Guadalajara, el país donde compartí con los amigos
la noticia de que me daban el Premio Nobel,
donde me casé, donde el Rey me hizo marqués
y donde escribí más de media docena de libros…
Con estas palabras aparecidas bajo el epígrafe de El color de la mañana en su habitual columna del diario ABC, el Premio Nobel de Literatura 1989, Camilo José Cela, despedía en 1997 sus diez últimos años vividos en la villa alcarreña. Allí escribió la mayoría de las sesenta y cuatro fábulas eróticas que se harían sólidas en el libro La sima de las penúltimas inocencias, de 1993, a lápiz y al alimón con el escultor Josep Mª Subirachs, quien dibujaba desde su estudio en la Sagrada Familia de Barcelona las imágenes alegóricas al texto en simbiosis con el escritor. Así fue tomando forma la obra, desde la distancia, acortada por diversos encuentros entre Barcelona, Guadalajara y Madrid.
Camilo José Cela y Josep Mª Subirachs repasan en 1993 las pruebas de su libro conjunto, La Sima de las Penúltimas Inocencias. (JMªS) |
NUNCA ES TARDE PARA UNA DIABLURA
Publicado en Gaudí y Más. 24 de Marzo de 2012
Publicado en Gaudí y Más. 12 de enero de 2019
La idea partió de una velada en la finca El Espinar en Guadalajara, donde Cela residía el 27 de junio de 1991, al mostrarle al escultor Subirachs los sesenta y tres textos eróticos con los que el autor pensaba editar un libro. Tras acercar sus puntos de vista acordaron realizar la obra a dúo creando el artista las imágenes que le sugerían los escritos originales. Se pusieron a ello.
La primera fábula transcrita al papel, manuscrita, llevaba por título La última razón y quedó firmada por el Nobel el 8 de febrero de 1992. El punto final llegaría el día 9 de enero de 1993, anotando al pie de la última línea de la titulada Índice, Martirologio y Calendario, la frase LAVS DEO y bajo esta invocación de Gloria a Dios, su firma y la fecha. Cinco días más tarde Subirachs haría lo propio rubricando con su nombre la última plana de dibujos.
Las dos primeras imágenes, Naturaleza muerta y El Utopista, en su formato original. La tercera es el texto impreso del relato El Utopista. (A.Mª.F) |
El esfuerzo del escultor por supervisarlo todo encajando este proyecto entre la importancia de la obra que llevaba a cabo en la Sagrada Familia, fue considerable. Sus ayudantes lo recuerdan esos años bajando de los andamios de la Sagrada Familia o sacudiéndose el polvo del obrador cada vez que le asaltaba una nueva idea, lavándose las manos para retomar el lápiz y continuar con el dibujo o las correcciones, haciendo avanzar aquella ocupación perfeccionista que si había empezado en tono más bien distendido a la larga quedó demostrada su dificultad.
Si Cela abordó la temática erótica sin cortapisas, el cerebral Subirachs tampoco se autocensuró, llevando en sus ilustraciones a lápiz una sensualidad, moderada unas veces y otras no, bailoteando aquí y allá de límites. En preciosismo positivo-negativo reaparece algún motivo tratado por él con anterioridad. El laberinto, el éxtasis de Santa Teresa, la muerte de Marat, se acompañan de elementos gaudinianos que él traspasa a las páginas del libro. Esa atrevida licencia de mezclar a Gaudí con textos y dibujos de tal cariz no fue del agrado de los responsables de las obras del templo, que no obstante tener conocimiento del contenido del libro por cauces ajenos optaron por no dar publicidad al hecho, confiando en que todo el episodio quedara oculto entre los estrechos muros de los interesados en el tema.
Dos imágenes de Subirachs dibujando en la mesa de su estudio de la Sagrada Familia. La primera de JMªS. La segunda de A.Mª.F |
En la madurez de sus carreras (*) los autores se sintieron libres y dispuestos a sumergirse en un ludismo no exento de humor que nos asegura que sí, que los dos se lo pasaron en grande componiendo una obra de tal rareza, a medio camino entre la joya editorial y la extravagancia. Por entre la levedad del trazo a lápiz de Subirachs, suave y visual, estallan en sus páginas ciertas voces de mercado medieval, gritos soeces de burdel y hieratismo de mausoleo egipcio, dando paso en ocasiones a una pureza de canto dominico que podría, de golpe, transformarse en el coro orgiástico de Carmina Burana.
