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Sant Quentin S-S - copia "SAN QUINTIN sur Sioule" Auvernia, Francia. Lugar de los antepasados de Antonio Gaudí.



CUANDO ACABE LA PANDEMIA...




                                                ... Cuando acabe la pandemia, cuando todos la recordemos como el cuento tenebroso que un abuelo nos contó, podremos echar mano de las líneas que las fotografías mentales nos dictaron. Nos daremos cuenta de la montaña rusa que vivimos estos días, meses, ¿años?, de nuestra fortaleza y vulnerabilidad, de las complejas sensaciones experimentadas por los diversos protagonistas. Golpes que transitaron, desde el dolor más profundo a los espacios de humor con que nuestros cuerpos, siempre sabios, intentaban restaurar los desgarros del alma. 

  En estos párrafos en los que amigos generosos vuelcan sus pensamientos, nos acompañan:
 
 La pérdida doblemente traumática, devastadora, de Charo, sobreponiéndose a consecuencias de las que no figuran en las encuestas. Como el testimonio analítico de Lucía, "LU", desde Usuhaia, Argentina, mostrando su situación. Las secuencias positivas del proceso, que Ana intenta rescatar. La nostalgia desilusionada de Amalia, que ella decidió combatir a base de estilo. El diagnóstico notarial destilado por DLT, al que no faltan connotaciones goyescas. Sueños que Laura nos transmite; familia, mar y viento envolviendo su moto. Conchita creando lo que imagina un cuento para sus nietos, abuela afortunada que vive rodeada de amor, una situación que no siempre se da. Manuel, médico que ha subido palacios y bajado a chabolas, con la vista tan clara como sus reflexiones. Pedro Luso desvelando, que no siempre estas situaciones límite sirven para agudizar la lírica. Otro conocido de estas páginas, Pedro  Jota, nos brinda sus lúcidas observaciones controlando el cielo. Mientras Tais Luso, combinando pensamientos, insomnios y lecturas, nos recuerda que, lo queramos o no, ya formamos parte indisoluble de una oscura página de la historia.

Cuadro de Peder Kroyer, ¡Hip, Hip, Hurra! (En espera del Fin de la Pandemia)



MAL SUEÑO TUVIMOS ALLÁ POR EL 2020...

Publicado en Gaudí y Más. 26 septiembre de 2020



Logroño


                                       
 
 
 
   Charo Bodegas. Logroño. Laboratorio
                        http://charobodega47.blogspot.com

   
 
 
Las otras víctimas de la pandemia

Mi experiencia sobre el confinamiento no puede ser peor, ya que mi marido es una víctima más de esta pandemia pero no porque se hubiera contagiado, sino que se olvidaron de él y demás pacientes con otras enfermedades seria, porque tenían prioridad los enfermos del Covid 19.

Mi marido ya con graves problemas de corazón y con una demencia frontotemporal, no entendió que no podía salir de casa, pues veía por la terraza cómo había personas que paseaban a sus perros y él sin poder salir. La demencia se agravó a tal extremo debido al confinamiento, que tuvieron que ingresarlo el 8 de abril en una clínica de convalecientes de la S.S. alejada de mi pueblo y sin que me permitieran verlo hasta pasados 2 meses y tres días, algo que hizo que empeorara, pues tenía ya mucha dependencia de mi y no podía pasar sin que yo estuviera a su lado.

El día que me permitieron verlo, el 11 de junio, quedé horrorizada del cambio que dio en tan poco tiempo, pues no lo supieron o no lo quisieron cuidar, lo tuvieron muy abandonado y descuidado.
En esa clínica fue a tal grado su deterioro que ya comenzó a morir, pues su curación ya no era posible de todo lo que se añadió a lo que ya tenía y mejor no doy detalles de todo lo que llegó a sufrir. Pero si diré que el personal sanitario de esa clínica me demostraron estar totalmente deshumanizados y lo afirmo por la cantidad de detalles que viví.

La agonía fue demasiado larga y mi marido no se merecía ese triste final, siempre fue una persona muy bondadosa y trabajadora. Mi marido no estará en la lista de los muertos a causa de la pandemia, aunque esa pandemia aceleró su muerte.

Ahora mis compañeros de viaje son la soledad y su recuerdo, que siempre está presente.



Ushuaia
 



                    
                                                    Lucía. Profesora. Escritora                                                                http://quemeimportatupasado.blogspot.com



 
Desde Tierra del Fuego, Argentina, al sur del sur. 

