante Allioli |
Obiols cree que en política hay mucho pollo de granja
Visita a la redacción de Sant Andreu Expréss |
Raimon Obiols, ese profesor universitario de geografía y geología que lidera el Partit dels Socialistes de Catalunya, no se mordió la lengua en la entrevista concedida a este periódico, durante una visita que giró a la redacción. Arremetió con fuerza contra las declaraciones de Jordi Pujol relacionadas con la base de Torrejón, y aseguró que el presupuesto de la Generalitat da para mucho más.
Publicado en Sant Andreu Expréss. Abril 1988
-Para un observador de la realidad catalana, en caso de salir elegido president de la Generalitat, usted tendría una dificultad accesoria. De no llevar su programa a término no podría echar la culpa al gobierno de Madrid.
- Eso puede ser interesante para Catalunya, donde ahora nos encontramos en una situación anormal, tenemos un gobierno de derechas que utiliza una especie de escapulario «detente bala». Por ejemplo, cuando en un pueblo se construye una escuela se apunta un tanto, y cuando no la construyen no es responsabilidad suya porque no le dejan dinero. La Generalitat maneja una cantidad de dinero notable, 670.000 millones de pesetas. Y esto corresponde a medio millón de pesetas por familia media de Catalunya, una cantidad que puede dar para hacer muchas cosas.
Conversando con el nigeriano Luc Mann |
- Es absurdo ver a gentes que se creen que Catalunya es suya y de nadie más. Como diría un abogado, Catalunya es una propiedad indivisa y cada uno de los seis millones de hombres y mujeres que la habitan es una seismillonésima parte copropietaria de esa propiedad.
- En su libro “Los futuros imperfectos” se aprecia una línea bastante más a la izquierda de la que está resultando la política del Partido Socialista en el Gobierno del Estado. ¿Se encuentra usted bien definido en esta observación?
- Por historia y por tradición, el Partido de los Socialistas de Catalunya y la propia sociedad catalana tienen unos componentes propios que se respiran en este libro. Es menos estatal y más partidario de la presencia asociativa, a la vez que más descentralizador. También existe una crítica a determinadas formas que pueden ser identificadas con la «beautiful people» de las revistas del corazón. En ese sentido, sí creo que puede decirse que mi libro representa tal vez la reacción de la sensibilidad de izquierdas dentro del espacio socialista en España.
FEDERALISMO
- Sería positivo tratar de explicarle con sencillez al futuro votante en qué consiste el proyecto de federalismo que propugna su grupo.
- De una manera simple no le hablaría de ideas, sino de cifras. Hoy, de cada 100 pesetas, 66 son gestionadas por el Gobierno Central, 14 por los ayuntamientos y 20 por la Generalitat. El federalismo consistiría en que, de cada 100 pesetas, 50 fueran gestionadas por el Gobierno Central, 25 por los ayuntamientos y las restantes 25 por la Generalitat. Eso es lo acostumbrado en los países con esa estructura, y cualquiera que haya viajado por Europa sabe que un régimen federal mejora las condiciones inmediatas de vida de los ciudadanos, porque significa multiplicar el peso de los ayuntamientos. Sería una pequeña revolución, que sin aumentar la presión fiscal, se traduciría en una redistribución más justa de los recursos.
- Si las cuentas son así, el ciudadano se preguntará por qué convergencia no respalda su proyecto.
- Yo creo que existe un argumento definitivo que hace que no les guste nuestro planteamiento. El que con esta transparencia el Gobierno Autonómico habría de ser responsable fiscalmente. Ahora mismo, si usted le pregunta a un ciudadano que pasa por la calle si él sabe a quien tributa a través del impuesto sobre la renta, las tasas, etcétera, de cada diez a quienes pregunte, nueve le van a decir que tributan al ayuntamiento y al Estado. Lo que queremos es que se produzca una situación de responsabilidad por parte de todos. Esos 670.000 millones que administra la Generalitat no salen de una máquina de hacer billetes del sótano del Banco de España, sino de los bolsillos del ciudadano, pero esto no es percibido por la opinión pública. Esto genera que el ciudadano le pida pocas responsabilidades a la Generalitat, y así se refleja en el resultado de las elecciones catalanas.
- Hace poco usted declaraba que Convergència es la derecha pura y que por mucho dinero que se gasten para disimularlo, eso no hay asesor de imagen que lo arregle. ¿a usted qué le aconseja su asesor de imagen para que mejore sus resultados?
- ¿A mí personalmente?. Sucede que no sé si esto tiene credibilidad en este momento, pero le aseguro que no tengo asesor de imagen. Yo no creo en la política de espectáculo.
