Con la captura de una paloma aún caliente entre las garras, uno de los dos halcones peregrinos de la Sagrada Familia hace una batida por los tejados del barrio hasta perfilar un bucle, con una parada seca en una de las torres. Suelta la pieza en un escalón interior para clavar en el ave su pico de bordes afilados como navajas. Ayudado por su único diente va desgarrando las partes blandas del animal, arrancando pingajos de carne roja y oscura, goteando sangre al final de los 450 escalones, donde debido a la altura de sus cien metros ningún servicio de limpieza podría eliminar a diario los despojos y que se mantiene en condiciones aceptables gracias a los pequeños insectos, moscas, arañas, que lamen y borran las manchas. No desaparecerán las alas y las plumas de la cola de la víctima, allí quedarán, testigos mudos del diario festín de las rapaces.
El biólogo Eduard Durany en la S.Familia. (E. D.) |
Halcón posado en el remate de un campanario de la S.Familia (E.D.)
Restos de una paloma devorada por los halcones en uno de los últimos 100 peldaños (AMªF)
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CENTINELAS EN LA SAGRADA FAMILIA
Por una esquirla de la torre, el agua de lluvia y rocío recorre intrincadas rendijas internas hasta formar regueros que chorrean por los escalones. Paseándose por toda la parte alta de las obras, el agua camina, repta, salta, galopa, uniendo por un hilo invisible la variada fauna que habita los diferentes niveles. Las aves beben y acaban refrescándose en charcos azules que toman su color de los vitrales que se duplican en el agua, empapan sus cuellos de plumas blancas moteadas de gris haciéndolos brillar a la luz de los focos dirigidos desde la plaza Gaudí y alborotan el reflejo de bolas rojas y amarillas que se cuelan desde los pináculos contiguos, rosarios dispuestos como en la esfera de un reloj.
Pocos son los afortunados que han visto a los halcones de cerca y menos de noche. Su nido se encuentra encajado a unos diez metros de los remates finales, casi a 100 metros del suelo y consiste en una caja de tablero aglomerado que no llega al metro cuadrado alfombrada de tierra y virutas de papel, con un pequeño cristal en el lado incrustado en la torre por el que sus cuidadores vigilan su evolución. Desde ese punto los pájaros parten continuamente barriendo los cielos.
Polluelos de halcón robados de su nido en la S.F. en 2011 |
Primera pareja de halcones colocada en la S.Familia por Durany |
El ornitólogo responsable de su ubicación en el templo, Eduard Durany, sabe que en ocasiones estos halcones se saltan el códice de su especie urbana, básicamente diurna, y cazan de noche aprovechando alguna paloma o cotorra distraída, algún estornino desorientado por los faros de los coches. Bajo la luna, entre las sombras de focos y farolas los terrados alfombran las alturas de la Sagrada Familia y sus alrededores, sobrevolados por la pareja de halcones.
En la cercana plaza de Las Glorias los cristales del edificio De las Aguas, la Torre Agbar, brillan en cada grupo de ventanas que remedan las perforaciones de una tarjeta o simulan un texto en escritura Braille, los reflejos de luz se intensifican, haciendo destacar su alzada imponente. El arquitecto creador, Jean Nouvel, está encantado de que los habitantes de la zona hayan sustituido el nombre oficial de la construcción, Torre Agbar, por otros más en consonancia con su diseño (pepino, bala, vibrador, consolador, pene, geiser, supositorio, obús, etc.), y declara entre risas que su preferido es el vibrador: - Porque la vibración de la luz cambiará cada atardecer y cada amanecer, cada minuto que varíe la luz en Barcelona...
Tres variaciones de luz para la Torre Agbar de Barcelona |
Hormigón, 25.000 m3. 16.000 m2 de chapas de aluminio de diversos colores para recubrir su piel exterior. 59.619 lamas de vidrio y 250.000 kilos de acero, son los materiales que conforman las 38 plantas del edificio. 4.500 ventanas con otros tantos dispositivos luminosos a base de leds capaces de conseguir infinidad de colores. Gracias a un sofisticado programa informático y al eficaz estudio energético han logrado que una hora de la espectacular iluminación completa de este icono de la ciudad no cueste más allá de 6 euros.
Unos dicen que esta obra de Jean Nouvel está inspirada en el proyecto de Gaudí para Nueva York (**), otros, que en las torres de la Sagrada Familia o en el macizo de Montserrat. Lo que muchos no saben es que en el mismo país del arquitecto, Francia, con sólo girar hacia el oeste de su París natal y entrar en la península de Bretaña, cientos de menhires de hasta 22 metros de altura pudieron haberle servido perfectamente de modelo. Sin ir más lejos, el de Champ-Dolent, idéntico a la Torre Agbar.