La edición constó de 999 ejemplares, acordándose con los editores Rosa Carmen Macià y Jordi Nubiola de Les Edicions de l'Estol d'Ocells de Pas, que los 64 originales serían reproducidos en hojas de papel en rama con barbas por un maestro litógrafo para el primer formato, numerados en caracteres romanos y estuchadas sus hojas en una caja/libro encuadernado en piel y decorado con oro fino, en la que se incluiría una de las 64 láminas originales a lápiz autentificada ante notario por los dos creadores. Los restantes 935 ejemplares llevarían las páginas sólo desbarbadas en dos de sus bordes, la numeración pasaría a escribirse en signos arábigos e irían guardadas en una caja forrada en tela color burdeos. Para dar idea de lo exhaustivo de estos libros/joya será bueno saber que seis meses tardaron dos prensistas bajo la supervisión de un maestro encuadernador, en dar por terminado el primero de los 64 ejemplares.
El libro en su edición de lujo observado por J.Mª Subirachs dentro de su estuche. Debajo, mostrando su portada. (JMªS) |
La crítica del libro quedó difuminada en su momento por la barahúnda de una elaboración tan historiada que las líneas anteriores son sólo un brevísimo apunte, dándose el caso de que los editores decidieron publicar un pequeño volumen poniendo a los posibles lectores en antecedentes del contenido de la obra, con sendos prólogos a cargo de José Corredor-Matheos y Pere Gimferrer. Y eso sin entrar en el coste superlativo de la edición.
Salpicado el lenguaje naturalista de Cela con líneas trovadorescas redundantes como un mantra (**), aún tratándose del siempre poliédrico Don Camilo aquí el texto suena a verdad, algo que en esa etapa de su obra no es un dato menor. Según su amigo y colaborador el escritor Francisco García Marquina, a esa explosión verbal del Nobel no era ajena la pasión que vivía esos años con su reciente segunda esposa, Marina Castaño, a quien entrevisté en su chalet madrileño.
En el libro, Cela descendió –o ascendió– de la obsesionante crudeza sexual alcanzada en Cristo versus Arizona. Ya que en La sima…, al compás de lo lúbrico campea el amor romántico y místico, saludando con guiños a poetas tan dispares como el rabí Don Sem Tob o el Paul Valery de ...mujer, montón dorado de sombras y de mimos...
Subirachs y Marina Castaño en la revista Diez Minutos, donde se publicó la entrevista realizada por la periodista, entonces esposa de Cela, al escultor. |
Por mi parte conocí este proyecto en 1993 cuando aún no había sido publicado, sin tener constancia exacta de lo que había dentro hasta pasado un tiempo cuando lo tuve en mis manos. En lo concerniente a Subirachs yo siempre había contestado con claridad a los temas por los que se interesaba al margen de que le gustara o no mi respuesta -creo que esa fue la base de una relación amigable durante 20 años a pesar de ser un hombre de acusado narcisismo- y así lo hice en esa ocasión cuando me preguntó mi opinión sobre el libro. Que fue negativa, pues yo consideraba inadecuada la aceptación de un encargo así donde además pensaba incluir alguna referencia a la obra de Gaudí, mientras cumplía su compromiso dentro de la Sagrada Familia teniendo el proyecto de pasar allí los siguientes diez años de su vida.
Cela en su residencia revisando una página del libro (JMªS) |
La versión de La Sima... en tela. (A.Mª.F.) |
Su expresión dio a entender que ya tenía noticia de alguna crítica que no le gustaba, siempre fue un hombre perspicaz y seguramente de ahí su interés por saber mi parecer como alguien ajeno a su círculo de loas. No fui más allá ni le transmití los comentarios desfavorables que me habían llegado acerca de lo inadecuado de su decisión. -Lo hecho, hecho está,–concluyó molesto al despedirnos. Nunca retomó el asunto de forma específica, pero ciertas alusiones suyas en ocasiones posteriores me dejaron la sensación de que quizá durante el resto de su vida, siguió dándole vueltas a si el aceptar aquel trabajo fue un acierto o un error.
Volviendo al libro, los dibujos de Subirachs resultaron exquisitos, no en vano él fue un grande y a estos artistas les da igual transitar por Sor Juana Inés de la Cruz que por el barrio rojo de Amsterdam.