- Usted debe leer las encuestas y sabe como van, supongamos que acaban inclinándose a su favor y sale usted elegido president de la Generalitat. ¿En qué punto de su programa estamparía su primera firma?.
- Haría varias cosas simultáneamente. Reuniría a los responsables del sistema educativo para firmar un plan de urgencia que mejorara la situación crítica actual, que provoca la desmotivación del profesorado, y así conseguir un nuevo clima de colaboración entre todos. Desarrollaría de forma inmediata un programa que estudiara a fondo el porqué existen en Catalunya áreas desarrolladas que han recibido inversiones de hasta 400.000 pesetas por habitante, y sin embargo, otras más necesitadas como las zonas rurales y marginales que sólo han recibido 15.000 por habitante. Como hombre de progreso esto me preocupa, porque no sé si esta actuación ha sido deliberada o simplemente es que ha salido así.
En todo caso, tan grave me parece una cosa como la otra. Y la primera de las prioridades, abrir la Generalitat a todos los partidos. A nosotros se nos ha marginado, y yo la abriría a todas las fuerzas políticas sin excepción para decirles lisa y llanamente que la Generalitat es la casa de todos, no de un partido. Daría un «status» claro a la oposición, integrando a todas las fuerzas políticas en una cooperación que diera una característica de unidad de la Generalitat ante el Gobierno Central.
En todo caso, tan grave me parece una cosa como la otra. Y la primera de las prioridades, abrir la Generalitat a todos los partidos. A nosotros se nos ha marginado, y yo la abriría a todas las fuerzas políticas sin excepción para decirles lisa y llanamente que la Generalitat es la casa de todos, no de un partido. Daría un «status» claro a la oposición, integrando a todas las fuerzas políticas en una cooperación que diera una característica de unidad de la Generalitat ante el Gobierno Central.
- Referente a las negociaciones con la Moncloa, el president Tarradellas avisaba en una entrevista que al político catalán siempre se le recibe en Madrid con un cepillo o un palo. ¿Cómo reacciona usted antes estos estímulos?.
- El cepillado me deja muy indiferente. En cuanto al palo, si se me acerca alguien con uno, ya procuraré yo coger otro palo mayor.
- ¿Cómo escoge usted sus colaboradores?. ¿Qué busca en ellos prioritariamente?.
- Yo busco, antes de nada, que sean buenas personas e inteligentes, por ese orden.
- Usted ha reaccionado vivamente ante las declaraciones del president Pujol sobre su disconformidad con instalación de la base de los F-18 del suelo peninsular.
- Mire, es que estas declaraciones me hubiera gustado que las hubiese hecho en Torrejón, no en el extranjero. Me parece muy poco serio por dos razones. Primera, porque van contra la voluntad popular libremente expresada. Y más en Catalunya, donde triunfó el «No» a la Alianza Atlántica. Y la segunda razón me parece aún más grave, como es la de protestar porque se quiten sesenta aviones F-18 de una base situada muy cerca de una aglomeración de más de tres millones de habitantes. Si está a favor del mantenimiento se tiene que decir exactamente donde se quiere que se produzca ese mantenimiento. Implícitamente, el president Pujol venía a decir que vería encantado y con buenos ojos que esos aviones se instalaran en Catalunya, y lo que hice, sencillamente, fue preguntarle donde quería ponerlos.
- Como geólogo, ¿de qué piedra diría usted que está hecha Catalunya?
- Je, je... De eses piedras que se convierten en panes, según diría Cervantes.
- Y Raimon Obiols, ¿de qué piedra está hecho?.
- Yo soy bastante de piedra picada, me considero un corredor de fondo, una persona que ha buscado más el respeto de la gente que una popularidad inmediata. Y sigo en esa dirección.
- Cuando declaró que Vd. era resistente porque era un «pollastre gratapallers», o sea, un pollo que corre por la granja recibiendo picotazos y tragando todo, ¿a qué se refería?.
- A que en política hay mucho pollo de granja alimentado artificialmente, con poca sustancia. Creo, ¿eh?.
- Entonces, si en las elecciones francesas una revista le adjudicaba a Miterrand una liebre como mascota, con esa respuesta que me ha dado su mascota podría ser ese animal domestico y bravo.
- Je, je, je. Lo del «pollastre» no está mal, no está mal. Miterrand por ejemplo, es también un corredor de fondo, porque antes de ganar las elecciones a la Presidencia había perdido otras cuatro. Yo sólo he perdido unas, las del 1984. Aún me queda bastante por correr, para perder y ganar.
ABSTENCIONISMO
- Diríjase a ese ciudadano que no vota porque se dice a sí mismo: «Todos los candidatos son iguales y no va a cambiar nada». ¿Cómo le convencería para que votara, y que además, prefiriese su opción?