...y la Torre Agbar de Barcelona. |
Siguen los halcones su planeo rozando la pared medianera de la calle Enamorados s/n, situada en tierra de nadie justo en el cruce de las calles Aragón, Marina y Diagonal, desde el trampantojo que ocupa todo el lateral. La imagen de Antonio Gaudí parece meditar sobre los 142 metros de altura del edificio de Jean Nouvel esbozando una sonrisa sabedor de que muy pronto, quedará empequeñecida por los 170 m, del campanario central de la Sagrada Familia. Observa el tráfico nocturno acompañado por tres dramaturgos y poetas tan populares como fueron Ángel Guimerà, Jacinto Verdaguer y Joan Maragall, engañando a los automovilistas desde la actitud solemne de su pintura. Todos ellos aparecen apoyados en las imaginarias barandas de los balcones complementados por una serie de ilustres personajes relacionados con Barcelona. De Picasso a Joaquín Blume. De Cristobal Colón a Antonio Machín. De Francesc Macià a Carmen Amaya, formando parte de este mural pintado por un colectivo de artistas franceses,
Muro ciego de la calle Enamorados con su espectacular trampantojo (A.Mª.F.) |
El gran naturalista y divulgador Félix Rodriguez de la Fuente, recuperó y dio un fuerte impulso al arte de la cetrería |
Una vez reposadas las aves sobre las bolas que rematan los campanarios de la Sagrada Familia , en las espigas del ábside o planeando con soltura ante los ojos admirados de los turistas que observan los relieves del templo, el vuelo de los halcones revive la memoria de los Maestros Cetreros, famosos en la Corona de Aragón (**). Guardianes del espacio, reinan entre volúmenes de algodón componiendo uno de los infinitos rostros del paisaje aéreo que se diría vacío de formas, donde plumas que se balancean jugando con su propia levedad conviven con el globo soltado de la mano de un niño, la bolsa de plástico hinchada vaga a merced del viento y la cometa del hilo roto asciende, se tuerce, se endereza, para seguir perfilando con su vuelo el corazón de la ciudad.
Ana Mª Ferrin
(*) En breve traeremos a esta página aquel proyecto inédito del arquitecto.
El 26 de mayo de 2011 desaparecieron de su nido en el campanario de San Bernabé los últimos polluelos nacidos pocos días antes, desgraciadamente. Los Agentes Rurales de la Generalitat han determinado que estos halcones debieron ser sustraídos por personal relacionado con las obras, ya que el nido se encuentra fuera del acceso de los visitantes. La comercialización de estos halcones está prohibida por tratarse de una especie en peligro de extinción, por lo que su venta en el mercado negro podría alcanzar un elevado precio.
(**) En 1999 entrevisté al biólogo Eduard Durany sobre el proyecto que tenía en marcha para introducir una pareja de halcones en la Sagrada Familia con vistas a que protegieran el templo de las palomas. Por la calidad del personaje y lo atractivo del tema resultó un largo e inolvidable reportaje que recogí en el libro Regreso a Gaudí’s Place:
http://amf2010blog.blogspot.com/2005/07/regreso-gaudis-place.html
http://amf2010blog.blogspot.com/2005/07/regreso-gaudis-place.html
En 2009, a punto de eclosionar los cuatro huevos de la pareja de halcones, Durany colocó una cámara en el nido que estuvo recogiendo los últimos días y el nacimiento de los polluelos.
El 26 de mayo de 2011 desaparecieron de su nido en el campanario de San Bernabé los últimos polluelos nacidos pocos días antes, desgraciadamente. Los Agentes Rurales de la Generalitat han determinado que estos halcones debieron ser sustraídos por personal relacionado con las obras, ya que el nido se encuentra fuera del acceso de los visitantes. La comercialización de estos halcones está prohibida por tratarse de una especie en peligro de extinción, por lo que su venta en el mercado negro podría alcanzar un elevado precio.
Guardianes del aire, qué mejor que las torres y pináculos de La Sagrada Familia para establecer su observatorio cinegético, tan cerca del cielo. Ellos cazan palomas y el templo "caza" visitantes.
ResponderEliminarUn saludo, Ana.
Entre el último trimestre de 2017 y el 1º de 2018, ya son 4.558 empresas las que han retirado sus sedes de Cataluña. Y según la OMT y el diario El País, el turismo ha descendido un 20% en el mismo periodo, debido a la inestabilidad política y otros factores derivados. La Sgda. Fam también ha sido alcanzada por el descenso.
