...
Insoportable dolor,
esta
muela es un horror.
Con
buen coñac la lavé
y
perejil mastiqué,
una
aspirina tomé,
mas
nada solucioné.
A
sacarla habré de ir
para
acabar mi sufrir.
He
de vencer el temor,
es
risible, bien lo sé,
mas
...
Luis Miguel Aguilar. Esa muela...
.The dentist. John Lavery. 1929
CON ÁNIMO OPTIMISTA...
Publicado en Gaudí y Más. 26 de marzo de 2023
Aquel día de 1929, Hazel, la esposa del pintor irlandés John Lavery estaba aterrorizada. Su problema dental no remitía, por lo que su marido la acompañó a la consulta del doctor Conrad Hackner quedándose en el mismo gabinete mientras el dentista la examinaba, tranquilizándola.
Viendo el artista que la situación discurría de manera armónica, el médico haciendo su trabajo y Hazel, modelo en más de 400 encargos para su esposo, pareciendo haber conectado con aquel profesional que le había hecho olvidar las imágenes siempre terroríficas de los "sacamuelas". Transmitidas por los pintores de todas las épocas, estampas siniestras muy capaces de provocar temblor de piernas con sólo echarles una mirada.
Lavery, observador y cronista, sacó de su chaqueta el cuadernillo que siempre lo acompañaba, esbozando diversos trazos componiendo la escena.
Nada le pasó por alto en el consultorio, de ahí que este óleo médico vaya mucho más allá de la simple gacetilla de urgencia, quedando como un clásico de la información sanitaria. El equipamiento, luz en la frente, aparato de Rayos X, la impoluta blancura de la bata, la limpieza del cristal, pulcritud del entorno al completo. Destreza, seriedad. Confianza. Y elegancia natural del inmortalizado caballero dentista, que trató a divas de Hollywood y a reinas europeas.
De que esta imagen hizo mucho más por la salud dental de los irlandeses que cualquier campaña que se le hubiera ocurrido a un publicista, no tengo duda. Ni antes ni después creo que se haya producido una obra más didáctica y provocadora del bien.
Tanto enseñándonos el avance de la mujer en el campo dental, como el triunfo contra el racismo. Lo mismo cuando se ha tratado de acercar a los niños a perder el miedo a las pinzas o los alicates, animándolos a dibujar su experiencia en el sillón.
Helene Purkins. Dentista para damas. 1880
Mme Antoine, de Lyón. 1883. Primera odontóloga en Bilbao, España
Dentistas español@ graduad@s en 1901
Ida Gray Nelson. En 1890, Michigan. Una de las tres
primeras doctoras norteamericanas y la primera de color.
El dentista en la selva (Gloria Fuertes)
Por la mañana, el dentista de la selva,
trabajó intensamente con un "feroche" cliente.
Era el Rey de la Jungla, era un león imponente.
Con colmillos careados. Y que le faltaba un diente.
Ya por la tarde, le dijo,
a su enfermera reciente:
-Pon el cartel en la choza, no recibo más pacientes.
¡¡Que ha venido un cocodrilo que tiene más de cien dientes!!
Cuando los niños perdieron el miedo al sillón.
A
caballo, de pie, sobre un tonel, en la mesa, mirando por la ventana directamente al
paisaje de un escote o bajo un farol, los artistas nos provocaron durante siglos el terror a
que puede llevarnos la estampa de un dentista en plena faena de intervención
bucal. Ya fuese el Séptimo Arte con el sádico Steve Martin en La Tienda de los Horrores, o éste Tercero, se diría que sus creaciones siempre estuvieron concebidas para el escalofrío.
A caballo...
De
hueso, para humildes proletarios;
de
marfil, para regios millonarios;
de
oro, para quien sueñe poseerlas.
Y
para labios de mujer traviesos,
en
dos engarces de divinos besos
montar
dos hilos de divinas perlas.
Luis Miguel Aguilar. México
Ana Mª Ferrin
Algunas de las imágenes producen auténtico terror, lo que tuvieron que sufrir en esa época los que padecían de dolor de muelas o dientes.. La pintura de John Lavery es preciosa y no infunde temor.Besicos
ResponderEliminarEn cuanto a la medicina somos afortunados por vivir en esta época. Una buena semana, Charo.
EliminarNo, desde luego que no contribuyen algunas pinturas e imágenes a ir tranquilo a la consulta del dentista jajaja.
ResponderEliminarSaludos!
Puestos a vivirla, como espectadora me pido ver esa extracción del dentista a caballo. Sublime.
EliminarEs un tema Ana Mª que no había contemplado desde mis pinceles incluso desde mi lectura sobre pintura, pero es real y auténtico aunque si vemos en el dentista alguno de estos cuadros me imagino que dan ganas de salir y volverse de la consulta.