Incalculables mis sensaciones, emociones, sentimientos…Muchas han sido –y son-las variables por las que he transitado desde el comienzo de las “normas a seguir” a partir de esta pandemia.
En Ushuaia, el aislamiento comenzó exactamente el 17 de marzo. Luego se fue flexibilizando… ¿Hoy? No tengo idea de qué dice el COE de mi provincia que de hecho, creo yo, está pensando más en los comerciantes –en los grandes, no en los pequeños, en los barriales- que en la salud de los fueguinos y fueguinas que aquí vivimos.
Como sea, hoy actúo según lo que me dicta mi propio instinto de conservación y mi sentido común.
Antes de continuar, debo aclarar que a la fecha, en mi ciudad hay un solo caso aun activo. Qué allá por abril o mayo, ya ni recuerdo, hubo transmisión comunitaria y entonces estaba muy paranoica, ir al supermercado era una tortura, salir de mi casa lo era.
No. No es fácil para mí, que soy “verborrágica”, reducir mis sentires de estos seis meses ya que-como dije-los mismos fueron mutando… ¡Como tal parece lo hace “el bicho”!
Pero sí quiero decir que soy una persona naturalmente libre, visceralmente libre…Entonces no “agito” porque el presidente o la autoridad competente diga si debo o no quedarme encerrada, no siento que eso sea un ataque a mi libertad individual…
Pongo mucha atención a lo que dicen los científicos, estoy atenta a los sucesos mundiales y cada vez comprendo menos la locura de la humanidad.
¿Que de ésta vamos a salir mejores? Eso sí que no lo creo. Basta con ver el comportamiento de las gentes en estos críticos momentos que estamos viviendo…si ahora no podemos caminar en la misma dirección... ¿por qué lo haríamos cuando esto acabe?
Ya ven, me voy por las ramas…
Entonces pongo fin a “estas reflexiones en voz alta” no sin antes decir que lo que realmente necesito es viajar…Soy viajera incansable  este estar "encerrada en Ushuaia” me está matando.
Pero lo estoy por propia voluntad. Aun si  mañana me dijeran que puedo volar, al destino que elija, no lo haría.
Total…seguiré “encerrada en Ushuaia" hasta que, finalmente, llegue la tan ansiada vacuna.

Ya saben… Siempre que llovió… ¡paró!



Rey Silo. Asturias
 








desdelaterraza. Historia




 Recuerdo...

Recuerdo que uno de mis primeros pensamientos, cuando la epidemia aún no abarcaba a todo el mundo, y China, en donde mayores estragos causaba, se había decidido a confinar una ciudad de once millones de habitantes, fue suponer que en Europa y en España en particular sería imposible cosa igual. Que no habría gobierno capaz de ordenarlo ni sociedad dispuesta a tolerarlo. Pero no fue así, pues enseguida llegó la tragedia, y éstas suelen ser traumáticas. Acobardan a la gente o la hacen responsable. Y lo que me pareció muy improbable, sino imposible, se hizo realidad.

Pero aparte de ello, no resulta fácil hablar de los muchos y variados sentimientos que a lo largo de este tiempo de tribulaciones, que dura ya seis largos meses, han ido dejando huella en mi ánimo. Si los primeros fueron el temor y la consternación ante la calamidad que parecía no terminar nunca, aquellos fueron, sin desaparecer del todo, sustituidos por una enorme decepción, mezcla de incredulidad y frustración.
En mi caso, puesto que no dejé de trabajar, con la credencial preceptiva, una especie de salvoconducto, que he guardado como un documento que pasados los años será testimonio de lo ocurrido, pude salir de casa y caminar cuatro veces al día durante veinte minutos por unas calles casi vacías, de tiendas cerradas, sin apenas tráfico, acaso con algunos autobuses urbanos circulando también vacíos o casi, como fantasmas recorriendo la ciudad. Esto en cuanto a impresión personal que de la calle tenía.

Preocupados al principio, casi todos; disciplinados muchísimos ante los mandatos de las autoridades, que estimaron necesario confinar a la población; comprensivos y solidarios la mayoría, entre los que me incluyo, asomados a las ventanas aplaudiendo a los que más cerca de sí han visto la hecatombe: sanitarios, empleados imprescindibles para la salvaguarda de la vida y el funcionamiento de la sociedad, he visto cómo después, bastantes más de los que esperaba, se han desbocado en su afán por recuperar una normalidad imposible por ahora. Poner en contraste los aplausos desde un balcón con la rociada de alcohol sobre una muchedumbre frenética, por parte de un disc-jockey irresponsable, causan un desasosiego difícil de mitigar.

Inquietud también produce ver cómo los que deberían lograr un mismo objetivo, han decidido, aparentemente, ir en la misma dirección, pero por caminos paralelos, cada uno con sus fuerzas, restando vigor a la solución. Quizás sea nuestro sino, o nuestra idiosincrasia tan bien comprendida, desde hace siglos, por algunos. Goya nos lo mostró en “A garrotazos” hace doscientos años y parece seguimos empeñados en darle la razón.
 


Victor Brecheret. Escultor




 

 

   Tais Luso. Porto Alegre, Brasil                       https://taisluso.blogspot.com/

 


  VIVENDO UMA PANDEMIA 

Estou como nunca havia pensado estar: vivendo uma pandemia que mais parece um filme de terror. Muito se fala que sairemos dessa pandemia com outros valores. Não há dúvida, mas o preço que estamos pagando é muito alto.

 Atualmente aflora em mim uma esperança imensa de ver baixar rapidamente as estatísticas de óbitos e de gente infectada. Todos os dias há estatísticas subindo e nos tirando a pouca paz que nos resta. Parentes, amigos que se foram, mas ficarão em nossas retinas as imagens de muito sofrimento e no coração a mais profunda das dores: a perda de nossos parentes e amigos.

Quando chegar o tão esperado dia de sairmos com segurança, acho que ficarei como um coelho estressado ao ver tanta gente do mesmo jeito; o mundo fará o mesmo, porém não soltarei rojões de alegria, o momento pedirá o resguardo da felicidade, pois haverá muito o que observar, muito o que lembrar. Uma pandemia não cessa por encomenda.

