Foto cabecera

Sant Quentin S-S - copia "SAN QUINTIN sur Sioule" Auvernia, Francia. Lugar de los antepasados de Antonio Gaudí.



JOSEP Mª BOCABELLA EL HIJO DE LA CAJISTA, Y LA SAGRADA FAMILIA



                      La vereda de considerable extensión se alargaba camino de Arenys de Mar campo a través. Bandadas de pájaros ondulaban de una arboleda a otra cada vez que un cañonazo ¿francés? ¿español?, rasgaba la pureza paisajística de la comarca barcelonesa del Maresme.

   Más allá de la verde llanura aparecían a trazos los espejos de mar surgidos entre montaña y montaña, calas blancas y azules que botaban ante la vista de una joven amazona al vaivén de los andares quebrados de su montura.

   Con las faldas recogidas y un lienzo extendido sobre las piernas, montada a horcajadas bajo una nube de letras, Francisca Verdaguer Bollich seguía por la retaguardia al ejército formado en Lérida por la Junta de Defensa Superior de Catalunya. El Cuartel General lo componía un batallón de soldados venidos en apoyo de la resistencia española ante el avance francés que tenía sitiada Barcelona aquel 2 de mayo de 1808.


Diario de Barcelona. 6 de junio de 1808
          
UN HOMBRE DE VALOR


Publicado en Gaudí y Más. 9 de OCTUBRE de 2016
Publicado en Gaudí y Más. 25 de agosto de 2012


                        La joven Francisca, cuidando a sus dieciocho años junto con su padre Vicens Verdaguer la imprenta volante del editor Antonio Brusi Mirabent, que viajaba con ellos y en la que publicaba diferentes partes de guerra y la Gazeta Militar, fue sin duda una de esas mujeres rompedoras de moldes que aparecen en nuestra historia. Venía de una saga impresora que por diferentes entronques familiares se remontaba a 1660 con la imprenta barcelonesa de Joan Jolís.

   En esta aventura española e independentista, la recua de mulas y carretas cargaban las diferentes partes de la imprenta, de forma que pudieran transportarse sin desorden los diversos cajetines con sus signos de plomo aventurero. Con ese fin se añadieron a las cajas unas tapas de madera que fijaron con visagras y cerraduras. Así recorrieron buena parte de Catalunya entre burbujas de palabras, con sol o lluvia, imprimiendo el periódico y los pasquines en la que posiblemente sea la primera redacción móvil de nuestro país.

    En el campamento de Arenys de Mar, Brusi, que había ofrecido sus servicios a la Junta Superior del Ejército, redactó el parte de batalla de Napoleón contra Moscú dando cuenta de la derrota de aquél. Una vez compuesto el texto, una facción del ejército francés irrumpió en el campamento español poniendo bajo su mando al equipo periodístico y ordenando a Francisca que de nuevo compusiera el parte, pero ésta vez cambiando el sentido de lo redactado y dando como vencedor de la batalla a Francia, en lugar de Rusia, en uno de los primeros ejemplos conocidos de manipulación periodística.

        
Primera obra impresa, conocida, de  Joan Jolís
Se conservan la totalidad de los bojes.

Sello de la imprenta de Joan Jolís, 1681

                   El mismo Josep Mª Bocabella dejó escrito, que cuando sus abuelos les encargaban un pequeño trabajo de composición tipográfica a su madre y a su tía cuando eran niñas para que se entretuvieran, Tecla convencía a su hermana Francisca de que si le hacía su propia tarea, ella mientras le contaría un cuento. Lenguaje del sonido contra lenguaje del silencio, la activa Francisca se apresuraba a componer ella sola los dos textos para que su hermana pudiera entretenerla con sus historias.


En la calle Cotoners nº 8, a mano derecha, el antiguo local de la imprenta
familiar de Josep Mª Bocabella. 

                                 De ahí a ser una experimentada cajista que aventajara a los demás operarios de la casa había un paso, que Francisca dio hacia la profesionalidad apoyada por sus padres hasta convertirse en una oficiala experimentada. Más tarde en Tarragona, tras el sitio y saqueo de los franceses donde pasaron a sangre y fuego a sus habitantes, Francisca y su padre que se encontraban trabajando en la ciudad aceptaron la oferta del empresario y editor Brusi, añadiéndose como impresores al equipo itinerante que acompañó al ejército español en sus episodios nacionales contra el invasor galo.