ResponderEliminarFeliz semana.
Saludos Cordiales.
Con tu comentario me has hecho pensar en cuantos temas distintos desfilan ante nuestros ojos. Escribir sobre ellos es un placer, igual que debe serlo el dejar constancia con un dibujo.
EliminarUn saludo, José Aº
Un cuadro realista y muy bien captados todos los detalles además de esas pinceladas suaves con esos tonos que tambien aportan mucha tranquilidad.
ResponderEliminarEl Siglo de Oro español siempre ha sido tétrico en cuanto a exagerar las cosas...
Me encanta esos dibujos de los niños ahí ellos no mienten , ques que la verdad impone un poco ir al dentista y más según que época.
Que buen plantel de mujeres dedicadas a esta ciencia.
Te deseo una tranquila Semana Santa, ya la tenemos en puertas.
Petons estimada,Anna
es qué
ResponderEliminarQué suerte tienes Bertha. Debes disfrutar mucho con tus talleres de manualidades y artesanía, dejando fluir todo lo que te pasa por la mente. Besazzo.
EliminarCiertamente, no infunden tranquilidad los cuadros que dejaron buen testimonio algunos pintores al paso de los antiguos “dentistas” más bien escenifican el horror de tener que sacarse un diente o una muela. Menos mal que todo evoluciona en la vida.
ResponderEliminarUn abrazo Ana y feliz primavera.
En este tema sí que es para que nos sintamos afortunados.
EliminarTe imaginas empezar con un dolor de muelas y sentirte tan solo y desprotegido. Y no había nada más, Juan, una navaja, unas tenazas....Madre mía.
Da escalofríos pensar en qué podía convertirse un simple dolor de muelas en otra época: una tortura en manos de un barbero sucio, que arrancaba sin anestesia la pieza cariada. Así no era extraño ver bocas melladas, cariadas y amarillas en jóvenes de treinta años o incluso menos hace cien años.
ResponderEliminarUn beso
Es que no había nada más.
EliminarHace años leí las memorias de un médico norteamericano durante la Guerra de Secesión, la carencia de calmantes, el cómo a través de los chinos empezaron a utilizar los derivados del opio para amputar piernas y brazos.
En este tema nacer en los siglos XX y XXI ya ha sido una fortuna.
Un abrazo, Carmen.
Menos mal que ha evolucionado la odontología...jejeje.
ResponderEliminarTienen mala fama desde siempre, claro, que viendo las imágenes es normal.
Tengo un maravilloso dentista en Palencia, hijo de una amiga, que es una maravilla. Me pongo en sus manos sin ningún temor.
Como siempre, un post magnífico.
Desconocía muchas cosas sobre el tema, de las que nos cuentas.
Siempre es un placer visitarte.
Abrazos.
Aunque hoy pueda parecer raro a los más jóvenes, hay muchas personas que podrían contarnos sufrimientos increíbles de no hace tanto tiempo que darían pie a una entrada digna de Stephen King.
EliminarCuida a ese dentista, Maripaz, vale su peso en oro.
La verdad que impresiona.
ResponderEliminarAfortunadamente, todo ha ido cambiando a mejor, aunque ir al dentista siempre resulta muy desagradable.
Te mando un beso y te deseo días felices.
Una cosa es ir a una revisión. Pero cuando hay una molestia por medio, siempre hay un rinconcillo en el cerebro que te va diciendo: cuidado... ojo...
EliminarBuena Semana Santa, Amalia.
Going to the dentist was always a terrifying experience for me when I was young. At least today, you know what to expect and the process has been improved with new tools and technology. Still it is better to take care of your teeth and not have to make a visit.
ResponderEliminarA nice week to you and a happy April.
Tienes toda la razón, después de haberlo pasado tan mal es normal que no te fíes.
EliminarVamos, que si es necesario ir, se va. Pero no es como visitar al médico de familia o graduarse unas gafas. Por eso, si se tiene la suerte de no necesitar la visita, mejor.
Saludos.
Hola Ana María.
ResponderEliminarMe gusta mucho la historia. Todo tiene un pasado, pero al día de hoy gracias a la evolución de investigación. La Ontología ya dejó de ser un drama.
Feliz Domingo de Ramos desde Barcelona
Un abrazo
Mónica
Desde luego, en mi caso es así. Eso no quita lo que ha sufrido tanta gente y que aún sigan pasando cosas negativas, no muchas, pero las suficientes para que no bajemos la guardia.
EliminarY un recuerdo agradecido a la mayoría de profesionales.
Abrazo a ti.
De todas estas historias, la que más me impresionó fue la del pintor Levary ... una historia maravillosa. Ese cuadro adquiere más prestancia con esa narración. Me encantó.
ResponderEliminar~~~~
Ahora, y en otro orden de ideas, te voy a copiar acá lo que te respondí en tigrero pararogarte un favor.
