De repente, desde un grupo de media docena de árboles surgió un coche de policía que nos adelantó al son de la sirena, haciéndonos señales para que nos detuviéramos. Parados en la carretera sin un alma, mi primera reacción fue la de quitarme del pecho el micrófono dejándolo resbalar hacia el regazo, junto a la grabadora en la que durante los viajes aprovechaba para ir registrando anécdotas e impresiones de los encuentros. Abrí mi cuaderno de notas para tapar todo el conjunto, cuando ya el policía nos indicaba que bajásemos el cristal.
El hombre de veintipocos años empezó a reconvenirnos por la infracción en un tono desmesurado, dada la nula importancia de la falta, comunicándonos que se veía obligado a retirarnos el carnet de conducir y que el importe de la multa que debíamos pagar era de 1.500 ptas. El robo era tan evidente que mi marido se quedó mirandolo a los ojos muy fijo, en silencio, recuperando la memoria militar de sus años juveniles cuando estudiaba en la Escuela de Transmisiones del Ejército.
Dice un refrán africano que los leopardos identifican en las manchas de la piel a los componentes de su clan. Y algo habrá de cierto en el dicho, porque el agente pareció captar partículas que le provocaron una alarma evidente, lanzándose a unas explicaciones aceleradas que nadie le había pedido. Entre otras, cómo teníamos que rellenar el volante que arrancó de un talonario, dando todos sus datos: -Aquí pone usted mi nombre, yo soy el agente Fulano de Tal, número tal. Aquí el suyo. Aquí su número de pasaporte, etc, ...
Mi compañero hizo un leve gesto con la mano para tranquilizarlo, insinuándole que, como teníamos prisa por una cita y no conocíamos el camino, le quedaríamos muy agradecidos si pudiera rebajar la cantidad, encargándose él mismo de hacer la gestión. -Ya sabe, cuando uno está fuera de su casa todo parece más complicado...-, le dijo. Más tranquilo, el hombre aceptó, contestando que lo primero que haría con ese dinero sería ir a poner combustible al coche. -Porque, ¿sabe? a veces no puedo ponerlo en marcha por falta de presupuesto-, añadiendo que la piñata, la corrupción, es el mal de Nicaragua. Y que sólo había un tipo honrado en todo el país que nunca se había aprovechado del Poder, el Comandante Cero.
Ambos cumplieron su parte de la transacción, los tres nos dimos la mano y nosotros emprendimos el poco camino que nos quedaba de vuelta. Después de unos kilómetros, cuando recobré el aliento le pedí a mi conductor que parase. Solté el suspiro que a punto estuvo de ahogarme durante el tiempo que duró la parada, porque la grabadora se había quedado abierta y sin que ninguno de ellos lo advirtiera, había ido registrado toda la conversación con el guardia, emitiendo una leve vibración sobre mis piernas que gracias a tener el motor en marcha y al sonido de las voces, los conversadores no advirtieron. Sólo yo viví la angustia, la posibilidad de que una chispa de mala suerte hiciera que el agente nos mandara parar y bajar del coche, descubriendo la grabación.
De ser así, en la soledad de aquellos parajes y él creyendo que estábamos haciéndolo para probar la corruptela... Por poco me provoca un infarto.
Un par de horas más tarde, sentados en una sala de su casa escuchaba hablar a Cero con su camisa blanca sin mancha, callando por mi parte el encuentro mañanero que mi marido y yo acabábamos de vivir. Mientras no dejaba de pensar que incluidos el policía y nosotros dos en la solitaria carretera, tres corruptos, ahora se encontraba frente a mí la camisa que no podría jurar si era la del único hombre feliz del cuento, pero quizá sí, como tantos aseguraban, la del único hombre honrado de Nicaragua.
Testimonio gráfico tomado con más entusiasmo que acierto. Pastora y la autora conversan en casa del Comandante. |
Junto a Pastora, su inseparable maletín. (A.Mª.F.) |
...Miró a ambos lados de la carretera y los vio sin un alma... |
Dos años más tarde de morir Sandino, nacía Edén Pastora. Con 8
años fue testigo del grito de su madre al leer el mensaje que le comunicaba la
muerte de su padre a manos de la Guardia Nacional somocista.