    La esforzada aventura de Antoni Brusi Mirabent y sus empleados tuvo como recompensa que acabada la guerra, el privilegio de editar el Diario de Barcelona le fuese retirado a su propietario, el napolitano Pedro Husón de Lapazarán que había demostrado durante la contienda sus simpatías por Francia, concediéndoselo a Brusi. Por su parte Francisca estuvo residiendo un tiempo en Mallorca donde conoció al barcelonés Lorenzo Bocabella delegado del editor en las islas, con quien regresaría a Barcelona para casarse en la iglesia de los santos Justo y Pastor. En la Ciudad Condal nacerían sus dos hijos tras lo cual Francisca abandonó su profesión para quedar a su cuidado, a pesar de haber recibido ofertas de Antonio Brusi para continuar en la imprenta del diario.


J.Mª Bocabella, el editor e impresor promotor del templo de la Sgda.Familia, en un
 cuadro de Aleix Clapés realizado a partir de la mascarilla mortuoria del promotor. 

El director del Diario de Barcelona, Antoni Brusi ferrer, hijo de
Antoni Brusi Mirabent

                        Posiblemente hubiera sido una ama de casa de por vida de no haber sucedido en diciembre de 1817 la muerte imprevista del marido, dejándola viuda con veintisiete años y sin capital en medio de tiempos turbulentos, por lo que se vio obligada a volver a su trabajo. Brusi le había ofrecido un buen semanal y con él podría mantener a sus hijos sin problemas económicos.

  Los dos hijos de Francisca, Caterina y Josep Mª, éste nacido en 1815 y bautizado en la iglesia de San Cucufate (*), vivieron todos los avatares del siglo XIX en medio de guerras y luchas políticas esquivando las diferentes epidemias. Precisamente a causa de la terrible peste amarilla de 1821 murieron casi 20.000 habitantes tan sólo en Barcelona. Teniendo en cuenta que la población censada era de 120.000, puede apreciarse la magnitud de la tragedia, añadiendo a estos datos que poco después la epidemia saltaría las murallas y pasaría a Tortosa y Tarragona, ciudades donde nuevamente diezmaría a la población.

  Al parecer el mosquito causante de la peste, el Aedes Aegipty llegó a Barcelona aquel verano de 1821 procedente de La Habana a bordo del navío El Gran Turco y extendió la terrible plaga por todo el barrio portuario de La Barceloneta. Como resultado de las fiebres también murieron el director del Diario, Antonio Brusi Mirabent (*) y la abuela Rosa Bollich, que no había querido moverse de su casa en el barrio de La Ribera, junto al mercado del Borne.


Pª del Borne en el barrio de La Ribera de Barcelona. Al fondo a la der. la calle Moncada y la iglesia de Sª Mª del Mar. 

La calle Moncada. Cuadro de Angel del Hierro.

Epitafio de Antón Brusi Mirabent escrito por él mismo en catalán
            
                     De manera premonitoria, para alejarlos del peligro los pequeños Bocabella fueron enviados a la casa de los abuelos paternos en El Clot de la Mel, Hoyo de la Miel, una hondonada perteneciente al pueblo de Sant Martí dels Provençals situada en las afueras de Barcelona donde acabaría ubicándose el templo de la Sagrada Familia. Por entonces era una zona arbolada y sana donde las familias salían de excursión para asar carne al aire libre.

   Como hemos visto, Josep Mª Bocabella vivió desde la niñez inmerso en una época patriótica de rechazo al francés invasor, y por extensión, con una honda aversión a todo lo que viniese del extranjero. De tendencia política tradicionalista y monárquica, fue convirtiéndose en un católico práctico que comprendió anticipadamente la eficacia propagandística de la prensa como un arma vigorosa para combatir al bando liberalista.

   Llegó a ser un importante editor e impresor, pero ni maquinaria, ni libros, ni tipos de imprenta, jamás consintió en adquirir para su empresa bienes procedentes de Francia, aún a costa de pérdidas mercantiles que de no ser así podrían haberle reportado grandes beneficios.


S.José Manyanet, amigo de J. Mª Bocabella y uno de los
inspiradores del templo de la Sagrada Familia 
                    

Revista de la Sagrada Familia. Fundada por San José
Manyanet a mediados del siglo XIX 


San José Mañanet en el exterior de la Sagrada Familia de
Barcelona, en una realización casi fundida con el muro. 

                   A este brillante industrial que extendía sus ventas por América y Filipinas obteniendo incluso de Pio IX el codiciado título de Impresor Vaticano, esa característica empresarial suya de prevención ante lo francés le impidió realizar negocios aún mayores. Lo curioso era, a la vista de la extensa documentación consultada, que esa exclusión de lo extranjero fue una decisión dirigida específicamente hacia el campo mercantil. Siempre fue un viajero apasionado que emprendió numerosas peregrinaciones a santuarios de Francia e Italia, donde repetidamente hizo entrega personal de los donativos y limosnas recogidos para auxiliar las arcas vaticanas cuando el Papa se vio prisionero en Roma.