Por el texto de Cela pasaré ligera. Si su labor en Papeles de Son Armadán me interesa, lo que publicó en sus cuarenta últimos años salvo alguna excepción, no. Incluida su poesía, pues a pesar de ser una lectora omnívora, en cada libro suyo que empecé tras La colmena no pasé de las primeras páginas. Y aún valorando su rápido ingenio en las entrevistas donde brillaba como el gran entretenedor que fue, ahí sí insuperable, en lo tocante a literatura su búsqueda del esperpento onomástico me cansaba y me cansa, me aburre tanto como la torpe salacidad de Bukowski adolescente con que pretendía escandalizar y que nunca consiguió hacerme mover un músculo. Así que poco más puedo añadir consciente de que lo anterior dice muy poco de la oportunidad de mis gustos, teniendo en cuenta las cotas de reconocimiento que por aquellos años logró alcanzar el marqués de Iría Flavia.
Por el texto de Cela pasaré ligera. Si su labor en Papeles de Son Armadán me interesa, lo que publicó en sus cuarenta últimos años salvo alguna excepción, no. Incluida su poesía, pues a pesar de ser una lectora omnívora, en cada libro suyo que empecé tras La colmena no pasé de las primeras páginas. Y aún valorando su rápido ingenio en las entrevistas donde brillaba como el gran entretenedor que fue, ahí sí insuperable, en lo tocante a literatura su búsqueda del esperpento onomástico me cansaba y me cansa, me aburre tanto como la torpe salacidad de Bukowski adolescente con que pretendía escandalizar y que nunca consiguió hacerme mover un músculo. Así que poco más puedo añadir consciente de que lo anterior dice muy poco de la oportunidad de mis gustos, teniendo en cuenta las cotas de reconocimiento que por aquellos años logró alcanzar el marqués de Iría Flavia.
Maite Sarró, amiga y compañera de largo recorrido del escultor a lo largo de treinta años, aseguraba, como también Marina Castaño viuda de Cela y ambas entrevistadas para mi libro sobre Subirachs, que entre escritor y escultor existía un nexo de admiración y respeto. Maite recuerda cómo era la relación entre las dos parejas: - Con Camilo José Cela y su mujer Marina estuvimos juntos varias veces; en su casa de Guadalajara, en los restaurantes Recó de Can Fabes en Sant Celoni, en El Dorado Petit de Sant Feliu de Guixols... Una vez que fuimos a verlos al hotel Ritz, Camilo nos abrió la puerta y… (****).
Durante años, La Sima de las Penúltimas inocencias parecía haber desaparecido de la circulación incluidas las librerías de lance y anticuarios. Pero un depósito que permanecía paralizado en determinadas manos cambió de dueño y ahora sí (2012) será posible hacerse con uno de estos ejemplares de precio forbesiano. Si es usted de los que se han salvado de la crisis y no sabe qué hacer con sus ahorros, ya está enterado, puede invertir en un bien de peso. Son 9 o 12 kilos según la edición, en un formato cuyas medidas, 36x43,5x8,5, precisan de buenos músculos.
Ana Mª Ferrin
(*) Al terminar el libro en 1993, Cela tenía 77 años y Subirachs 66.
(**) Fragmento de la 1ª fábula original de Cela, “La última razón”: -...la causa de amar es amar, el fruto de amar es amar, el oleaje y la marea del amor es amar, la esencia de amar es amar, el fin de amar es amar, amo porque amo...
(***) http://www.shanwel.com/twitter_/fundacioncela/media?lang=ar
(****) En El Tacto y la Caricia. Subirachs, se cuenta la rocambolesca crónica de este libro así como anécdotas de la relación entre sus protagonistas.
http://amf2010blog.blogspot.com.es/2011/06/el-tacto-y-la-caricia-subirachsresena.html
Soy LuisArt. Como la filósofa feminista francesa Luce Irigaray, usted propone la exploración de formas alternativas de subjetividad política feminista basadas en la búsqueda de una genealogía femenina y en la inmersión en el imaginario materno, revalorizando imágenes que representan la experiencia de proximidad con el cuerpo de la madre. Su lectura sugiere que lo materno puede transformarse en un lugar de resistencia al orden patriarcal y un espacio de creación de un sistema simbólico diferente que lleve al hombre a no desear el cuerpo femenino. Estoy de acuerdo con usted.