Enfim, estou escrevendo e lendo muita poesia para aliviar a tensão das noites de insônia; também o livro “Vidas de Grandes Poetas” de Henry Thomas, ed. Globo / 1952. Estou gostando muito de “Uma Breve História da Humanidade”, Best-Seller do escritor Yuval Noah Harari.

E, nesses seis meses ainda tenho na minha cabeceira o filósofo Luiz Felipe Pondé, com sua “Filosofia Para Corajosos” saber deles o real sentido da vida, uma busca incessante, o qual jamais teremos a resposta exata.

Sei, no entanto, que continuarei com minhas noites de insônia e a lastimar que também nós, habitantes do século 21 entraremos para a história da humanidade, deixando escrito nas brancas páginas da vida, toda a nossa tristeza, nosso medo e nossa insegurança.












Amalia. Arte. Madrid                                    http://wwwamaliainchausti.blogspot.com


 
 
Los primeros días

Los Primeros días del Confinamiento, tenia algo de esperanza. Después, con todo el panorama tan cruel, me sentí deprimida y con angustia.
Al día de hoy, me cuesta asumir lo que está pasando.  Esta incertidumbre me parece interminable. 

Por mi parte, he sido muy obediente. Siempre cumplo las normas. Por mí misma y, por supuesto, por todas las personas que me rodean. 
Lo mejor que me ha pasado es que he tenido mucho tiempo para reflexionar y también que he contactado con viejas amistades. 
Lo peor, no poder ver ni abrazar a los  seres queridos. 

No sé cuál es el origen del virus pero me parece todo como una película de terror. No puedo pensar que haya sido intencionado pero sí que algo raro ha pasado en algún laboratorio.
Es difícil saber cómo acabará esta etapa tan mala. Dicen que la pandemia llamada Gripe Española terminó de repente un día. Vivo con la ilusión de que algún día oiga esa buena noticia. 

No tengo experiencias cercanas porque ,afortunadamente, mi familia y amistades han estado y siguen estando bien. 
Estoy muy cansada de este virus. No puedo evitar tener un gran temor. 
El tiempo de cuarentena lo empleé en experimentar recetas de cocina sacadas de los muchos libros que tengo de este tema. Ordené ropa, leí mucho y también escribí algo. Incluso hice intentos de dibujar.

Estuve en permanente contacto con familiares y amigos a través de mensajes y largas conversaciones, que ayudaron mucho anímicamente.
No tuve ninguna reconciliación porque no tenía ninguna pendiente, por suerte. Escuché mucha música. Composiciones de Tschaikowsky, Zarzuela, Relajacion... Y vi muchas películas, sobre todo clásicas.
También dediqué bastante tiempo a la lectura. Volví a leer "El Principito" (uno de mis libros favoritos), "El Jardinero", de Rabindranath Tagore... Y temas de pensamientos estoicos como por ejemplo, "Invicto".

Hace mucho que no cambio de imagen. Sigo más o menos con el mismo peinado  Una media melenita. Me gusta ir "arregladita". Hace poco me compré un abrigo que me gustó mucho con la ilusión de poder estrenarlo este invierno.
Me encanta viajar. Se han truncado un poco los proyectos.  Este es un año perdido.
Tengo encuentros pendientes con familiares y amigos. Hemos tenido que anular una comida prevista pero , dadas las circunstancias, se ha estimado oportuno posponerla para más adelante.
 
 
 
 Venezuela
 




             
Manuel López Paz. Médico.Venezuela/La Mancha, España 
                https://docmanuel.blogspot.com                                                       


   
Desde que comenzó

Desde que comenzó todo esto me di cuenta de que la atención primaria es el patito feo de la salud. Y eso, más que mermar mi humor, me ha hecho plantearme si realmente tengo vocación para seguir adelante. Tanto la Administración como los clientes me han puesto a prueba. He sido obediente al intentar sacar todo el trabajo y mantener las "3 M" : (Mascarillas, manos lavadas y metros de distancia). Sin embargo, la desatención por parte de la Administración y la exigencia de los pacientes, han hecho que muchas veces saque lo peor de mi carácter.

Durante el confinamiento, el poco tiempo libre que tenía era para mi familia y descansar. Al tener que aislarme por contagio, terminé por entender que la vida te puede cambiar en un instante. Lo mejor: Mi familia que siempre me ha apoyado. Lo peor: Sentirme sin apoyos en el trabajo. No sé si el virus ha mutado o ha sido creado. No sé si lo trajeron los extraterrestres o Bill Gates nos quiere poner un chip para saber dónde estamos y qué hacemos.

Ojalá toda esta experiencia nos ayude a mejorar como personas y sociedad, pero cada vez pienso más que no vamos a cambiar y que si lo hacemos, será a peor...El egoísmo que he notado en las calles se ha hecho más palpable... La pandemia me mostró en quién puedo confiar y quién se vale de ella para dejar de hacer su trabajo.

¿Terminará? Definitivamente sí. Aunque quizás, el final que nos espera no sea del agrado de todos... 
 
 
 
 Iberê Camargo. O grito
 

 
 
 
 
   
Pedro Luso. Abogado. Porto Alegre, Brasil
 
 
 
 
 
PANDEMIA- DESESPERO E ESPERANÇA

        No início do mês de março deste ano a mídia do mundo inteiro passou a divulgar, timidamente, a presença de um vírus que poderia causar grandes estragos na sociedade de todos os quadrantes do planeta. O que poderia ser mera especulação da mídia, logo se veria a dimensão dos riscos do Novo Coronavírus para a vida de todos, como se veria mais adiante, no tocante à saúde, e também uma crise econômica mundial devastadora.