  Conviene destacar que el mismo Templo de la Sagrada Familia tuvo un episodio francés en el origen de su construcción, al llegar a las manos de Josep Mª Bocabella la revista Le propagateur de la Devotion a Saint Josep, que el hermano marista Josep Huguet publicaba en la villa de Sant Foy, en la Borgoña. Esta publicación editada por la Asociación Josefina de Dijón, dio a Josep Mª Bocabella la idea de fundar aquí una asociación similar con un órgano de noticias parecido, al que puso exactamente el mismo título que su homólogo galo, El Propagador de la Devoción de San José, una aventura en la que tuvo mucho que ver su amigo el P. General de la Orden Mercedaria, José Rodríguez.

   Esta humilde hoja informativa que no tardaría en centuplicar sus lectores, sería capital poco más tarde en la génesis de captación de fondos para la construcción del Templo de la Sagrada Familia, cuando Bocabella tomó la decisión de construirlo a la vuelta de un viaje a Montserrat. Siendo editado su primer número en Diciembre de 1866 al coste de un real de vellón, lleva publicándose en total 150 años sólo interrumpidos los tres de nuestra guerra civil. En 1948 cambió su nombre por el de Templo y a partir de 1981 como Temple, en catalán, lengua en la que hoy sigue editándose.


El P. José Rodríguez, General de la O. Mercedaria,
uno de los impulsores de la revista El Propagador y
de la construcción del templo  de la Sagrada Familia   
   

Revista del primer año de El Propagador de la devoción
de San José, 
1866, editada por Josep Mª Bocabella

                     Muchas veces un personaje real que a priori se presentaba como el secundario de una historia, a medida que el investigador avanza abriendo puertas descubre que está ante un verdadero protagonista. En el presente trabajo esto sucedió –y de qué manera– con Josep Mª Bocabella, sobre el que volveremos en próximas ocasiones. Con el aliento de varios amigos, en especial el hoy conocido como San José Manyanet, fundador de la orden y la revista de La Sagrada Familia cuya imagen figura en el exterior del templo, el talante de Bocabella resultó ser de una fortaleza interior inasequible a los fracasos (**).

  Mostrar mi agradecimiento a quienes me ayudaron a cumplir mi proyecto sobre Antonio Gaudí ha sido una constante en todos mis trabajos sobre el arquitecto. En esta ocasión, en buena parte de lo referente a Josep Mª Bocabella dirijo mi reconocimiento a la familia Bocabella-Dalmases, en especial a la representante de la quinta generación, Teresa Martínez de Dalmases, quien sobre 1995 puso en mis manos un maletín con documentos de la familia permitiéndome estudiarlos y fotocopiarlos con destino a mi biografía del arquitecto, publicada en 2001, Gaudí. De Piedra y Fuego (***)


Ana Mª Ferrin

(*) Como curiosidad, esta iglesia se derribó para construir en su solar L’Espai Subirachs, un museo propiedad de la Caixa del Penedés para el que ya se contaba con un buen número de obras del artista Josep Mª Subirachs, escultor de la fachada de La Pasión de la Sagrada Familia. Este proyecto, después de 11 años de avatares se encuentra paralizado con difícil pronóstico de futuro.
http://amf2010blog.blogspot.com.es/2012/01/subirachs-y-el-adios-su-querido-museo.html

(**) Con buen estilo, Antoni Brusi Mirabent compuso en catalán su propio epitafio que puede verse en el cementerio del Poble Nou de Barcelona. Traducción al castellano: Detén tu paso, viajero/ Y párate en esta losa/ Aquí en santa paz reposa/ Don Antón Brusi, impresor/En su patria introductor/ fue de la litografía/ De impresor la nombradía/Logró de su Majestad/ Ruega al Dios de la Piedad/ Que repose en eterna gloria/ Fue víctima de la epidemia de 1821 R.I.P. 

(***) Todo el desarrollo del origen del templo de la Sagrada Familia promovido por Bocabella puede verse en el capítulo Josep Mª Bocabella, en la Iª Parte del libro Gaudí. De Piedra y Fuego.    afejara.blogspot.com.es/2011/09/gaudi.html

                            El grupo musical Kairoi compuso un tema para los tres nombres: Josep Mª Bocabella, Josep Manyanet y Antonio Gaudí,  titulado El Poema de la Piedra.  http://www.youtube.com/watch?v=1abCqOfG0_E


16 comentarios:

  1. No podían haber depositado los documentos en mejores manos que las suyas, y ellos lo sabían.
    En otro orden de cosas, curiosos los estragos que puede causar un simple mosquito. Volvemos a tener problemas con ellos, pero parece que es un problema recurrente.

    Feliz domingo.