ResponderEliminarHe leído con atención su comentario y diría que mi emisión y su recepción no emitieron en la misma frecuencia, pero quién sabe, a veces suceden cosas inexplicables.
EliminarPor lo que le agradezco su lectura y el mensaje.
Saludos.
Solo para dejar un saludo y un comentario.
ResponderEliminarQue buena historia la de estos dos genios aunque a usted no le guste Cela.
Una pregunta.Leí que en la Fachada de la Pasion había muchos animales y yo solo he visto al perro de la Santa Cena.
Me gustaría saber si hay mas.
Joanot. Si recuerdo bien, además del perro que está en el grupo de la Sagrada Cena a la izquierda del primer nivel, en la fachada de La Pasión aparecen otros cuatro animales que son, por orden de proximidad al anterior en ese mismo nivel: una serpiente en el muro tras el grupo de El Beso de Judas, un gallo en el muro en La Traición de Pedro, un águila sobre la columna de Tiberio formando parte del grupo de Pilatos lavándose las Manos. Y a la izquierda del segundo nivel, el caballo del soldado Longinos. A los elementos citados puede añadirse la figura del Espíritu Santo en su representación de paloma sobre el portal.
EliminarHasta pronto.
Querida Ana Maria,
ResponderEliminarlo primero, felicitarle por el blog, al que sigo desde hace unos meses. Sus artículos son de mucho interés y también bien documentados y escritos. enhorabuena.
Ahora,
me gustaría preguntarle si a usted le sorprende la afinidad artística entre Cela y Subirachs, o si, de lo contrario no le extraña nada porque les encuentra próximos en sus miradas y obras artísticas?
gracias y un beso,
po.
Que tal, Po?
EliminarGracias por visitar el blog y celebro que l@ interese.
Sería aventurado afirmar que les unió para colaborar en el libro. Está claro que ambos eran individuos inteligentes (Cela ya no está entre nosotros, Subibirachs afortunadamente y por muchos años continúa aquí), de similar mirada artística, con talento y caracteres diferentes, lo que pudo atraerlos por complementarios llevándolos durante periodos cortos a uniones puntuales. Según mi información otra cosa sería hablar del factor humano y de si ambos se encontraban a gusto cuando la compañía se prolongaba. Ahí sí podríamos añadir algo más. Saludos
wenas, estoi buscando una dibujo de, camilo jose cela, com subirachs, no aparece por ningun sitio, solo queria imformacion,,, es una mujer tunbada, en una hamaca,, con una lupa, miirando al soll, mi correo .eldelmata@hotmail.com,, megstaria saber mas, pongase en contacto conmigo, graciass
ResponderEliminarNo identifico la obra que nombra. Al no saber el título sólo queda el seguir buscando. Suerte.
EliminarAmiga Ana siendo admiradora de la obra de Cela, menos de su persona, no conocía la obra de que nos hablas. Supongo que si no se publicó en formato más asequible, su difusión sería minoritaria.
ResponderEliminarVoy a indagar sobre ello.
Sabes, siempre nos "provocas"la necesidad de saber más. Gracias por ello. Y por todo.
Recibe mi primer abrazo de año.
Hola, Conchita.
EliminarLa obra es de esas que necesitas verlas, estudiarlas y tocarlas, para decidir. Como pieza artística, la edición de lujo es un bello objeto artesanal de precio superlativo, del que de vez en cuando aparece alguno en librerías de ocasión y puede interesar.
Aparte se editó un librillo de 45 p. "Noticia de La Sima de las Penúltimas Inocencias", con textos de Corredor-Matheos, Gimferrer y Lázaro Carreter, contando el contenido y gestación del libro que esa sí es una compra ineludible. Se encuentra fácilmente en las librerías de lance por unos 5/6 €. Si lo ves no dejes de comprarlo, es una joyita. Un abrazo.
Ignoraba esto que cuentas hoy.Conocí a Cela y a Marina hace unos años en una cena de gala donde se celebraba el centenario de una bodega en La Rioja, me sorprendió lo agradable que fue Cela, no así Marina que se mantuvo muy discreta.Besicos
ResponderEliminarTu observación es ajustada, querida Charo. Un beso.
EliminarReconozco que como a tí, Cela dejó pronto de interesarme, después de La Colmena y Viaje a la Alcarria me parece que toda su literatura fue una repetición un rizar el rizo de lo escabroso.