De su progenitor una vez abatido, sólo llegó a ver sus pies, sobresaliendo bajo
la blanca sábana del sudario. Unos pies blanquísimos y largos que siempre creyó
ver en el Cristo crucificado de cualquier iglesia. De igual
modo, pocos años más tarde supo que su madre, pequeña propietaria agrícola y
costurera, una mujer ilustrada de gran carácter, se las arregló para que los
asesinos de su marido recibieran el castigo definitivo.
Unidos en la memoria del niño los asesinatos de Sandino y de su
padre por el mismo Somoza, todo aquel compendio de violencia iría gestando el
paso definitivo para que Edén Pastora, con poco más de veinte años abandonara
su carrera de Medicina y se uniera a los miembros del Frente Sandinista
de Liberación Nacional, con quienes huyó a las montañas donde organizó
una serie de atentados, preparando el camino para la definitiva implantación
del sandinismo.
Un año antes de ordenar su ejecución, Somoza se fotografiaba junto a Sandino pasándole un brazo por el hombro. |
Imagen de Edén Pastora durante el asalto al Palacio Nacional. 1978 Con Hugo Torres tras él, y en primer plano el cardenal Obando, Edén Pastora fue el máximo responsable del asalto. |
La personalidad de Pastora, que se ha confesado socialdemócrata, siempre se encontró a disgusto encorsetada entre la ortodoxia marxista del núcleo duro del sandinismo, eso es sabido. Aunque no fue el principal motivo de que se apartara del grupo dirigente. Lo importante de su desagrado consistía en su oposición frontal a las prácticas confiscatorias de bienes inmuebles, expropiados para uso privado, que llevaron a cabo sus compañeros. Pensamientos que de noche lo despertaban, inquieto por habitar la gran casa ajena con piscina donde lo había instalado el Partido. Con un par de coches Mercedes. Y criados. Y los frigoríficos llenos, mientras en la ciudad escaseaban los productos de primera necesidad. -Se estaba reproduciendo en Nicaragüa lo que ya había visto en Cuba y no era ésto por lo que habíamos perdido nuestra juventud y dejado a nuestras familias, marchando a las montañas para luchar por una vida más justa.
Sus dudas sobre el rumbo que tomaba el Gobierno debieron inquietar a la Dirección Sandinista. Como las que soltó en los brindis de Moscú durante la firma de un convenio de ayuda rusa a Nicaragua: -¿Por qué Rusia nos da tanto dinero en armas y nada para construir el complejo hidroeléctrico que nos proporcionaría la electricidad que ahora tenemos que comprarle a Costa Rica a un alto coste? ¿Eh, por qué? ¿Porqué no nos dan tractores en lugar de tanques? ¿Qué pretenden? ¿Que invadamos Estados Unidos? Una frase de Pastora queda acuñada después de su marcha del Gobierno. La repetirla varias veces en posteriores escritos y entrevistas: - Yo no me fui del Frente Sandinista. Fue el Frente el que se fue del Sandinismo.
El Comandante, como dejó demostrado cada vez que abandonó las filas del FSLN, nunca necesitó del erario público ni de las arcas rusas ni cubanas para subsistir, su gen empresarial es de primera.
En 1982 se aparta de la dirección y empieza para él un ir y venir de complicados juegos políticos y justicieros, dilplomáticos y populistas desde Panamá a Costa Rica, época en la que sufre varios atentados. Se le relaciona con la CIA, su nueva organización ARDE se nombra como colaboradora de la CONTRA, el grupo financiado por los EE.UU para combatir a los comandantes sandinistas instalados en el Poder. Un punto negro destaca en su biografía. A pesar de la innegable simpatía que provoca en actos multitudinarios, sobre todo por parte de las mujeres, varios conocedores lo han descrito como un hombre de una dureza extrema en cuanto a sus soluciones para acabar con informadores o zonas hostiles hacia los intereses sandinistas, con tintes que poco lo diferencian de la fama que tuvo Tomás Borge.
En sus años como dirigente de ARDE |
En la actualidad, con dos de sus nietas y su esposa, Yolanda Torres. |
En un escrito, Álvaro recordaba: - ...el día en que Pastora se presentó ante el director de la escuela del barrio seguido por la tribu de los pequeños. El docente empezó a escribir los nombres de los chicos que el padre le dictaba por orden cronológico:
Álvaro Pastora Lamas
Carla Pastora Torres
Marisol Pastora Sandino
Claudia Pastora Lamas
Pánfilo Pastora Torres
Yaosca Pastora Torres
El director miraba al héroe nacional con asombro. Sobre todo, porque dos de las chicas habían nacido con una semana de intervalo...