       No período de tempo entre o mês de abril a setembro de 2020 uma “nova vida” obrigou-me a empreender os primeiros passos numa incerta caminhada. Dentre tudo o que habitualmente escrevia antes da pandemia (poema, conto, crônica) deixei de fazê-lo por falta de inspiração. Então busquei na vida e na obra dos grandes poetas uma saída para minimizar a lacuna. Por enquanto, o resultado tem sido satisfatório. Por esse motivo. Socorri-me dos livros de crítica literária de autores nacionais e estrangeiros.

      Espero, contudo, pelo retorno da inspiração para que possa voltar a escrever. Em casa, nada fizemos de inovações e tampouco reformas, por ausência de ânimo.

      Termino meu relato com estes tópicos: agora sei mais ainda da nossa fragilidade; minha esperança está na vacina e em testes contra o vírus; cuidarei mais de minha saúde, como o fiz neste período.   Felicidades a todos os amigos e amigas.

 

Mi primer amor
 






Laura Mendoza. Béjar, Salamanca. Enfermería


 
 
Añorando la antigua normalidad.
 
 
Todo nos cambió mucho de golpe en estos meses y a saber hasta cuándo. 
 
Lo bueno, que estamos aquí y con ganas de seguir a pesar de tanta tristeza que vemos alrededor.. Son demasiadas las personas que por desgracia ya no están y esto seguirá… Lo peor, la falta de convivencia. Se añora lo perdido, esta nueva normalidad no me gusta. Y ahora, la mascarilla incorporada al vestuario. La llevamos por protegernos y también proteger a los demás.

Perder lo cotidiano que teníamos, no poder ver a la familia ni celebrar nada con ella y sentir su contacto, se hace extraño y añoras los abrazos de los hijos, a los amigos, y esas buenas charlas que se alargaban después de las comidas. … Tampoco vacaciones, sin ver el mar y sin quedadas de Vespas, que a esas alturas otros años ya habíamos hecho muchas…

Para no caer en un tedio inmenso, nueva rutina. Paseos mañaneros y huerto por las tardes, que nos ha dado la vida. 

Me gusta leer y descubrí a Santiago Posteguillo. Empecé con Yo Julia y seguí con la trilogía de Trajano. Si os gusta la novela histórica, os enganchará.

Cuando esto termine sólo deseo seguir bien con mi familia, que podamos volver a estar juntos y hacer las cosas sencillas con las que nos sentimos a gusto y hemos sido felices y tan de golpe perdimos El virus, mal compañero, se quedará y tendremos que convivir con él, nos guste o no. Quizás algún día nos enteremos de cómo y donde salió. Hoy, con tantas mentiras ya no creemos a nadie. Sí sabemos que hasta que no fabriquen una vacuna seguiremos así. Ahora nos toca tener mucha paciencia y cuidarnos.
 
 
 
Tierra de Campos. Palencia
 

 
 
 
 
       
 
             Pedro J. Martínez Radar. Ejército del Aire
 
 
 

Coronavirus, segundo asalto.

Vamos camino de que se cumplan ocho meses desde que el  virus se manifestó de una forma brutal, no estábamos preparados para atajar las terribles consecuencias que sufrimos. Sobre esto ya nos pronunciamos en el escrito anterior, ahora reflexionamos sobre el después del confinamiento. 

Pasamos los meses de encierro con la mejor disposición pensando que estábamos en el principio del fin de la epidemia, aunque flotaba la amenaza de que en Octubre volvería una segunda ola. Para la que ya falta poco, el otoño va llegando.
Durante este segundo periodo hemos estado en un continuo estado ambivalente de esperanza y desilusión. La información oficial sobre el virus y sus niveles de contagio ha resultado tan abrumadora como ineficaz, por los continuos mecanismos de desmentido que ellos mismos alternan, haciéndonos dudar de si su propósito será el de mantener a la población tan temerosa como acobardada.

Es cierto que los ciudadanos tenemos la obligación de cumplir con las recomendaciones que nos hacen nuestros dirigentes, pero a la recíproca ellos deberían ser nuestro ejemplo a seguir, cuando  desgraciadamente sucede lo contrario, presentándose sin mascarilla en sus reuniones y sin respetar la distancia social. Al mismo tiempo que las campañas informativas culpabilizan a los ciudadanos de falta de responsabilidad.

No tenemos que relajarnos, porque la actualidad es delicada y mantener el espíritu fuerte es totalmente necesario. Parece que esta situación se alargará y el distanciamiento emocional de quienes nos dirigen va siendo cada vez mayor. Y eso desgasta a todos. Así que no esperemos que los responsables políticos ni sus afines van a resolver nuestros problemas ni los de quienes han perdido el trabajo y están pasando por situaciones muy difíciles. Después de este paseo por la actualidad hay que respirar hondo, apretar los puños y cargarse de energía positiva, seguir con ganas de vivir, emocionándonos con todo lo positivo de la vida. Luchando por volver a la normalidad que siempre tuvimos y no conformarnos con "la nueva normalidad" que nos prometen. 

