Foto cabecera

AMFAv "DESPACHO" (JMS)



JAMES ROBERTS Y SU INCUBADORA INFLABLE. PREMIO INTERNACIONAL DE INGENIERÍA JAMES DYSON 2014


                               Crepuscular, el campo de girasoles se extendía a ambos lados de la carretera. Septiembre agostaba los tallos humillando sus flores hacia el suelo, convirtiendo en estera el alegre paisaje. Durante unos diez kilómetros de recta castellana, aquellos cultivos a punto de recibir la cuchilla fueron el aburrido contrapunto a la noticia espumante que salía de la radio. Contaba el corresponsal en Inglaterra la idea que se le ocurrió a James Roberts, último Premio Internacional de Ingeniería James Dysson 2014, mientras veía en la BBC un documental sobre la tragedia de los campos de refugiados. Y cómo aquel estudiante de veinte años decidió en ese mismo instante, que a esos lugares donde cada año miles de recién nacidos prematuros morían por no disponer de una incubadora, dedicaría el esfuerzo de su Proyecto Fin de Carrera. El lema del Premio, Una solución para un problema, sería el suyo. Solucionaría el problema y salvaría esas vidas.                                
  
  Impactada por la historia de aquel joven de veinte años, seguía yo mi camino entre las plantas marchitas, cuando vi algo que me hizo barrer con los ojos los tres retrovisores hasta comprobar que no había peligro, y frenar. Lo hice para retroceder unos diez metros y comprobar el milagro de que a veces, en la naturaleza aparecen elementos que no se conforman con seguir la inercia de la resignación, ni el dictado que nos marcan las épocas. Allí, en el infinito paisaje de plantas resecas, un solitario girasol estiraba su cuello resistiéndose a doblarlo enfrentado al sol, amarillo contra amarillo. Como había hecho el novel ingeniero James Roberts, negándose a aceptar tantas muertes inocentes que un informativo presentaba como inevitables en los países sin recursos.


James Roberts y su incubadora inflable, MOM (*)

...Y allí, enfrentado al sol, amarillo contra amarillo, un girasol... (AMªF)

A CINCO PROBLEMAS, CINCO SOLUCIONES

Publicado en Gaudí y Más. 12 de septiembre de 2015


                               Peso, volumen, fragilidad, suministro energético y coste.

  Las características de una incubadora neonatal convencional a las que Roberts debió enfrentarse desde el primer momento, eran cinco. El coste, que debería dividir por 100, de 40.000 € a 400. Las medidas de transporte, reducirlas a la quinta parte. La fragilidad debía ser inexistente, plegable e inflable, de materiales fáciles de limpiar y esterilizar. El peso, diez kilos máximo, manejable como un maletín. Y llevar incorporada una batería para 24 horas por si fallaba el suministro.

  El propio James Dyson, ingeniero e inventor británico creador de Dyson Award, ha declarado: - El invento de James Roberts  demuestra el impacto que pueden tener la ingeniería y el diseño en las vidas de la gente. Para los países occidentales las incubadoras son algo cotidiano; no pensamos en lo inaccesibles que son para los países no desarrollados. Gracias a su brillante idea, James ha conseguido crear una incubadora totalmente diferente que puede salvar miles de vidas.


La incubadora plegada en su maletín, y ya hinchada manualmente 

Tras la concesión del Premio, Dyson y Roberts se estrechan la mano

En la Universidad de Loughborough con su toga, James Roberts

                        En un reportaje de Emilio Benito para El País, contaba el estudiante de Diseño Industrial que era la primera vez que se había presentado a un Premio y que para hacer el prototipo había tenido que vender su coche:- Pero ha merecido la pena. Mi sueño sería conocer a uno de los bebés a los que haya podido salvar mi incubadora.

  El Premio Dyson está dotado con 48.000 euros, 36.000 para el inventor y 12.000 para su escuela, en este caso la Universidad británica de Loughborough. Por su parte, Roberts ha declarado que invertirá su parte en concluir el proyecto hasta hacerlo completamente viable y ponerlo en circulación en 2017

 Al preguntar a James Dyson que definiese para qué sirve un ingeniero, contestó lo siguiente: -Un ingeniero debe servir para que las cosas y el mundo funcionen mejor, para hacernos más felices y que nuestras frustraciones tengan solución.


   Lástima que no lo escucharan más de cuatro inventores, mejor le habría ido a la Humanidad




Ana Mª Ferrin

 (*)  Vídeo de James Roberts mostrando las características de su invento.
         https://www.youtube.com/watch?v=qHACvCrCH2M

12 comentarios:

  1. La diferencia de este joven con otras personas reside en el planteamiento de partida: devanarse unos los sesos para dar con la forma de hacer el mayor bien posible a los demás o,por el contrario, para obtener de los demás el máximo beneficio posible.
    Esa es la cuestión.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buena responsabilidad de que sólo nos enteremos de los segundos, la tienen los medios. El esfuerzo de un periodista para vender una noticia solidaria es tremendo, enseguida la etiquetan de “buenismo” y no interesa. Otra cosa es lo relacionado con la maldad. Y mientras más, mejor.
      Saludos

      Eliminar
  2. Me parece maravilloso que haya ingenieros que piensen también en hacer felices a los demás. Él, desde luego, con su invento ya ha aportado mucho más que un simple grano de arena.

    Feliz domingo

    Bisous

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Chère Dame, éstas noticias me reafirman en que hay una juventud tan generosa y utópica como fue siempre, y además, muy preparada.
      Feliz jueves

      Eliminar
  3. Pues la casualidad me ha llevado a la confusión. Precisamente vi en la televisión una noticia sobre el invento, en España, de una incubadora a base de paneles, cuyo coste, un ingeniero de telecomunicaciones español, que había recibido un premio, estimaba en unos 200 euros, y que ya se estaban fabricando algunas unidades. Sea cual sea el prototipo más eficaz y barato, lo alentador es la disposición de los jóvenes inventores por hacer lo que dice el de su artículo: hacer más fácil y feliz la vida de las personas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No conocía lo que cuenta, pero es magnífico que tengamos aquí otro ingeniero con el mismo planteamiento, entre los dos inventos esperemos que se salven muchos niños. Y que tengan una vida mejor que la de sus padres.
      Gracias por la última entrada de su blog.

      Eliminar
  4. Que maravilla que haya personas de esta envergadura.Hoy es, un joven con ilusiones y que mejor que poderlas materializar como en este caso y si encima te lo premian.Ya es una inyección de autoestima para seguir investigando y creando.

    Cuantas entradas me he perdido y sobre todo este relato que me ha encantado ...Pero como continúa a ver si estoy más al tanto jolines:)

    Un beso feliz día

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que ponerse en la piel de ese joven para imaginar lo que ha debido representar para él, que su primer proyecto haya conseguido una distinción tan importante. Y un premio en metálico que le permitirá fabricarlo.
      Estamos de enhorabuena.

      Eliminar
  5. Este si que es un héroe

    Me ha gustado como has narrado los hechos

    Un fuerte abrazo y feliz dia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que la vida corriente está llena de héroes
      Feliz día para ti también, María.

      Eliminar
  6. Hola Ana María, me interesaría mucho leer tu artículo sobre Gaudí y la música (La pasión oculta de Gaudí), sobre el que estoy haciendo un trabajo. Por lo que sé haces aportaciones muy interesantes. Sería fantástico que contactases conmigo en: ainavegar@hotmail.com. Muchas gracias (me urge un poco)

    ResponderEliminar