Tomando su biberón, Magalí observaba las
aguas de Madeira a donde la habían llevado sus abuelos portugueses para conocer
al resto de la familia. Aún sin ser consciente de lo que significaban el viaje ni el
paisaje, algo profundo la tenía hipnotizada hasta el punto de pararse y fijar
la vista en el líquido horizonte cada vez que su vista captaba el retazo añil de un balanceo.
Fijando la vista en aguas isleñas... |
¡¡Portugal é campeão da Europa!!... |
FELIZ HIJA DE LA MAR Y DEL OCÉANO
Publicado en Gaudí y Más. 28 de enero de 2017
El círculo familiar cerraba un ciclo ante la
mar océana que viera partir a sus ancestros, antiguos navegantes que
descubrieron los nuevos mundos. Ella no lo sabía, pero la doble línea de su árbol había ido serpenteando sobre sí misma desde que en el
siglo XIX, un matrimonio de Oporto, Joana Martines y su esposo Garcia, bajaron
a establecerse en el enclave español de Olivenza, al este del río Guadiana y al sur de Badajoz, lugar que desde el siglo
XIII había ido alternando su nacionalidad entre los dos países ibéricos, Portugal y España.
Hija de aquella pareja, la joven Ascensión
iba a conocer a Álvaro, de Badajoz. Con él formaría una familia de 15 hijos, de los que otra Ascensión acabaría viviendo en Madrid. En línea directa, tres
generaciones después nacería Magalí en Barcelona teniendo como padres a una barcelonesa y a un portugués de Coimbra.
Con la fortuna de guardar como punto de partida tres lenguas propias; castellano, catalán, portugués. Añadiendo culturas que fusionadas o abiertas ampliarán su mente, otras procedencias españolas enriquecieron su cuna; Valladolid, Cantabria y León, Madrid y Palencia.
Haciendo un bucle en un cambio de sentido genealógico, nada más nacer, la niña iniciaría un giro ascendente cruzando la península con sus padres camino del Oeste, de regreso a las tierras lusas de sus antepasados portugueses, donde fijaron su ADN las localidades de Viana do Castelo y Santarém, Açores, Aveiro y Madeira. Isla ésta, hasta donde la última semana voló la pequeña viajera para abrazar a sus parientes del bello archipiélago.
Haciendo un bucle en un cambio de sentido genealógico, nada más nacer, la niña iniciaría un giro ascendente cruzando la península con sus padres camino del Oeste, de regreso a las tierras lusas de sus antepasados portugueses, donde fijaron su ADN las localidades de Viana do Castelo y Santarém, Açores, Aveiro y Madeira. Isla ésta, hasta donde la última semana voló la pequeña viajera para abrazar a sus parientes del bello archipiélago.
En un mundo tan cambiante, intentar adivinar por qué escenarios transcurrirá en un futuro la vida de Magalí sería entrar en el territorio de los juegos malabares. De lo que no hay duda, es de que sus grandes ojos llevarán como dote un equipaje histórico y cultural de
primera.
Magalí, bonita. Que tu vida sea muy feliz.
Que tu Ángel te cuide. Que Dios te proteja.
Ana Mª Ferrin
Que tu Ángel te cuide. Que Dios te proteja.
Ana Mª Ferrin
Simplemente...¡Qué linda!
ResponderEliminarAhí tengo que darte la razón. Es linda de veras.
EliminarEl racismo y la xenofobia se curan viajando, leyendo y con el mestizaje étnico o lingüístico.
ResponderEliminarMe llamaron la atención en Olivenza los rótulos de las calles en portugués y castellano. Fue Godoy, el que se entendía con María Luisa de Parma, quien incorporó, por la fuerza militar, la bella localidad a España. Otra cosa es que la gente de allí se sienta de aquí o de allá o de los dos sitios a la vez.
Un saludo, Ana María.
La historia de esa alternancia es mucho más amplia y rica, parte del s. XIII. Y el cómo concluyó el episodio donde intervino Godoy, fue un capítulo de sabiduría militar y política por ambas partes que merece leerse atentamente.
EliminarLos rótulos bilingües son la constatación de una realidad y la muestra de que en ese lugar reinan el respeto y el sentido práctico.
Saludos, Cayetano.
Que bonito Ana Maria!
ResponderEliminarUm beijo enorme dos avós babados de Portugal
Guida e João Paulo
Queridos abuelos volantes, un beso con abrazo apretao para vosotros.
EliminarAna Maria que comovente e belo texto.
ResponderEliminarCertamente que a mescla, o abrir de horizontes, as viagens, farão dos nossos netos pessoas mente aberta e pacífica.
Obrigada por me fazeres um pouco mais feliz!!!!
Querida. Tú te mereces toda la felicidad, es lo que te deseo. Y te envidio esos besos con piano y cancioncillas de fondo.
EliminarHasta pronto.
Que bonito relato!.
ResponderEliminarUn feliz fin de semana.
Qué belleza esa mirada nueva de la inocencia.
EliminarLo mismo te deseo.
Sabes una cosa: Tu historia me ha recordado lo difícil que se hace saber de donde venimos...La nena tiene 3 idomas, culturas distintas y una confluencia: ella.
ResponderEliminarEn pequeño, es como la evolución humana...Un río que confluyen en otro...
Besos.
Bella figura, Manuel.
EliminarSaber de dónde venimos y no olvidarlo, esa es nuestra fuerza.
Conmovedor y lindo relato.
ResponderEliminarUn beso. Feliz semana.
Es la crónica de una pequeña vida que inicia su camino, Amalia.
EliminarUn abrazo.
The child in the first photo is cute.
ResponderEliminarHave a nice day.
Gracias, guapa. Los niños no necesitan posar, siempre son sugerentes.