Ideologías aparte, debe ser emocionante tener la posibilidad de hacer entrevistas a estos personajes que marcaron un tiempo y una historia.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo importante es no acercarse con juicios previos. A un metro de distancia caen las máscaras y la sorpresa es siempre un placer. Saludos
EliminarVaya recueros que tienes tan sorprendentes, tienes que estar muy orgullosa de ese pasado.Besicos
ResponderEliminarBueno, más bien pasado/presente.
EliminarA medida que haya tiempo irán saliendo. Gracias por tus palabras y besicos para ti.
¡Ya me hubiera gustado a mi estar presente en esa entrevista a Edén Pastora Ana Mª!. La vivencia en la carretera casi de infarto. Espero la siguiente entrada con interés.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
Este señor es inagotable. Pasados los 80 años y después de la vida que ha llevado, en estos momentos está al mando de una obra importantísima, el dragado del Río San Juan, al sur de Nicaragua. Abrazos para ti.
EliminarGente de esta talla hacen falta.Que aunque tenga sus ideales no son fanáticos simplemente que van puliendo a mejor todas esas vivencias.Y, como bien indicas en esta interesante entrevista que al fin salio mejor de lo que nunca hubieras soñado:(me refiero al susto de quedarse la grabadora encendida).-Un hombre entero, que también tiene una compañera , juntos son un buen tandem.
ResponderEliminar-LA CORRUPCIÓN ESA LACRA QUE SIEMPRE ES EL CANCER DE LOS PUEBLOS...
Un fuerte abrazo nos seguimos leyendo.
Con todos sus defectos, es de esas personalidades positivas que ha dejado tras de sí gestiones concretas de bienestar social, interesantes. Algo nada común entre los revolucionarios.
EliminarAbrazos y mis mejores deseos, Bertha
Unas vivencias fantásticas .
ResponderEliminarQué recuerdos tan llenos de interés!!!!
Un placer visitarte.
Un abrazo grande,
Hay vidas que son mejores que una novela.
EliminarMe alegra que te interese.
Has tenido una vida de lo más apasionante.
ResponderEliminarHay recuerdos que se graban a fuego en la memoria.
Has despertado mi curiosidad, esperaré tu próxima entrada.
Te dejo cariños y mi deseo de que tengas un estupendo fin de semana.
Kasioles
Aquí estamos otra vez, querida Kas.
EliminarA ver qué te parece la segunda parte, que podría prolongarse en 3ª, 4ª... Hay encuentros que dan para mucho. Un beso, amiga.
¡Vivencias de película, Ana María! Muy pocos pueden experimentarlas a ese nivel, impregnados de la historia misma de los países. Con sus grandezas y miserias, sus luces y sombras, su heroicidad y sus cobardías. ¡Impactante!
ResponderEliminarSegún de donde viene el comentario, imagino lo bien que se comprende un determinado texto. En todo lugar hay problemas.
EliminarPero hay niveles y niveles, querido Esteban...
El episodio del polícia...no es infrecuente en América latina...Lamentablemente
ResponderEliminarEntrevistar a gente que hace historia, debe ser emocionante.
Besos Ana
Cuba, Nicaragua, Brasil, Argentina, Uruguay, EEUU, Canadá...
EliminarPor esas partes de América he estado, moviéndome por sus barrios y experimentando en cada sitio situaciones determinadas. Algunas son comunes, pero hay países en que de una provincia a otra, incluso de un barrio a otro de una misma ciudad, la realidad cambia por completo. Con todo respeto espero poder transmitir lo vivido. Gracias, Manuel.
Ayer pasé sin demasiado tiempo para leer, pero ¿cómo olvidar regresar a tu espacio tan lleno de vida, de historia reciente y viva que eres tu misma gracias al arrojo, experiencia y personajes con quien has tenido la oportunidad de entrevistar.
ResponderEliminarEspero y deseo que estés encarando el 2018 con salud.
Un abrazo, Ana María
Otro para ti, Pilar.
EliminarVamos por el buen camino.
