EL GUARDÍAN DEL RITMO. LUC PEIRE

REEDICIÓN

                   Al pintor belga Luc Peire (*) se le considera uno de los maestros de la abstracción vertical. Desde sus inicios en Brujas su evolución fue constante hasta desembocar en un verticalismo abstracto de movilidad y ligereza extremas, en el que ha sido considerado un maestro.

                  En nuestro blog nos detendremos en su encuentro con el escultor Josep Mª Subirachs, tan decisivo para el autor de la Fachada de La Pasión en la Sagrada Familia de Gaudí. 

 La obra más conocida de Peire, su instalación Environment  (Entorno)

Fundation Jenny & Luc Peire. Imagen sup. fachada, inferior, jardín con La Mujer de Putifar 

La autora en el jardín de la Fundación Jenny&Luc Peire, en Knokke, Bélgica, junto a la escultura de

Josep Mª Subirachs, La mujer de Putifar

SUBIRACHS Y LUC PEIRE EN KNOKKE

Publicado en Gaudí y Más. 2 de agosto de 2011

Publicado en Gaudí y Más. 22 abril de 2017                            

                               
    
                   En sus inicios Luc Peire formó parte de localismos conservadores como el llamado Expresionismo Flamenco en compañía de Constant Permeke, pasando a figurar en el movimiento La Joven Pintura Belga. Y si su obra comenzó siendo expresionista, más tarde evolucionó hacia una estilización de la figura humana representándola cada vez más espiritual, buscando su esencia hasta simbolizarla en un movimiento vertical.

   En esa clave trabajaba en 1953, año de su invitación a Josep Mª Subirachs, cuando ya se había distanciado del grupo expresionista e investigaba individualmente sobre una línea, donde la geometría a la manera de Mondrian desarrollara una armonía rigurosa de colores primarios y mezclas delicadas. Atrás quedaba el retrato a su abuela Sophie V. Calseyde fechado en 1937. - Deseaba, buscaba exprimir, esquematizar la figura–, declaraba Peire durante una entrevista.

1937. Retrato de Peire a su abuela, Mme. Van de Calseyde. 

Mirada del autor a la dignidad de las manos 

1954. Jenny y Luc Peire con Subirachs junto a La mujer de Putifar. Atención a la posición de los personajes

La Mujer de Putifar, de Benedetto el Joven, una de las inspiraciones de Subirachs para su obra. Prueba de la culpabilidad de la mujer: La túnica la rompió ella al retenerlo por la espalda cuando él huía, no de frente al atacarla

                      

                       Coincidió con Subirachs entre el 12 y el 18 de diciembre de ese año con motivo de una exposición de sus lienzos en las Galerías Laietanas de Barcelona y tras conocerlo e interesarse por su obra, Peire lo invitó a trasladarse a Flandes para que pudiera desarrollar su trabajo cerca de Amberes y así tener acceso a exponer en la III Bienal de Escultura, que por entonces se celebraba el mes de agosto de los años impares en el Middelheim Museum de esa ciudad.

   En junio de 1954 tres meses después de cumplir veintisiete años, Subirachs decide aceptar la invitación de Peire trasladándose con él a su casa veraniega de Knokke, cerca de Brujas. Los recuerdos que guarda el escultor barcelonés de su estancia en Bélgica pueden sintetizarse en una frase: - En Bélgica fui casi feliz. Y digo “casi” para no parecer exagerado (2).

                    
  A la escala dichosa del escultor, Bélgica aportaba un buen número de elementos. Trabajar en lo que le gustaba y empezar a ganarse la vida con ello, bien orientado por Peire. Ser reconocido y reclamado como artista, acceder a un círculo elitista e intelectual donde Subirachs siempre se ha sintió a gusto, vivir en un hábitat cómodo rodeado de amigos afines. Incluso la meteorología le era propicia. Subirachs es hombre que gusta de trabajar bajo cielos claros y grises que proyecten una luminosidad estática, allí donde el sol desdobla sus matices y llega tamizado como en un cuadro de Vermeer.

   Los primeros meses de su estancia en Knokke, Subirachs residió en casa de Peire. A principios del año siguiente se traslada a las afueras de Bruselas, morada del coleccionista Remy van Goidsenhoven, con la total comodidad que puede aportar un apartamento completo. En esa casa abarrotada de obras de arte -según el escultor-, Subirachs llegó al acuerdo de recibir del propietario una determinada cantidad fija como pago por las esculturas que realizase, llegando a completar una treintena.

  La colección reunida por el mecenas flamenco de Subirachs resultó espléndida y en ella volcó el artista su búsqueda, investigando intensamente, de ahí que varias piezas suyas de ese periodo se nombren cada vez que algún estudioso desea seguir la evolución del escultor. Entre ellas, el desnudo de la esposa de Van Goidsenhoven, Celine, resultó una pieza de la que con más o menos aquiescencia de Subirachs, se fundieron varias copias de las que una está en manos del propio autor y las demás en poder de diversos coleccionistas.
    