Eso si:  "MASCARILLA, MUCHO LAVADO DE MANOS Y SOBRE TODO RESPETAR LA DISTANCIA DE SEGURIDAD"
 
 
 
Portada del libro










Conchita Marín. Maestra. Guadalajara y Murcia
              chiticamurcia@gmail.com




Con mis cuatro compañeros de confinación.

Paso a contaros, compañeros seguidores del Blog de Ana, cómo surgió durante el confinamiento lo que luego sería un álbum de viñetas con cuatro peluches como protagonistas. 
Los cuatro "personajillos" van llegando a casa de Abuela, una idea de cuatro de sus nietos, con la intención de que le hagan compañía en la soledad de esos días solitarios. ¡Y vaya si lo consiguen!

Sin ningún afán de crear una narración, las pequeñas historias van surgiendo de la convivencia de "mascotas" y Abuela en los días en que el virus nos dejó en casa. Pero antes de seguir con el cuento, os presentaré al grupillo mascovid y a Abuela. 

SURI: Un suricato. Sensato, de carácter afable y siempre dispuesto a ayudar.
DELFI: Una delfina. Decidida, valiente y alegre a pesar de que añora mucho los mares donde nació.
GATO: Un atrevido y algo fanfarrón felino.
PILKA: Un osito. Regordete, cariñoso y muy tierno.
ABUELA: La que os escribe. Maestra jubilada. Madre de cinco hijos y abuela de seis nietos. Ama a su familia y a la vida por encima de todo. Como ella dice, tiene 60 años más IVA. Ustedes calculen a su gusto.

Las mascovid, como las llama Abuela, van viviendo de su mano distintos episodios: las vemos aplaudiendo a los sanitarios o lavándose las manos, con las mascarillas, jugando, haciendo alguna travesura... Abuela manda a sus hijos y nietos cada tarde por Whas una fotografía-viñeta que ellos aplauden y disfrutan. Y si algún día no llega "la entrega", la demandan.

A mí, Abuela, Conchita Marín Noarbe, me fue de gran ayuda en el confinamiento poder imaginar, llevar a cabo y contar a mis nietos, esas historietas de sus mascotas preferidas. Y fue precioso que mis hijos y nietos valoraran tanto ese trabajo y me animaran a organizarlo y editarlo. Pequeña edición que ellos me regalaron. 

Y como muchos amigos, familiares y compañeros de profesión han mostrado interés en tener un ejemplar, es posible que pueda hacer otra edición por encargo.  

Gracias, amigos, por leer mi cuento, por unirnos y poder compartir esta experiencia.



La Colmena de Áfrika.
Escuela de Danza










Ana Mª Ferrin. Escritora. Madrid-Barcelona



 
En cuanto al virus... 

Viendo la tragedia vivida por tantas personas, como lamentarse de las simples molestias sería imperdonable, celebraré  que toda la familia hayamos cruzado vivos ese pantano, rindiendo homenaje a los profesores.

Ahogados por las dificultades de una telemática que no todos dominan, ellos nos enseñan que los pequeños son quienes mejor han comprendido su labor, dedicando a sus tutores palabras de ánimo y consuelo, a las que desde Sevilla se une el psicólogo infantil Luis Aretio ofreciéndoles sus líneas trovadoras:

 A los maestros, juglares que nos salváis del demonio más ruin de todos, el de la ignorancia ciega: Paguémosles con lo mejor  que se pudiere, alzando al cielo nuestras plegarias en loor del mayor respeto. La pluma será su lanza, su yelmo será su empeño. Y en su escudo, un emblema:  "Por un mundo mejor"

Frente al retraso en el cobro de ayudas para autónomos y pequeños empresarios, o el cierre continuo de los negocios del barrio, el ciudadano común nos transmite sus auténticas inquietudes empezando por el nacimiento en Pontevedra, de Hugo González Caamaño, grito de vida en los primeros días de reclusión, mientras a su alrededor las urgencias cercaban quirófanos y pasillos.

El humor de los vecinos ha sido otro mecanismo de equilibrio: -Me preocupa el futuro. Pensar qué será de mí, cuando ya esté muy mayor- comenta una chispeante Julia, apoyada en su bastón a sus envidiables 93 años. 

El hartazgo de soledad y las ansias de vivir, tras el aislamiento en su Residencia de Mayores de Lugo, empujaron a dos damas octogenarias a huir por un complicadísimo acceso, para “darse un garbeo”. Con gran sorpresa de la Guardia Civil al encontrarlas paseando, apoyadas la una en la otra.

 Por diversos puntos urbanos los noticiarios muestran espíritus salvajes huyendo de su hábitat: En Valladolid un cocodrilo y en Granada una pantera negra (?). En Madrid, los pavos reales del Parque del Retiro saltan las vallas en busca de alimento. En Barcelona, un jabalí deambula por la calle Balmes. Mientras, el centro de Albacete contempla alucinado a un grupo de cabras.

Humanos y animales, seres vivos igualados en su búsqueda de libertad. (*)
 
 
 
Ana Mª Ferrin
 
(*) Esta es la  3ª entrega coral sobre la pandemia.  
     
 2ª. 
 
      

45 comentarios:

  1. Ohh! Dios!!! Es muy tarde y estoy conmocionada con tantos testimonios de sentires. Regresaré por aquí intentando poner paños fríos y leer tranquila. Las lágrimas no me dejan ver bien.
    Mañana será otro día...a mi Ushuaia tan querida regresó el "mal bicho" sin una mísera cuota de piedad...al igual que las gentes desaprensivas, que no piensan que esto es serio y que perjudican al prójimo cuando no se cuidan.
    Volveré...¡gracias Ana por este post!