ResponderEliminarCreo imaginar quién es esta preciosa protagonista del cuento y e spor ello que me emociono más por este bonito relato que le dedicas. Magalí, nombre sugerente y prometedor. Le auguro larga y próspera vida, llena de encantos y amigos por conocer.
ResponderEliminarUn beso
La misma que viste y calza a no muchos kilómetros de vosotros. Preparaos porque esta generación viene viajera, con hambre de saber y es muy posible que acaben encontrándose con otros lletraferits como ellos, a uno y otro lado de una frontera que también es punto de unión.
EliminarMuchos besos.
Mi querida Jones,
ResponderEliminaresta es la tercera vez que escribo mi comentario en tu blog sobre el precioso relato de Magali, y no sé porque, Mr. Murphy se empenha en hacerlo desaparecer! ...pero de ésta le gano yo, lo juro...!
Muchas gracias por este cuento-verdad que escribes con Nuestra amada Magali como ombligo de ese mundo, como centro desde el que se ordenan los movimientos, los vaivenes de nuestros antepasados, de nuestra familia.
Es un regalo enorme para ella, y para mi también, un regalo precioso de mi madre para mi hija, estas mis dos mujeres de mi vida con tanto en común, con tanta belleza y poderío ... ... ... metío!
Parece que las mujeres de esta familia estamos siempre buscando algún tesoro proprio escondido en cualquiera de los mares de la peninsula, de un lado al otro, en una u otra cara de la luna.
Gracias por darle voz, mi mama Ana Mª, hija de la Ascensión, mi abueli inolvidable,
Con mucho amor
Africa (para sumar un otro territorio a la ecuación ;)...)
No se puede hacer un comentario con más gracia, querida guapi.
EliminarTienes razón al acordarte de la abuela. Y de la Tía Pepa. ¿Te imaginas cómo les hubiera ilusionado a las dos encontrarse con unos portuguesinhos como Zé y Magalí? Con lo que ellas querían a Portugal. Achuchones.
Sabemos donde hemos nacido, pero ignorabas dónde nos llevará el destino ¿Quién me iba a decir a mí que acabaría mi vida en tierras castellanas?
ResponderEliminarDeseo todo lo mejor para la protagonista de este bello relato: ¡Feliz viaje Magalí! ¡Felices sueños!
Cariños en abrazos.
kasioles
Gracias a nuestro ir y venir nos enriquecemos. Dices bien eso de ¿Quien me iba a decir a mí...?
EliminarSeguro que dentro de unos años ella también se lo preguntará.
Abrazos a ti y feliz Fin de Semana.
Olá Ana.
ResponderEliminarGostei muito desta sua crônica, que a li com atenção e interesse. Não podia ser diferente, pois ouvi muitas histórias contadas por meu pai, quando eu era pequeno, sobre essas regiões de Portugal e também de alguns lugares da Espanha, que ficam próximos à fronteira desses dois países. Meu pai ouvia essas histórias do pai dele, meu avô, que com 24 anos de idade deixou Portugal para viver aqui no sul do Brasil. Daí também a minha grande simpatia pela Espanha, por sua cultura, como acontece também com Portugal. Com tua crônica, como ocorreu com Magalí, fiz a minha viagem no tempo. Gracias, Ana.
Um abraço.
Pedro
Hola, Pedro, al igual que Magalí tú también desciendes de una saga de gente que no se conformó con su realidad y se arriesgó a lo desconocido para mejorar su vida y la de los suyos.
EliminarSi hiciste un viaje a Portugal para reencontrar tus raíces, imagino los sentimientos que debiste experimentar al pensar en tu abuelo, aquel joven de 24 años que tanto echaría de menos a su tierra y su gente y lo mucho que debió trabajar para dar un buen futuro a sus hijos.
Todas nuestras historias son comunes, pero cada una de ellas es única. Saludos.
Acho uma boa ideia, querida Ana. Vou me mirar na Magalí, para fazer essa visita a Portugal dos meus ancestrais. Deverá ser emocionante.
EliminarUm abraço
No sabía si usted había viajado a Portugal, ni tampoco si su abuelo llegó a volver.
EliminarSea como sea, si le es posible hacerlo y se decide, seguro que para usted será algo inolvidable, de esas cosas que acompañan para siempre.
Mi madre volvió a su tierra 43 años después de haberla dejado y sé que fue la aventura de su vida, aunque en su caso la distancia sólo era de 1000 Kms.
Saludos, Pedro.
Ao chegar de Portugal, meu avô assumiu um Cartório de Notas, na cidade de São Joaquim, no Estado de Santa Catarina (cidade pequena, e talvez a mais frias do Brasil). Um ano depois de sua chegada, casou-se e teve 10 filhos, um a cada ano. Quando o décimo filho tinha poucos meses, meu avô faleceu. Ainda guardo uma página inteira do jornal da cidade, com fotos e discursos de políticos que para lá foram pra prestar-lhe homenagens.
ResponderEliminarQuanto a mim, não tive a iniciativa de conhecer o lugar onde meu avô nasceu, em Portugal. Motivos: nunca me animei a sequer conhecer outros países da Europa, por não sentir motivações para viagens. Conheço apenas os três Estados do sul do Brasil, a cidade de São Paulo e rio de Janeiro. Aqui na América do Sul conheço Buenos Aires, Montevidéu em alguns lugares turísticos desses dois países.
Mas quem sabe a Magalí tenha essa força, capaz de me ajudar a romper essa resistência que tenho às viagens.
Abraços, Ana.
Lo de viajar es muy personal, hay quien no pararía y a otros no les provoca ningún interés. Así que más vale dejarse llevar por la llamada interior. Su clic personal le dirá si debe dar el paso o no, para decidir conocer la tierra de sus antepasados.
EliminarSeguro que hará lo mejor.