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AMFAv "DESPACHO" (JMS)



INMIGRACIÓN CASTELLANO-LEONESA EN BARCELONA. (3/5)



Isaac López, presidente del Consejo Comunero, un segoviano bastante viajado antes de afincarse en Barcelona, de la que recuerda la convivencia plena de antes de las autonomías, se expresa así:

Publicado en EL NORTE DE CASTILLA. 9 de junio de 1986.

                     - La afirmación diferenciadora catalana te obliga a afirmarte en tu identidad, aunque con un buen ambiente como el anterior nunca te lo hubieses planteado. Pero es algo común a todos los nacionalismos extremos. Necesitan de enemigos para destacar su diferenciación y si no los hay, pues se inventan. ¿Qué se ha adelantado con el Estado de las Autonomías? Para mí, se ha intentado tocar la médula misma de España.


                    Más de 400 miembros integran el Concejo Comunero en Barcelona. Y el día que lo visito andan por el ya justo local varios habituales, antiguos o actuales, del Centro Castellano-Leonés, caso con el que ya me he encontrado en otros lugares. Se trata de un piso (Roger de Flor 92, principal, 2ª), en el que los días de reunión es preciso abrir todas las puertas de las habitaciones y hablar en el mismo centro de la entrada para poder acceder todos a la palabra.

                      José L. Benito, presidente de la Casa de Soria, aseguraba en una entrevista a Máximo Hernando, que el Concejo Comunero, en el aspecto cultural es el grupo de Castilla y León más importante de Cataluña, con una capacidad intelectual de la carecen otros centros. - Aquí hay profesores, etc., etc.

                      En ese etc, etc,, yo incluiría abogados, médicos, y a toda la élite intelectual que proporciona una contestación preparada y segura ante los excesos que se puedan cometer contra la identidad castellana. Por otro lado, gentes que conocen el tema los califican de diletantes, y lo suficientemente provocadores como para ser los más atacados por los grupos extremistas.

                       Castilla, para el Concejo Comunero son, sin posibilidad de fisura, las diecisiete provincias que hoy comportan las seis autonomías que van desde León a Albacete (si las seis opinan igual que ellos, es tema para otro reportaje). Su presidente es dueño de una característica que desde el principio proporciona una sensación de convencimiento en lo que está haciendo, de seguridad en que la razón le asiste. En ningún momento de la maratoniana entrevista (casi cinco horas de amena conversación), ha utilizado el «off de record». No le tiembla la voz al asegurar que para él:

                    - La Crida está dirigida por intereses elevados, con auténtica autoridad económica. Sólo así se comprende que siendo un pequeño colectivo, puedan fletar barcos enteros cargados de víveres para el Tercer Mundo como la imagen compensatoria de cara al exterior, a las actividades salvajes que llevan a cabo.

                   - Sobre el President Pujol. Usted habló con él recientemente casi cuatro horas, exponiéndole los problemas idiomáticos. ¿Lo ha encontrado receptivo?

                   - Al Señor Pujol, más que receptivo lo he encontrado escuchador. Él absorbe, pero la única razón que te da es que tiene muchas presiones, que le azuzan. -Tú haces menos de lo que debieras- le dicen. En mi opinión -continúa I. López-, CIU tiene en el señor Heribert Barrera, de Esquerra Republicana, la expresión pública de lo que ellos no se atreven a decir en público. Del mismo modo que el PNV tiene a Herri Batasuna para afirmar lo comprometido.


                    Un amigo conocedor del ambiente castellano-leonés me previno antes de visitar al C.C: - Ojo con ésos, criban a todo el mundo según apoyen o no su nacionalismo castellano. Pero aquí estoy, completamente a salvo después de hablar de todo lo hablable con el Sr. López, de quien he de decir en su honor que no se tomó a pecho mi escurridiza negativa a dejarme barnizar excesivamente con resinas de clan.

                      Veamos. Es cierto que el Consejo Comunero es irreducible en sus planteamientos. Están convencidos de que su identidad peligra y luchan por ella como nadie lo hace en Cataluña lo hace. Se han convertido en punto de atención desde aquel lejano Manifiesto de 1981 que le costó un tiro a un escritor. Ni andaluces ni vascos ni gallegos pusieron tan nerviosos a los catalanistas que comanda Angel Colom, como los originales detentadores del idioma castellano. Pero Isaac L. separa cuidadosamente a la gente de la calle, del grupo recalcitrante.