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  2. Te agradezco mucho Ana, que hayas confiado en mi para estas historias, que son paralelas a la historia oficial. Estamos pasando por la pandemia, pero la pandemia no pasó por nosotros...

    Besos Ana

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    1. Para agradecimiento el mío, Manuel.
      Han sido vuestras colaboraciones las que han hecho posible estas tres crónicas menudas con tanta verdad y tan lejos del imaginario oficial. Ahí quedan.

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  3. La verdad que has hecho un buen trabajo, pues me había perdido estos escritos tan emocionantes, reales y tristes de lo que han pasados compañeros virtuales, hay momentos que la vida nos parece que continua, pero no es así ya que todavía estamos en plena pandemia.
    Un abrazo.

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    1. Cierto, M.P. La vida continúa, pero ni igual, ni normal.
      Vamos a intentar generar energía para no decaer.
      Abrazo para ti.

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  4. Gracias Ana por invitarme a esta reunión de amigos.
    Conocer los sentires de otros nos anima un poco más. Y esperemos que más pronto que tarde podamos volver a sentir la libertad perdida.
    Buen fin de semana para todos. Cuidaros.
    Un abrazo.

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    1. Algo me dice que, por ahora, la única solución está en protegernos por encima de todo, individualmente y a los nuestros, con las dos únicas armas eficaces que tenemos, la mascarilla y la distancia.
      Gracias a ti, Laura. Y suerte para todos.

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  5. Querida amiga Ana, después de leer estos testimonios en algunos casos desgarradores y de otros que más o menos se van conociendo, poco más se puede añadir. Ante todo, doy gracias porque en mi familia gracias a Dios y de momento nadie ha sufrido ningún contagio y todos nos encontramos bien. Otros problemas, como bien sabes por un comentario y que no me permitió participar en tan bella entrada, pasan a un segundo plano, realmente, en estos casos es cuando aprendes a valorar y apreciar las cosas más sencillas e insignificantes que nos ofrece la vida, dejando aparte problemas que no son tales y que en situaciones normales los sentimos como losas, cuando realmente la vida la debemos contemplar todos desde otra perspectiva muy distinta a la habitual.
    Ha sido un enorme “placer” poder leer estos testimonios de amigos blogueros a los que me uno en sentimientos, deseando a todos ellos lo mejor y que ¡ojalá! Esta maldita pandemia que nos acecha y que a todos nos ha hecho ver y apreciar la vida de otra forma, termine canto antes y podamos abrazar y convivir con nuestros seres más queridos.
    Un fuerte abrazo estimada amiga y buen fin de semana.

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    1. Qué verdad, lo de que ante una tragedia así, cualquier problema que hasta hace poco nos habría hundido pasa a tener una importancia relativa.
      Son momentos de valorar esa suerte que sin haber hecho nada por merecerla, la tenemos. Y de lamentar profundamente a tanta gente conocida o no, que ha sufrido y está sufriendo el zarpazo.
      Nunca olvidaremos este episodio que nos ha tocado vivir, Juan.

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  6. Emocionante cercanía a estos amigos a los que deseo muchísima suerte.
    Confiemos en que todo vuelva a ser como antes de esta dura e inesperada experiencia.
    Y mil gracias a ti.
    Un abrazo grande de corazón.

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    1. De corazón también para ti, gracias por regalarnos tus sentimientos. No hay nada más grande. Un abrazo, Amalia.

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  7. Ana, me encanta esta sección en tu blog de estos testimonios que formarán parte de la historia. Te felicito por ello. Te ha salido esa vena de reportera de raza que llevas dentro.
    Gracias.

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    1. Tienes razón, cada testimonio ha sido una pequeña crónica que nos cuenta la realidad de lo que pensamos estos humanos que sufrimos apelotonados, en el metro o por la calle, con sueldo o sin él, viendo agotarse a los médicos, a madres y padres, con la angustia de no saber qué mala noticia será la siguiente que nos den. Un beso, Mari Paz.

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  8. Olá, Ana, fiquei muito contente em receber teu convite para participar desta postagem, com mais nove participantes, uma continuação dos seus textos aqui publicados e que são aspectos que envolvem a pandemia do coronavírus. Nada mais atual. O mundo vive em igualdade de condições entre os países mais poderosos e os subdesenvolvidos. A pandemia que nivela a todos também reúne pessoas como essas que vieram dar brilho a mais um trabalho seu, na qual eu também participei, com muito gosto. Li e gostei de todas as crônicas, parabéns a você e a todos os seus convidados.
    Obrigada, amiga Ana!
    Beijo

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    1. Obrigada a ti, Tais. Cuando esta pesadilla quede así en nuestro recuerdo, nos sorprenderemos de cómo reaccionamos la mayoría de la gente, la fortaleza y solidaridad con que se intentó sobrevivir a algo tan oscuro.
      A los que por su egoísmo o avaricia han propiciado contagios, no les dedicaremos ni un segundo ni moveremos un músculo por ellos. La naturaleza es sabia y siempre se venga.
      Con mis mejores deseos, un beso.