Subirachs trabajando en la escultura de Celine,
la mujer del mecenas, ante su mirada

                                                         

El matrimonio Celine y Remy van Goidsenhoven

Obras de Peire. Familie Godderis 1951 

Denghese Familia. 1953

Bruges, 1968

Graphie, 1973

Tasman, 1988

Graphie, 1992

              El crítico Ivo Michiels, además de comparar a Subirachs en físico y temperamento con el poeta del independentismo flamenco, Paul van Ostaijen, terminaba su crítica de la III Bienal de Amberes nombrando a Subirachs: -Una de las más hermosas revelaciones que me han reservado las artes plásticas en los últimos tiempos. Añadiendo en una reseña posterior, que: -La mujer de Putifar y Amnón, justifican nuestra fe en este escultor tan joven como ya confirmado. Otro crítico y poeta, Michel Seuphor, que había dado soporte a Peire en su trayectoria artística, escribió en varios medios sobre el escultor catalán. En 1959 lo incluiría en su ensayo La sculpture de ce siécle, y le dedicó un poema.

                        

  Josep Mª Subirachs dejó La mujer de Putifar en el jardín de sus amigos de Knokke, obra que puede seguir admirándose en ese mismo emplazamiento hoy convertido en la Fundación Luc et Jenny Peire, transformada su fachada original en lineal por mor de los tiempos. Escultura que fue la de mayor tamaño realizada por el escultor hasta entonces, con sus 2,70 mts modelados en hormigón.

  Y no acabaré esta crónica sin informar -o más bien permítanme por su propio bien, aconsejar-, a cualquier viajero que visite Brujas, que invierta una fracción de su tiempo en acercarse a la citada Fundación Jenny & Luc Peire, en la próxima localidad de Knokke. No sólo por la calidad de las obras de arte que contiene, tanto de Peire como de Subirachs y otros, que también.

  Lo hago para que sepa que a la vez, con el único gesto de dar un paso, tendrá ocasión de realizar una inmersión onírica en el mundo del arte, alejado de efectos especiales o triquiñuelas virtuales. A solas el hombre, su vista, su mente. Uno con uno mismo, penetrando en los territorios de la imaginación gracias a la creatividad de Luc Peire, manejará el propio vértigo en su expresión más extrema, el sueño, la pesadilla, viajando hacia el infinito aéreo o subterráneo en clave hitchcockniana. Todo eso y más. 

  Cuando la arquitectura se alía con la escultura posee una característica excepcional como obra de arte; Es la única que nos permite poseerla por completo, introduciéndonos en su interior. Aquí, de la manera más sencilla a través de la escultura-instalación de Peire, Environment, el amante del arte vivirá una experiencia que no olvidará fácilmente.

Josep Mª Subirachs, 1977. (MartíGasullAvellán)

Paul van Ostaijen, considerado el poeta del independentismo flamenco. Imagen

Constant Permeke, considerado el principal representante
del expresionismo flamenco

Albert Schweitzer jugando al ajedrez, de Permeke

Luc Peire fotografiado por Eduardo Westerdhal

                             Desde el expresionismo figurativo hasta el verticalismo abstracto muy depurado de sus últimos años, la obra de Luc Peire (Brujas 1916- París 1994) puede contemplarse en el museo de su Fundación.    
                               

  Durante una conversación mantenida con Subirachs en 2005, el escultor estuvo pasando revista a los que consideraba que habían sido sus amigos a lo largo de su ya dilatada vida situando a Peire en un lugar preferente, por la generosidad que le había demostrado ofreciéndole su casa y sus contactos. Y al preguntarle cuál había sido el motivo real del fin de su amistad, el escultor tomó un lápiz y dibujó dos flechas perpendiculares. Haciendo una cruz en la intersección de ambas, me dijo:

                                  - Luc Peire y yo fuimos como dos flechas disparadas hacia distintas direcciones que se cruzan en un momento de su trayectoria y confluyen. Nos encontramos en un momento en que nuestro proyecto era similar, pero más tarde yo seguía buscando otras formas de realizarme y por eso acepté la Fachada de La Pasión. Y él no pudo entenderlo. Pienso que él tenía el proyecto muy definido de seguir trabajando en su obra esquematizando sus formas, como así hizo, sintetizándolas más y más en el mismo discurso, y comprendo que no pudo entender lo que yo intentaba hacer con mi carrera, dando un vuelco completo a mi línea de trabajo al aceptar el reto que significaba el encargo de la Sagrada Familia.

Ana Mª Ferrin

(*) Luc Peire. (Brujas 1916-París 1994)
Fondation Jenny & Luc Peire en Knokke, Bélgica: http://www.lucpeire.com/

(**) Entrevista-reportaje a Subirachs contando su experiencia en Knokke en el libro Gaudí. La Huella del Genio.
 http://amf2010blog.blogspot.com.es/2001/07/gaudi-la-huella-del-genio-sinopsis.html

Fragmento del capítulo dedicado a Luc Peire en el libro El Tacto y la Caricia. Subirachs. 2011. Ed. Experiencia. Barcelona. Reseña
http://afejara.blogspot.com.es/2011/10/el-tacto-y-la-caricia-subirachs.html

Avance. Capítulo 1º del libro El Tacto y la Caricia. Subirachs
http://amf2010blog.blogspot.com.es/2011/05/el-tacto-y-la-caricia-subirachs-nuevo.html