Me has puesto de cabeza con la canción "Me and Bobby McGree"... la escucho y la vulvo a escuchar, estudio la traducción de su letra, es preciosa, es esas que se "sienten". Ahora bien, por lo que tú me dices, intuyo que hay una historia detrás que yo quiero saber, por ejemplo ¿ Qué tiene que ver Kriss Kristofferson con Janis ? Pero ... espera. No me digas nada en comentario, porque esto se merece una entrada a todo lujo de detalles escrita por una autiora tan sensible como tú. ¿Será que nos regalarías esa entrada?
Mira esta versión
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=oMQ2Q6j3494
Hola, Alí. Gracias por tus palabras.
EliminarHace un tiempo que estoy centrada en un tema sin poder comprometerme a nada más. Es por eso que no voy a entrar en esta idea tuya tan buena de escribir acerca de Kristofferson y Janis Joplin, proponiéndote que profundices en ella y la hagas realidad. Es un tema que promete.
El hecho de relacionarlos se debe a que en su momento me informé de que en 1969 él fue el autor de esta canción que ella grabó en 1970 poco antes de morir al año siguiente, sin llegar a saber que fue un éxito. En Wikipedia tienes buena parte de la historia de este tema.
Y como me parece que los compañeros se preguntarán de qué hablamos, te envío la respuesta acerca de tu propuesta, a la última entrada de tu blog “Tigrero”: https://tigrero-literario.blogspot.com/2023/03/el-solo-de-guitarra-de-una-historia.html .
Saludos.
Perfecto Ana María, me pondré en eso lo más pronto posible. Gracias
EliminarSi nos detenemos en las pinturas antiguas, nos tiembla el cuerpo aunque tengamos los diente sanos, son de autentico terror.
ResponderEliminarAbrazos.
Si, son como una historia para no dormir.
EliminarUn beso, Conchi.
El de la mesa
ResponderEliminarme gusta
Tienes buen ojo. Las expresiones de ese grupo de amigos, empezando por el mismo operante, son de antología.
EliminarSaludos.
Olá, amiga Ana,
ResponderEliminarPor acaso, quando tive necessidade de ir ao dentista raramente tive esses problemas de dor. Depende muitos dos dentistas, claro está.
Gostei deste interessante poema.
Grato, pela visita e gentil comentário no meu cantinho, que muito apreciei.
Deixo os meus votos de uma feliz semana.
Beijinhos.
Mário Margaride
http://.poesiaaquiesta.blogspot.com
Amigo Mario. Estoy contigo. Aunque no debe censurarse la opinión de quien haya tenido malas experiencias
EliminarUn amigo taxista, molesto porque a menudo suele hablarse de su gremio en negativo, me dijo: "Si en todos los campos, desde la Iglesia a la política hay excepciones, ¿porqué no va a haberlas en el taxi?"
Y tenía razón. Por muy importante que sea en la sociedad, ningún colectivo se libra de sus errores, que deben conocerse.
Un saludo.
Me encantó el tema dental y con su humor desde nuestra óptica actual, los sufrimientos que han tenido que pasar, no, no es cosa de risa... Las imágenes potentes, cercanas al pánico algunas. Gracias por lo enseñado, he aprendido...
ResponderEliminarAbrazo! 😀
Si una piensa que ante una noche de sufrimiento sin poder dormir a pesar de los calmantes, hoy tenemos la esperanza de que te vea un doctor que te cure...
EliminarImaginemos lo que debía ser en esos tiempos, con el mismo dolor, sin calmantes, y con la única alternativa de ver acercarse al individuo lleno de tizne, que con la mejor voluntad, con su mandil y en la mano una herramienta de herrero, iba a ser tu salvación.
Padrenuestro, que estás en los cielos.....
Un tema del cual nadie quisiera hablar, porque quién no ha sufrido un dolor de muelas, y a media noche, calvario hasta que el odontólogo revise, y declare, hay que esperar a que desinflame para curar la pieza o sentenciar la torturante
ResponderEliminarextracción. En La mala hora, García Marquez aborda el dolor de muelas genialmente, en la figura de un militar al cual todo el pueblo odia, y va en busca del dentista para que le extraiga la muela porque no aguanta el dolor, y usted con magnífica narración y humor lo trata desde el arte de la pintura. Un abrazo desde Colombia. Carlos
Hola, Carlos. Qué buen relato el que cita.
EliminarQuizá porque ha pasado tiempo desde que lo leí, pero hubiera dicho que quien sufría el dolor de muelas era un alcalde. A veces los recuerdos se mezclan. Celebro que le haya interesado.