ResponderEliminarO como se dice ahora: "un postureo".
Besos.
Hay muchos autores que vivieron toda la vida magníficamente gracias a uno, dos, tres destellos. Luego el fuego se apagó pero ellos supieron seguir agarrados a la cola del cometa. Chapó, JL.
EliminarDe interés para algunos coleccionistas. Dos personalidades muy fuertes en el mundo de las letras y del arte. Cuando uno tiene ya labrado un nombre se puede permitir ciertos lujos que están vetados a la mayoría de los mortales. Con el autor de Izas, rabizas y colipoterras, decir que tenía más tirón el personaje mediático que el escritor. Con Cela me ocurre lo mismo que a ti, sus libros que me interesan son solo los primeros, fundamentalmente La familia de Pascual Duarte y La Colmena. Hay gente que no ha leído nada de el escritor gallego pero si conoce sus declaraciones escatológicas realizadas en algunas entrevistas.
ResponderEliminarUn saludo, Ana.
Me has recordado la frase, "No conozco la obra de Kant, pero sí su reputación", que al menos a mí, me hizo interesarme por el nombre y algo más, lo justito.
EliminarPensándolo bien, también es un mérito que casi todo el mundo lo conozca o tenga un recuerdo de Cela aun sin leerlo. Saludos.
Hola Ana:
ResponderEliminarDesconocía completamente este episodio. Cela realmente no me gusta mucho (realmente nada), pero no se puede negar su genio.
Interesante como siempre
Besos
Desde luego genio tenía, yo recuerdo respuestas suyas delirantes, de antología, como la que dio a Sanchez Dragó a propósito de la inclusión de cierta palabra en el diccionario. Y que, por cierto, contemplé en directo. Saludos, Manuel
EliminarMe parece de gran interés la historia que compartes y la cual desconocía.
ResponderEliminarA mí Camilo José Cela nunca me gustó mucho. Leí varios de sus libros pero no ha sido de mis autores favoritos.
Mis mejores deseos en este año que acaba de comenzar.
Un beso.
Hay autores que se desinflan exclusivamente por su obra y otros por su misma biografía. En este caso no sabría por qué decidirme.
EliminarUn beso.
Un placer como siempre leer tus magníficas aportaciones.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo querida, Ana.
Te respondo casi lo mismo que escribí en tu blog:
EliminarGracias por tus palabras y felicitaciones por el último reportaje.
Besote.
Eso venía pensando mientras leía, que esa edición, en especial, los ejemplares con una lamina original y autentificada deben costar un ojo de la cara.
ResponderEliminarSaludos.
Si. Pero no olvidemos el factor regateo que incluso en ciertos ambientes de altos precios, funciona. Por algo venimos de árabes y fenicios, DLT. Saludos.
EliminarPEDRO LUSO (COPIA. Anulado por error)
ResponderEliminarPEDRO LUSO
Responder
Pedro Luso17 de enero de 2019, 17:33
Por dois motivos centrais esta sua postagem, minha amiga Ana, chamou positivamente minha atenção: primeiro, conheci, graças a ti,Josep Mª Subirachs, esse nome de grande importância para a Sagrada Família, para a arquitetura e para o teus país; segundo, pela menção feita a esse escritor espanhol Camilo José Cela, autor de obras excelentes, como "Saracoteiros, "Tateios e outros Meneios" (Cachondeos, Escarceos y Otros Meneos), "A Família de Pascual Duarte", "Marca para Dois Mortos", livros que os li e gostei muito. O primeiro, "Cachondeos..." li mais de uma vez, sempre dando boas risadas. Parabéns por esta tua brilhante postagem.
Fraterno abraço, Ana.
Pedro
Cela tuvo unos primeros libros notables y en humor era un maestro.
ResponderEliminarComo sabrá, consiguió el Nobel de Literatura y también el Cervantes, el Principe de Asturias y el Planeta. Y esto, dejando aparte que más adelante ni su obra ni sus maneras fueran precisamente ejemplares, queda para la Historia.
Saludos, Pedro.
Buenas tardes, acabo de leer este Blog. Ya se que es un poco desfasado en el tiempo, pero viene al caso decirle, que yo aun poseo bastantes cosas de esta obra, con originales incluidos. Las tengo a la venta, si supiese de alguien interesado podríamos llegar a un acuerdo. Un saludo. Mi email es: expirado@gmail.com
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