    Bisous

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    1. Madame, hoy nos parece que peste y cólera son palabras olvidadas, pero no hace tanto que formaban parte cotidiana de los europeos. Tan sólo documentándome sobre Gaudí y su tiempo, descubrí numerosas etapas en que las familias se diezmaban y se veían obligadas a trasladarse por las epidemias.
      Petons

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  2. De personas educadas es mostrar agradecimiento hacia esas familias que han posibilitado el acceso a información importante para la elaboración de los estudios sobre el arquitecto barcelonés.
    No sabía que hubo una iglesia catalana dedicada a San Cucufate (llamado también San Cucufato), un santo muy curioso que promueve siempre la sonrisa, como mínimo, si uno es capaz de recordar la letra: “San Cucufato, San Cucufato los cojones te ato, si no me lo devuelves no te los desato”.
    Un saludo, Ana María.

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    1. Precisamente en estos días pasados hablando con unos colegas, me decían que en estos momentos sería impensable poder hacer un trabajo de campo como el de mis dos primeros libros sobre Gaudí, y estoy de acuerdo. No había el encanallamiento que hoy hace tan vulnerable a nuestros mayores y todos éramos más inocentes y confiados.
      Cayetano no olvides la plegaria a San Cucufate, que en estos días de mudanza igual se trasconeja algo y puede serte útil. Saludos.

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  3. Interesantes los antecedentes del templo del que aún nadie sabía se iba a construir.
    Un saludo.

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    1. La génesis del templo ocupa un larguísimo capítulo en mi libro Gaudí. de Piedra y Fuego. Bocabella fue un Titán, el verdadero catalizador de la Sagrada Familia.
      Saludos a usted.

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  4. Al amparo de la Sagrada Familia, apreciada Ana María, parecieran tejerse mil historias, incluyendo la de los estragos causados por aquel "simple mosquito".Es parte de la trama.

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    1. Como bien sabes, el mosquito americano es muy perverso, Esteban.

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  5. Hola Ana:

    Interesante información. Pienso como científico, luego esto me ha recordado que a veces, se "visiona" lo que pasará luego. No es diferente en otras ramas del quehacer humano.

    Besos

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    1. No sólo como científico, Manuel.
      Cuando uno ya ha cumplido los 25 como tú, empieza a ver las cosas con más sabiduría y hasta diría que se va convirtiendo en adivino.

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  6. Buen escrito, ver de donde empieza todo, sin personas dedicadas al periodismo y a la imprenta, poco saber hubiese habido.
    Un abrazo.

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  7. Ana Maria, um texto magnífico, no qual você aborda fatos históricos, que não se encontram nos livros de História (pelo menos aqui no Brasil), e com importantes personagens, sendo os mais importantes, Josep Maria Bocabella e Francisca Verdaguer Bollich. O primeiro, Bocabella, por ter sido o homem que abriu caminho para que Gaudí viesse a construir a Sagrada Família, figura ímpar e que, segundo entendi, ficou um pouco nas sombras. A segunda, Francisca, por ter tido a audácia de meter-se numa revolução, na qual não se poderia imaginar uma mulher, para no execício do jornalismo registrar os acontecimentos belicosos. Surpreende-se Ana, com a duas importantes (e fascinantes) figuras. Elegi a ambos, como ícones, cujos nomes certamente não serão esquecidos.
    Por último, pediria a você, querida amiga Ana, que, na sua “resposta”, se a fizer, diga-me se não entendi direito este seu excelente trabalho.
    Abraço.
    Pedro.

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  8. Celebro que le guste la historia.
    Francisca Verdaguer fue una de esas pioneras que merecen una novela. Y el episodio que cuento transcurrió durante la invasión francesa que sufrimos en el siglo XIX a lo largo de la comarca del Maresme, una franja de tierra encajonada entre la cordillera litoral y las playas del norte de Barcelona.
    Fue la madre de Josep Mª Bocabella, un potente impresor y editor que. como cuento, fue el "inventor" y promotor del templo de la Sagrada Familia. Y quien, después de intentarlo con otros dos arquitectos, le ofreció a Gaudí la obra.
    Sin dinero pero con un coraje impresionante, ambos hombres se lanzaron a la aventura épica que hoy todos conocemos.

    Saludos desde el Mediterráneo.

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  9. Na primeira leitura que fiz, não me havia dado conta que Josep Mª Bocabella era filho de Francisca Verdaguer, embora tenha entendido que foram duas pessoas importantes. Mas voltei minha atenção para Francisca, pelos seus feitos e desprendimento, o que pouco ocorria com mulheres naquele tempo. Será que ela pode ser tida como uma das primeiras feministas?
    Tenha uma boa noite. Pedro.

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    1. Sin duda, la vida de esta mujer merece un estudio a fondo. Acompañada por el empuje de su padre, uno de esos hombres con visión de futuro que entendieron el papel que las mujeres podían cumplir con tanta eficacia como un hombre, y de su marido. Saludos, Pedro.

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