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  9. Querida Ana: ha sido un verdadero honor haber compartido tu blog con los compañeros que nos han trasmitido sus sentimientos, sus frustraciones y sus esperanzas en estos difíciles tiempos.
    A Charo, un abrazo cariñoso. A Lucía desearle que pueda viajar pronto. Compartir la rotundidad de Desde la terraza. Agradecer a Tais Laso la sugerencia de esa "Filosofía para corajosos". Admirar la actividad que ha desarrollado Amalia. El análisis tan realista de Manuel. Desear que las musas acudan pronto a la llamada de Pedro Luso. Felicitar a Laura por sus descubrimientos literarios. Y seguir el consejo de Pedro Jota. Apretar los puños, respirar hondo.
    Y a ti, Ana María, gracias por unir a personas de distintas culturas, lenguas y países en una preocupación que a todos ha afectado.
    Un abrazo. Muito carinho.

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    1. Conchi, lo has dicho tan bien que nada podría añadir.
      Sólo que os deseo lo mejor a toda esa familia corajuda que ha derrochado tanto cariño, arropándote y demostrándolo al ayudarte a dar forma a ese cuento que todo niño seguro que desearía recibir. Un fuerte abrazo, guapa.

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  10. Olá, Ana.

    Primeiramente quero-te agradecer pelo convite para integrar este grupo, que troxe para esta postagem experiências vividas nesses dias de isolamento social em virtude do Covid-19. Em segundo lugar, quero te parabenizar por esta iniciativa de colher, dos convidados, relatos desse isolamento, todos eles da melhor qualidade. Disseram todos um pouco do que viveram e vivem neste tempo de crise, tanto para a saúde como para a economia do planeta.
    Parabéns, Ana, tanto pela iniciativa como pelo teu belo texto.

    Um abraço.

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    1. Cada una de las confidencias ha sido un regalo.
      Gracias a ti por haber participado en este encuentro.
      Y no permitamos que esa desgraciada etapa nos arranque la ilusión por la vida, lo mejor que tenemos.
      Afectuosos saludos, Pedro.

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  11. De regreso, ahora pude hacer una lectura más tranquila de todos los testimonios. El dicho es "Mal de muchos...consuelo de tontos" Pues, leyendo a estos amigos y amigas, me alegra saber que soy una tonta entonces. Es extraño, para mi, pensar que en cada rincón del mundo vamos tantas personas con sensaciones y sentimientos tan similares. Más allá de la idiosincrasia de cada pueblo, sin dudas nuestro común denominador es "SER HUMANOS".
    Un placer y un honor para mi Ana que me hayas invitado. Ya te lo había dicho y ahora, al ver el resultado de tu convocatoria, me siento doblemente honrada.
    Abrazo para todos y todas y uno especial para Charo.

    Me permito agregar que mañana (27) mi hija pasará su cumpleaños número 32 aislada pues uno de sus compañeros de trabajo fue positivo de COVID-19. Perdón por usar este espacio para soltarlo al mundo.

    De nuevo abrazo y de nuevo ¡gracias!

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    1. Un placer tu compañía, LU. Para todos ha sido una buena experiencia.
      Y aprovecho para felicitar a tu hija por esos luminosos 32 años, La Reina del Mundo. Ella no lo sabe, pero tú sí, por lo que estás obligada a convencerla de que hoy, al margen de cual sea su realidad, está en una Edad de Oro.
      Y digo "una" porque habrá más. Siempre que una se convenza, claro. Un abrazo.

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  12. Prometo leer, cuando el tiempo me lo permita.
    Besos.

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  13. Primero, darte las gracias por permitirme colaborar en tu espacio y dar mi opinión sobre esta pandemia que, como plaga, azota los países y a sus gentes, sea cual sea su condición. En segundo lugar por darme la ocasión de conocer las distintas formas de sentir de otros compañeros, algunos conocidos, en este viaje virtual por el mundo de los blogs. Y por último, por la oportunidad de expresar mi solidaridad con quienes han sufrido los efectos de esta pandemia -y no siempre por el coronavirus-, a veces de un modo atroz.
    Un saludo, Anamaría.

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    1. Estoy contigo. Nunca olvidaremos el sufrimiento tan profundo que hemos conocido en estos escritos.
      No será lo mismo que abrazarse a quien sufre, pero dadas las circunstancias es lo más parecido.
      Gracias por responder a este intento de aflorar la realidad, DLT. Saludos a ti.

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  14. Te agradezco profundamente que me invitaras a contar mi experiencia. He estado leyendo las otras experiencias y la que más me ha preocupado es la del Doctor que cuenta cómo la atención primaria es el "patito feo" de la salud y cómo se plantea su vocación y eso en un médico tiene que ser muy triste y doloroso.Hoy todos debemos de poner de nuestra parte respetando todas las normas de seguridad que estoy convencida que es lo que más quieren nuestros médicos en vez de falsos aplausos.Besicos

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    1. Nada de lo que digamos podrá expresar todo lo que nos has hecho sentir con tu valiente exposición, querida Charo.
      Nos has puesto ante los ojos la realidad al desnudo de nuestra sanidad en esta emergencia, sin marketing ni propagandas, puro sufrimiento impotente.
      Un abrazo, amiga, te tengo presente. Hablaremos.

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  15. Diversos puntos de vista sobre un mismo asunto que nos ha sobrecogido, sorprendido y agredido, como si se tratara de una bestia monstruosa capaz de arrancarnos la cabeza de un zarpazo. Y allí seguimos.
    Un saludo.