                    - Yo sólo considero enemigo a quien intenta aplastar mis derechos. Si lo hacen con corrección, sin mala uva, a mí no me molesta que me hablen en catalán. En cuanto a los casos de atentados extremistas, quien ha de poner mano dura es la Generalidad, con ellos y con quienes les calientan la cabeza. Y fíjate que digo Generalidad y no Generalitat, como muestra de respeto por la antigüedad de la institución, porque en los documentos de Castilla desde el siglo XIV, ya se la mencionaba así: Generalidad.


                    Ha resultado refrescante hablar con el presidente del C.Comunero. Se adentra en todos los temas con el sentido del humor, poco conocido, que él asegura posee el castellano. No sólo es Delibes ni Azorín la representación de su tierra. Pera él, un buen ejemplo de lo que dice podría ser Avelino Hernández. Echa una mirada a los pasados veinte años en las calles barcelonesas, Ancha y Merced: ¿quién no ha tenido un amor en el Boga-Boga? -recuerda y pregunta con aire de confesión.

                    Tocamos la religiosidad del fallecido Tierno Galván, que Isaac López ve claramente enraizada en el sentido de respeto no litúrgico, sino de hondura ante la inmensidad de las llanuras, que impulsa al hombre a elevar su espíritu. Finalizamos lamentando algo cierto que los dos hemos detectado. El miedo de algunos consultados a que sus opiniones se lean con el nombre auténtico o completo de quienes las dan, hecho que él conoce bien y del que me proporciona variados ejemplos. Lo que hace pensar que ese temor a las represalias en tiempos como los actuales, sean algo digno de estudiarse a fondo.
                     

                    Como apuntábamos anteriormente, el C.Comunero puede decirse que representa en su conjunto de socios el círculo regional de mayor nivel cultural, lo que da pie a unas actividades centradas casi exclusivamente en todo lo que enriquezca las raíces de un pueblo. Gentes preocupadas por un bagaje que muy posiblemente sea tibiamente apreciado por los naturales que no se movieron de lugares de origen. Una observadora desapasionada desgrana la de cosas que podrían conseguir juntos las dos culturas nacionales, los interesados castellanos con los catalanes, si hallaran el punto de encuentro justo, renunciando cada uno de ellos a parte de los condicionantes y dejando de lado las escaladas personales.

                      Quizás la solución a ello la proporcionen las nuevas generaciones que no lleven a cuestas lastres preconcebidos de lucha y procedan de ambas culturas:

                    - A mí, que me olviden todos los que se parapetan a un lado y otro, del catalán y del castellano, no tengo por qué renunciar ni a Lluís Llach ni a Amancio Prada -me aclara Valentín, un estudiante rubio y espigado-. A los dos los entiendo, yo tengo dos culturas y estoy orgulloso de ellas. ¿Por qué tengo que escoger? ¿Y la lengua? Yo, como Serrat, como Senillosa, hablaré la que me apetezca, puedo cambiar el piñón de la rueda en cualquier momento y si el catalán es mi idioma, también es el castellano por ser el de mi padre. Eso ha de servir para unirnos, no para enfrentarnos. Además, ese problema sólo existe con gente corta, nadie con mentalidad abierta deja que eso se convierta en el problema de su vida.

                   Y aunque su abuelo sacaría de León todas las influencias gallegas, Valentín se siente identificado con los versos de Celso Emilio Ferreiro que descubrió durante el B.U.P:


A fala dos abós que temos mortos...
...Eu fáloa porque sí, porque me gosta
e quero estar cos meus, coa xente miña
perto dos homes bós que sofren longo
unha historia contada en outra lingoa.

La lengua de los abuelos que están muertos......la hablo porque sí, porque me gusta,
y quiero estar con los míos, con mi gente,
cerca de los hombres buenos que sufren largamente
una historia contada en otra lengua.


(O en la misma, pero sin ellos).


Ana Mª Ferrin  

1 comentario:

  1. Isaac López Gimeno, en los albores del Concejo Comunero de Barcelona, negaba con la boca chiquita que se discriminara la lengua castellana en Cataluña ¿Mentía entonces o miente ahora?

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