El personaje es como para leerlo entre líneas, pero ya firmaría yo por llegar a cumplir 80 años con su vitalidad.
Ana María, me alegro que estés otra vez animosa para compartir con nosotros tus vivencias y conocimientos.
ResponderEliminarEl otro día comentaba yo con otro bloguero una fórmula "magistral" que había oído. TRAGEDIA + TIEMPO = COMEDIA. Y es verdad , claro que tomando por tragedia también cualquier hecho desagradable. Lo que nos cuentas y que en su momento fue un gran susto para ti, hoy se ha convertido en una anécdota que nos hace sonreír.
Qué grandes hombres dio la injusticia y la opresión de los malditos dictadores. Los que se levantaron contra ellos.
Y yo pregunto, y no sé si es oportuno, qué pasó en nuestro país para que no se diera un "libertador durante cuarenta largos años?
Un cariñoso saludo.
Con filosofía de andar por casa y mientras preparo unas croquetas, voy a por la segunda parte del amigo Pastora en la que incluyo una conversación mantenida entre las nubes de su tierra. Tiene cierto nexo con tu reflexión. Y ante eso una no sabe si reír, o irse de mercenaria a Sierra Leona. Gracias por tus palabras. Un abrazo.
Eliminarel entorno hecho realidad como en los sueños de quienes los ven y viven Ana Maria un relato ilustrado lleno de emotividad ,te invito a leer mi nuevo post y espero te agrade, mis saludos. jr.
ResponderEliminarGracias por tu visita, JR, y por la invitación. Seguiré tu consejo.
EliminarSaludos cordiales.
Fiquei surpreso, Ana, com esta tua reportagem feita em Nicarágua.
ResponderEliminarNão apenas pela turbulência política, com tantos riscos, mas pelo trabalho de reportagem de excelência feita por ti. Se a matéria fosse escrita nos dias atuais surpresa não haveria, mas feitas naquela época, tão jovem e com todo o talento que pude aferir. Gostei muito de tudo, da reportagem,, de te ver junto a Pastora, o livro escrito por ele com a dedicatória para ti, dedicatória histórica. Vou ficar esperando pela segunda parte.
Um abraço.
Pedro
Saludos, Pedro.
EliminarPara los que recordamos esa época se trata de un grupo de personajes que ya forman parte de la Historia y que no olvidaremos.
Creo interesante poder añadir algo de su faceta humana a los datos políticos que tanto se publicaron. Será una forma de que los entendamos mejor. A ver qué le parece el resto de la entrevista, que por el material que traje podría ampliarse diez veces.
Ana María, me fascinan esas vivencias tuyas. Las leo con enorme avidez y me trasmiten mucho de tu interior.
ResponderEliminarUna vida apasionante la tuya, querida amiga.
Agradezco a la vida que te haya puesto en mi camino.
Besos, guapa.
Amiga, te imagino investigando Pamplona, filmando, hablando con la gente. Que este 2018 sea pleno para ti a todos los niveles.
EliminarUn artículo fenomenal, del que he aprendido cosas que no sabía.
ResponderEliminarTampoco la aventurilla del viaje a Managua está nada mal. Vivencias personales y profesionales que no se olvidan.
Un abrazo.
Otro para Ud. querido DLT. La aventurilla invita a solidarizarse, raro es quien no ha vivido algo de este tipo.
EliminarAprovecho la ocasión y le envío mis mejores deseos para este 2018 que promete movimiento.
Mi querida Ana Maríamiga
ResponderEliminar¡Mira que bueno! Yo también he entrevistado al Comandante Cero pero que en el año 1975 cuando corrió el primero congreso del Partido Socialista (portugués), PS, lo de Mário Soares. Éramos, entonces dos jóvenes, y fue una charla muy rica con Edén Pastora. Quédanos buenos amigos.
Te voy a enviar por e-mail una foto que nos hicieran. Podrás ver como éramos unos “chavales” hajahajahaja…
Qjs = quesitos = besitos de tu nuevo amigo de Lisboa
Henrique, O Leãozão
,,, Con 76 años sigo siendo muy bromista...
Vaya sorpresa. Usted será de los que entienda perfectamente la entrevista, han pasado muchas cosas desde entonces.
EliminarPero aún más desde su encuentro, querido amigo, ¡¡1975!!
Saludos y Buen 2018.
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