EliminarDe ahí que todos estemos atentos a las soluciones políticas o a las nuevas elecciones autonómicas que obliguen a las distintas administraciones a olvidarse de sus propios chanchullos y pasen de una vez a solucionar los problemas de nuestra ciudad.
Te deseo que hayas pasado un buen puente.
No sabía que hubiera halcones en la Sagrada Familia.La iluminación de la Torre Agbar es espectacular pero estos edificios tan modernos no me acaban de llenar.Besicos
ResponderEliminarEn las ciudades con monumentos milenarios tan maravillosos, los vecinos siempre ven como una agresión las construcciones novedosas. Pero luego van tomándoles aprecio, como a esta torre, que al principio era motivo de burla y hoy se ha hecho un hueco en el corazón de la ciudad.
EliminarUn beso, Charo.
La Torre Agbar debe impresionar con la iluminación. No la he visto en directo, es una tarea pendiente.
ResponderEliminarLos halcones mantienen a raya la población de palomas, que dejan todo hecho un desastre.
Besos
El tema de las palomas es algo que los vecinos ignoran, pero constituye un grave problema que tanto en aeropuertos como edificios monumentales ha ido corrigiéndose por medio de esta solución ecológica de los halcones. De noche y en cualquier punto de la ciudad, destaca la torre con sus colores.
EliminarA ti, Manuel.
Sin duda Barcelona tiene muy buenos edificios para los halcones.Un feliz domingo.
ResponderEliminarAl parecer, son muchos los lugares en que los han colocado como solución a las aves invasoras.
EliminarFeliz mayo, MariPi.
Hola Ana . Estaba leyendote y me he visto volando por los aires huyendo de los halcones como las palomas
ResponderEliminarPor aqui parce que va cambiando el tiempo
Hola, Marieta. Creo que a muchos cuando levantamos la vista y los vemos haciendo batidas, nos dejan boquiabiertos.
EliminarA ver si viene el sol para quedarse.
Interesantes habitantes de las alturas, sin duda. Además su visión aérea de la ciudad debe de ser maravillosa, plaenando por entre las torres y los altos edificios colindantes, huyendo del tráfico y del tráfago de turistas que van y vienen.
ResponderEliminarLa torre Agbar es impresionante aunque puestos a elegir prefiero admirarla desde una distancia media con respecto a ella, para verla en su totalidad, y por la noche, claro.
Un beso
Precisamente un día en que estaba sentada en la terraza de un ático a media manzana del templo, estuve viendo las evoluciones de unas bandadas de aves. Fue una experiencia espectacular y de ahí salió parte del artículo.
EliminarBesos a ti.
Qué maravillosa la ciudad de Barcelona. Ciudad de acogida para trabajadores, turistas, artistas...y me encanta la convivencia de obras arquitectónicas tan dispares. El gótico de la Catedral y de Sta María del Mar, el arte de Gaudí, la modernidad de la Torre Agbar. Y de otras muchas que sin duda habrá. Se mirarán entre ellas sin recelo; pero, supongo, que justamente sorprendidas con el atrevimiento de sus creadores.
ResponderEliminarTu reportaje de hoy me ha parecido precioso y poético.
Gracias.
Me alegra que te gusten estas letrillas.
EliminarSobre tu primera línea habría mucho que comentar en la actualidad, de realidad tan opuesta a otros tiempos.
Pero el amor a mi ciudad es incondicional y espero y deseo que recobre su buen talante.
Gracias a ti, siempre.
La magnificencia de las construcciones, Ana María, la historia sorda de halcones y otras especies y tu pluma magistral para situarlos a todos en su exacto lugar, rinden tributo una vez más a la "insuperabilidad" de La Sagrada Familia como baluarte catalán y español.
ResponderEliminarAbrazo chileno.
Como Gaudí nunca recibió honores oficiales de ningún tipo y se le ignoró por parte de unos gobernantes que jamás le hicieron el más mínimo encargo, como él sí estaba convencido de su propia valía y de que era "lo más de lo más", seguro que ahora los mira desde arriba y se rie de todos ellos.
EliminarAquí sigue la primavera finlandesa. Saludos.
El parecido de la torre Agbar con el menhir es indudable, la luz mejora su estética. Desconocía que existieran halcones en la Sagrada Familia.
ResponderEliminarUn beso
La presencia de halcones domésticos en la Sagrada Familia va camino de cumplir 20 años. Y por lo bien que les va la alimentación diaria que viene a visitarlos parece que su estancia irá para largo.