Cierto. Era un alcalde. El militar odiado fue en La mala hora. El barbero su enemigo político, y no le sobraban ganas para degollarlo cuando lo estaba afeitando con la afilada navaja
EliminarOlá, Ana, esta é uma grande postagem sobre a odontologia, a começar pelo poema. Quem diria que naquele tempo era assim que os dentistas trabalhavam!
ResponderEliminarEntão, hoje podemos aquilatar o progresso da odontologia, com a extração de dente, próteses, implantes, sem falar na antiga obturação.
Parabéns pela postagem que rendeu aqui em casa algumas risadas.
Meus votos de uma Feliz Páscoa, com seus entes queridos.
Grande abraço, Ana.
Por mucho que aun haya que solucionar en el mundo, es para celebrar lo que hemos adelantado en calidad de vida en algunos aspectos. Pensar que hoy, por un poco de dinero cualquiera puede ahorrarse tanto sufrimiento como el que reflejan esas obras, es para celebrarlo.
EliminarGrandes saludos, Pedro.
Me ha encantado el tema y las ilustraciones y los versos, no me arrancaron un diente pero sí una amplia sonrisa proletaria ya que no llevo ni de marfil, oro o perlas sinó los mios porque no quise todavía una sonrisa perfecta.
ResponderEliminarRecuerdo a mi tío pepe, un artista de zuecas y mangos de cuchillos, tirando de nuestras muelas, con unos alicates normales, en la era dónde se trillaba el centeno, al aire libre.
Ejercía de sacamuelas!
Buenas celebraciones!
Qué interesante lo que cuentas. Y pensar que, por muy primitivo que hoy nos parezca, había que tener arrestos para atreverse a hacer lo que tu tío.
EliminarVisto hoy es una salvajada, pero pensemos en qué estado debía estar el pobre doliente para suplicar que le arrancaran la muela. Qué tiempos!!
rssss, mas eu adorei essa sua postagem, Ana!
ResponderEliminarQue coisa terrível é ir num dentista, mas tenho que ir,
encho-me de coragem e paciência e vou. Já escrevi sobre essa minha neura! As obras me fizeram rir muito, Ana, que loucura, que sofrimento naquela época bem distante! Bem que agora não teríamos razão alguma para rechaçar alguns tratamentos, pois tudo é com anestesia, o que nem se pensava.
As obras são maravilhosas.
Uma Feliz Páscoa para você e sua família!
Beijo, saúde e paz.
Me alegra que la entrada te haya provocado risas, Tais.
EliminarComo le decía a Beatriz, qué desesperación no debería estar pasando la persona que iba a un herrero o similar, para que le arrancara a lo vivo una pieza con una tenaza. ¡¡Santa Virgen de los Dolores!! Me tiemblan las piernas sólo pensarlo.
Qué afortunados somos hoy...
Bonita entrada, algo tan desagradable y que nos asusta un poco has hecho materia para ella, no conocía tanto cuadro sobre este tema, pero sobre todo hacer de el un arte
ResponderEliminarEs una forma de desmitificar.
Feliz fin de semana.
Saludos,Cordiales,.
Como bien dices, los artistas tenéis la suerte de hacer visible hasta las cosas más menudas de la vida. Todo puede cristalizarse con un pincel.
ResponderEliminarSaludos.
Bonita entrada, pero el tema de los barberos sacamuelas me dan algo de escalofríos, menos mal que no nací en esa época, porque entre éstos, los sangradores, los sanguijuelistas, los alópatas, los médicos de enfermedades secretas, etc. etc. hubo quien dijo, y con razón, que habían hecho correr más sangre de los enfermos, que Napoleón en los campos de batallas.
ResponderEliminarObserva, que en todos los cuadros de época que has puestos, hay siempre mirones que parecen que disfrutan del mal ajeno. jeje.
Un fuerte abrazo, Ana, y felicidades por tan interesante publicación.
Tan bien contado como lo relatas, hasta se hace difícil la lectura de lo que escribes.
EliminarLo de los rostros y miradas de las pinturas es de antología, aunque una no sabe si si compadecen o se alegran.
¿Habrá una pizca de venganza en el artista?
¡Hola, Ana!
ResponderEliminarLos odontólogos, son un mal necesario; en ocasiones, visitarlos, resulta algo así como asistir en directo a una tortura :)
Algunos hacen “arreglos” innecesarios. Últimamente he visto en la prensa, imágenes de personas de la farándula que se han colocado piedras preciosas en los dientes; no sé cómo podrán comer; además, creo que es un atentado en contra de la salud de quien no sabe en qué gastar su dinero.
Sencillamente encantador el tema y las pinturas excelentes. Cordiales saludos
Ante ese "embellecimiento" que cita, sólo se me ocurre decir que hay que echarle valor para decidir someterse a esa agresión, algo que yo jamás haría.
EliminarDe todos modos, si así se sienten más seductores, ¡Adelante!
Gracias por la visita, Rud.