- Le diría que el precio que se paga con la abstención es la sumisión. Es media hora nada más que puede cambiar nuestras vidas no en un sentido trascendental, pero sí en aspectos muy concretos. Y si el elector es de izquierda, le diría que la derecha nunca se abstiene. En el campo de la izquierda hay siempre más sufrimiento y desesperación, más desánimo, porque las cosas son más duras en los sectores que tradicionalmente votan izquierda. La derecha siempre, siempre, siempre va a votar, porque no se chupa el dedo y sabe claramente que se juega algo tan importante como es el resultado de las elecciones. Por eso, la abstención de un hombre o una mujer de izquierdas es un voto que se entrega a la derecha. Y eso es así exactamente.
Ana Mª Ferrin
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Una visita a la redacción y un recorrido por el barrio de Porta
Meses atrás la redactora de este periódico se cruzó con Raimon Obiols por la calle Princesa. Llevaba del asa una lata de pintura en cada mano y a su lado caminaban dos de sus tres hijas. En relación a la anécdota ha recordado de buen humor que fue un intento de bricolaje en el piso grande y antiguo donde vive, cercano a la plaza de Sant Jaume, en el que la entrada de los pintores desemboca obligatoriamente en una hermosa factura. Llamaba la atención su mirada, que se posaba aparentemente distraída a su alrededor, señal inequívoca de quien no se pierde nada de lo que está sucediendo. A sus cuarenta y ocho años, conserva en su rostro mucha de la expresión que su padre pintara en diversas composiciones de encantadores ángeles del Monasterio de Montserrat o del Ayuntamiento de Barcelona.
CICLISTAS
Hasta que de pronto ríe de buena gana, y ahí se acaba toda referencia angélica. Su cara, llena de hoyuelos, se transforma en felina y se ve claro que este geólogo hijo de pintor y nieto de carbonero, es muy capaz de plantarse ante quien sea y de extraer de su interior energía de sobra para llevar a término sus proyectos, trabajados a fondo desde que empezó a colaborar en política en 1957. En dos horas de trato hay ocasión de observarle variados registros humanos. Paseando cien metros camino de la redacción, Obiols hizo un alto para conocer al grupo de ciclistas veteranos que ya fueron motivo de reportaje en SANT ANDREU EXPRESS. Ahí se produjo una espontánea conversación con los deportistas, interesándose por su afición. Aún no se había despedido y apareció un vecino natural de Nigeria, profesor de inglés en un colegio del barrio, y fue África y su situación la que enhebró el diálogo entre el candidato a Honorable President de la Generalitat y el simpático Luc Mann, llegado a Catalunya para estudiar ingeniería industrial.
VIGILANTE "A LA VOLUNTAD"
Un cruce del Pº Fabra y Puig, y subida a la redacción para conocer dónde y cómo se edita SANT ANDREU EXPRESS. Luego bajó de nuevo a seguir camino hacia el restaurante típico de la calle Alella, que acogió en sus cuevas una entrevista tamizada de sol sobre sus manteles a cuadros. Relajado, Raimon Obiols bebió una tónica, al tiempo que contestaba minuciosamente, desmenuzando las respuestas ante una reportera que hubiera deseado que fueran radiadas en lugar de escritas, por la dificultada que supone tener que condensar las exposiciones de un profesor de Universidad que hace once años dejó las aulas para intentar la aventura de un nuevo futuro para Catalunya. Fue una conversación en la que a todo lo que se le preguntó dio respuesta, sin solicitud previa de temario.
Cercano de nuevo a su coche, se paró en el descampado de las obras de la calle Río de Janeiro para comentar «¿cómo va el negocio?» con uno de esos personajes que le echan valor a la vida, Domingo Cortés, que baja todos los días del barrio del Carmelo a las 6 de la mañana y ahí se está hasta las siete de la tarde, ordenando a su aire lo que antes era un caótico aparcamiento con la sola autoridad de un letrero pegado a la camisa en el que puede leerse un artesanal «Vigilante a la voluntad».
Cercano de nuevo a su coche, se paró en el descampado de las obras de la calle Río de Janeiro para comentar «¿cómo va el negocio?» con uno de esos personajes que le echan valor a la vida, Domingo Cortés, que baja todos los días del barrio del Carmelo a las 6 de la mañana y ahí se está hasta las siete de la tarde, ordenando a su aire lo que antes era un caótico aparcamiento con la sola autoridad de un letrero pegado a la camisa en el que puede leerse un artesanal «Vigilante a la voluntad».
Dos días más tarde, en su puesto, comentó, apoyándose en la garrota: «Parecía muy serio, pero se enrolla bien este Maragall, ¿eh?».
Ana Mª Ferrin
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