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    1. No podría expresarse mejor esta aparición en nuestras vidas, en nuestra realidad, de la que ahora somos conscientes lo plácida que era. Como bien dices, ahí seguimos, eesquivando el zarpazo como podemos.
      Te deseo mucha fuerza y no decaer, Cayetano.

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  16. Es necesario reflexionar sobre lo que nos está pasando de manera coral para compartir vivencias y sentimientos, pesares y pérdidas, para que surja una comunión de esperanzas en un mundo en el que es preciso alejarnos unos de otros, al menos físicamente.
    Me encanta. Enhorabuena.
    Un beso

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    1. Estos comentarios tan vivos han sido un obsequio que siempre recordaremos. Todo esto pasará, seguro, y nos quedará el recuerdo de los días en que compartimos nuestras inquietudes y buenos deseos. Besos y una caricia al peque.

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  17. Por ahora no va a acabar y son mas lo que se mueren de enfermedades que los que se mueren por el virus de verdad
    Abrazos desde Miami

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    1. Quizá el mejor deseo sea el de no enfermar de nada, por leve que sea. Saludos.

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  18. Cuando acabe la pandemia, espero y deseo que todos tengamos memoria para respetar y valorar todo lo que tenemos y lo que se pierde en una situación así, incluida la vida misma, que aprendamos de todos los errores y aciertos que una situación tan crítica nos presenta.
    Cuando acabe la pandemia me gustaría que todos estuvieran ahí, que no haya mas muertes que juntos podamos con el virus.
    Saludos Cordiales.

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    1. Desde la primera baja diaria en Valencia el día 13 de febrero, hemos llegado a contar hasta 1342 aprox. el 31 de marzo, y ayer, 30 de septiembre, se han contabilizado 177. Por lo que si a estas alturas hay algo que podamos oír con serenidad, es que las muertes han descendido. (Claro que sin olvidar, que los habitantes de más edad ya cayeron en los meses de olvidable memoria).
      Saaludos, José Antonio.

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  19. Fantásticos los testimonios recogidos en la entrada de hoy. Y es que lo queda escrito no se olvida. Una pandemia que comenzó con notas de humor que dieron paso al terror en forma de mortalidad hasta llegar al día de hoy que creo nos tiene un poco desorientados a todos. Allá por junio creíamos que habíamos ganado una guerra y con esta segunda oleada -aunque prevista- comenzamos a vivir momentos de ansiedad y tristeza. Solo pensar que los políticos puedan meter su nariz en las celebraciones familiares de la próxima Navidad (en el número de asistentes) nos da una idea del hiper-control al que vamos a ser sometidos en unos hechos sin precelentes. Ojalá la ciencia y la vacuna ponga fin a esta pesadilla distópica.
    Un abrazo, Ana.

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    1. Tu recuerdo de nuestro optimismo de junio es importante y más cuando giramos la vista hacia tanta gente que a pesar de no haberle llegado su hora, desapareció en soledad, abandonada a su suerte por una Dirección sanitaria sumida en el caos. Podríamos decir que Junio fue el punto de inflexión en el que pasamos en nuestro país, de escuchar con gran atención y credulidad las declaraciones del Gobierno, a tener constancia de que allí había más marketing que veracidad. Y entrando en tu terreno, asegurar que en ese mes acabó nuestra Edad de la Inocencia.

      Tu alusión a Navidad me ha encogido el estómago. Por favor, Miguel, no seas mala persona.

      Una nota positiva: Felicidades por tu santo.

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  21. Perdona, Ana María, pero algo he debido de hacer mal, ya que sin querer he borrado también este comentario, al intentar de que no se hiciera público tu correo particular, en mi blog.
    Hace unos días me cambiaron el formato de Blogger, y es evidente de que todavía no lo domino.
    Tan pronto pueda, me pongo en contacto contigo.
    Un abrazo.

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    1. Hay veces en que esos cambios de plantilla te pillan en mal momento y pueden ser una molestia importante.
      Saludos y quedo a la espera.

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  22. Interesante y emocionante reportaje, me encantó leer todos los escritos. Besos y gracias.

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    1. Teresa, gracias por tu tiempo.
      Y más viniendo de Extremadura, tierra de mi madre a la que amaba hasta extremos. Todo lo que venía de Extremadura, era para ella lo mejor de lo mejor. Besos a ti.

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  23. Mientras nuestros gobernantes o desgobernantes se enzarzan en luchas partidistas sin tener apenas en cuenta la salud y el bienestar de los que deberían proteger, nuestras vidas se ven afectadas de diversas maneras por esta Pandemia. Desde el dolor por la pérdida, hasta el desconcierto y la tristeza de no poder abrazarnos con normalidad.

    Echo de menos viajar. Y los abrazos y la cercanía sin precauciones.

    Ana Mº, siento empatía por cada uno de los que nos abren su corazón aquí, y leo con interés y emoción su testimonio.

    Besos para todos, y esperemos que como la lluvia, esta pandemía escampe algún día cercano y volvamos a ver el sol.

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    1. La mirada del individuo positivo es siempre un regalo. Echamos de menos los achuchones, los besos, y ese acercamiento cómplice al compartir descubrimientos que invitan a descubrir más.
      Deseo que hayas vuelto con la fuerza creativa que nunca te falta.
      Siempre adelante, Tesa. Y ya sabes, EQRG: El Que Resiste, Gana.

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