EliminarUn beso camino del verano.
Muy interesante y bonito, me ha encantado...
ResponderEliminarNo sabía de estos centinelas :)
Muchos besos.
Enganchan la presa al vuelo y entran con ella en su campanario para devorarla en privado. Luego se atusan las plumas y salen a darse una vuelta.
EliminarElegancia y estilo, Sakkarah.
Ignoraba que hubiese halcones,
ResponderEliminarHan sabido elegir un hermoso lugar.
Muy interesante,
Un beso.
Hola, Amalia.
EliminarLos primeros los trajeron y los colocaron en la torre de San Bartolomé. Después de varios avatares y del robo de unos polluelos en 2011, estas aves se han aclimatado muy bien.
La primera vez que estuve en Barcelona -tendría yo unos 13 o 14 años- aún se podía subir a lo alto de las torres, o a alguna de ellas, de las que estaban terminadas. La impresión que me produjo la altura fue vértigo, aún lo recuerdo.
ResponderEliminarSaludos.
En cada fachada hay una sola torre por cuyo ascensor se sube hasta un punto y a partir de ahí se sigue otro corto tramo de escalones hasta un puentecillo.
EliminarLa bajada es a pie. Y si en la ocasión anterior sintió vértigo, atención. Se empieza bajando con bastante oscuridad los 400 peldaños de la escalera, que van aclarándose a la vez que la espiral se va estrechando, hasta resultar muy agobiante por hacerse emparedado entre el gentío.
Siento contarlo así, pero es lo que hay, DLT.
Y creo necesario avisar del problema.
Magnífico trabalho, Ana, com esse tema que te diz tanto, Gaudí, Sagrada Família.
ResponderEliminarDestaco este trecho, pela singularidade dos acontecimentos na Igreja:
"Por una esquirla de la torre, el agua de lluvia y rocío recorre intrincadas rendijas internas hasta formar regueros que chorrean por los escalones. Paseándose por toda la parte alta de las obras, el agua camina, repta, salta, galopa, uniendo por un hilo invisible la variada fauna que habita los diferentes niveles. Las aves beben y acaban refrescándose en charcos azules que toman su color de los vitrales que se duplican en el agua, empapan sus cuellos de plumas blancas moteadas de gris haciéndolos brillar a la luz de los focos dirigidos desde la plaza Gaudí y alborotan el reflejo de bolas rojas y amarillas que se cuelan desde los pináculos contiguos, rosarios dispuestos como en la esfera de un reloj"
Uma excelente semapa.
Abraço.
Pedro.
Fue un trabajo de observación, imaginando el recorrido del agua. Una de las veces que subí hasta el final de una torre llovía y estuve fijándome en cómo se filtraba el agua por las aberturas de ventilación de las torres y luego corría por los escalones y salía al exterior por la unión de las piedras.
EliminarGracias por su paciencia al leerlo.
Es impresionante todo lo que nos cuentas.
ResponderEliminarMe los imagino observando todo lo que ocurre a su alrededor, como reyes de las alturas y dominando un panorama sólo visible para ellos ¡Ya quisieran muchos fotógrafos ocupar por unos momentos su lugar!
Me has traído a la memoria que, por culpa de un halcón que pasó al huerto de Melibea, Calisto la conoce y así surge toda la triste trama de la Celestina.
Te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
No me extrañaría que los inventores de los drones se basaran en la mirada del halcón.¡Qué envidia!
EliminarNo había relacionado al ave con La Celestina y tienes razón. Habrá que refrescar la memoria y volver a los maestros, Kas.
Estupendo trabajo Ana.
ResponderEliminarLos halcones son de gran ayuda para el control de palomas tanto en ciudades como en aeropuertos. También constituyen un recurso fantástico en la formación de niños y jóvenes.
Podéis visitar nuestra página web para que veáis que hablo con conocimiento de causa. Organizo Campamentos de verano aprendiendo de las aves rapaces ininterrumpidamente desde 1992. www.adaja.es
También servicos de control de fauna y actividades relacionadas con la cetrería www.avium.es
Saludos a todos
Javier Ceballos
jceballos@avium.es
Hola, Javier. Magnífica actividad la vuestra.
EliminarOs he visitado y me permito añadir el enlace al reportaje de la invitación que os hicieron en Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes.
Es un placer vernos tan bien representados.
http://www.adaja.es/mediapool/146/1468660/data/ADAJA_Viaja_LR.pdf
Saludos.