Ramón Colom, actual subdirector de programación de informativos de TVE, y director durante varios años de “Informe Semanal”, puede bien ser el prototipo de vecino de Sant Andreu encumbrado a altas responsabilidades. En ese sentido viene a engrosar la lista formada, entre otros, por el actual vice-presidente de la Diputación, Jordi Vallverdú, y la directora de Centres Cívics del Ayuntamiento de Barcelona, Núria Gispert. Un periodista de SANT ANDREU EXPRESS ha viajado a Madrid para conocer a Ramón Colom en “su salsa”, en Torre España. Allí se ha encontrado a un Colom deseoso de volver algún día a Barcelona “para hacer algo profesionalmente” y enamorado del barrio donde aprendió a jugar.
Desde su cargo de Torre España, Colom recuerda su Sant Andreu
RAMÓN COLOM, UN PERIODISTA DE SANT ANDREU EN LA CUMBRE DE TVE
Publicado en Sant Andreu Expréss. Junio 1986
El subdirector de programación de Informativos recuerda el entorno de su niñez.
La primera sensación que provoca Ramón Colom en su despacho de TVE es de actividad. Y resulta curioso, porque no se ve un alma en toda la planta de Torre España y el mismo Colom me recibe cómodamente sentado, incluso con apoyapiés incorporado, mientras disfruta una grabación de TV3. Pero a pesar del panorama que describo, sea por los montones de distintos periódicos esparcidos por la pieza, o por las continuas llamadas y visitas que recibe mientras conversamos, está claro que aquel es el reducto de un hombre que trabaja, dirige, y sobre todo, decide.
Son las cuatro de una tarde cálidamente ventosa en Madrid, donde se precisa de una previsión de puntualidad británica para conseguir llegar a tiempo a la cita concertada, después de pasar los diversos controles que criban a los visitantes de la calle O'Donell. Camino entre la maraña de pasillos desiertos a esa hora digestiva de un sábado, orientada amablemente por personal de TV. Pasillos enmoquetados interrumpidos por puertas con rótulos sugerentes: “La Tarde”, “Teleobjetivo”, “Informe Semanal”, etc. etc...
- Tomando el hilo de la amabilidad madrileña, ¿es tan amable y simpático el madrileño como reza el tópico?
- Todos los tópicos se sustentan en un punto de verdad. Es cierto que, efectivamente, el pueblo madrileño es agradable y servicial.
- ¿Más que el barcelonés?
- Sí... Yo diría que sí, pero hay que tener en cuenta que Madrid, por su historia, carece de la estabilidad social y la lucha por una identidad propia de Cataluña. Aquí todo está organizado para una movilidad del personal que tiene que pasar por Madrid, lo que se traduce en una costumbre de ver circular al forastero y eso ha generado una práctica de simpatía espontánea en las relaciones superficiales.
- Eso podría querer decir que en Madrid las relaciones son superficiales.
- En cierto modo, sí. Pero no hay que olvidar que a mi, por ejemplo, Madrid me acogió bien cuando vine hace once años y eso es algo que siempre se agradece.
Una llamada nos interrumpe y paseo la mirada por la mesa que se me presenta en un cuidadoso desorden: tarjetas, muchas tarjetas, notas. Un vaso con alhelíes y una planta de Pascua que aportan al despacho algo de la terraza de su casa barcelonesa en el Paseo de Fabra i Puig.
-Tú naciste en la calle Martí Molins, de la Sagrera, y más tarde viniste a nuestra Rambla de Sant Andreu. ¿Qué recuerdas de tu infancia, de tus juegos en el barrio?
- Yo soy un hombre que recuerdo mucho el entorno de mi niñez, mis amigos... Precisamente siempre me queda pendiente encontrarme con un amigo de cuando yo tenía diez años, ese amigo con el que te llevas tan bien y luego, por circunstancias, no vuelves a ver. Cuando viajo a Barcelona vivo en el Paseo con mis padres y sigo los problemas de allí con interés. Sé que existen iniciativas para recuperar la Rambla y espero que salgan adelante (*).
"En cuanto a mis juegos..., no he sido nunca muy deportista, pero mi padre había sido jugador de la U.E. Sant Andreu y me llevaba al campo bastante. También recuerdo que me gustaban mucho los trenes y con mi abuelo íbamos a la estación a verlos. ¿Colegios? Hasta los siete años fui a las monjas de la Sagrera y después pasé a la Salle Condal, de la Baja de San Pedro. La Salle Congreso la conozco, pero yo no asistí. En mis años escolares aún no existía.
En su despacho del programa "Informe Semanal" |
- El cine de la familia era el Odeón, a ese fuimos muchísimo. También al Atlántida, al Recreo, al Victoria y al Astor. Del cine Rio recuerdo que antes había una pista de patinaje. ¿Mi director favorito? Muchos. Mankiewicz es muy válido. John Huston también, aunque haya firmado muchas castañas, pero como me dijo en Cannes cando lo entrevisté: “Mire Vd., yo tengo que vivir y mantener varias familias”. Me pareció sanamente cínico, que es uno de los tipos humanos que me caen más simpáticos.
EQUIPO NEURÓTICO Y CURIOSO
-Girando hacia el tema televisión ¿Cómo se consigue que un programa como “Informe Semanal” lleve trece años en los primeros lugares de audiencia?
- Hablar del éxito del programa es difícil. Otra cosa sería enjuiciar algo en lo que no estuviera tan inmerso. En lineas generales podemos decir que un programa suele ser el reflejo del equipo que lo elabora. Así “La Clave”, era denso, paquidérmico, sabio y superficial a la vez, como Balbín. En el nuestro se ha dado un equipo neurótico, curioso e interesado por muchos temas, y de ahí puede haber surgido un resultado positivo.
- En cuanto a los informativos, ¿cuál es el secreto de que no todos los presentadores hagan creible una noticia?
-No hay que olvidar que la televisión tiene mucho de circo. Y algo muy importante: la cámara no perdona, saca lo que tienes dentro sin que puedas evitarlo. Un ejemplo: Pepe Navarro daba como un hombre encantador porque fundamentalmente es un hombre encantador. Pero cuando alguien ha tratado de salir encantador sin serlo, a la larga la cámara lo ha puesto en evidencia.
Paso revista a las veces que he visto a mi interlocutor en pantalla, y le doy mentalmente la razón. Siempre me había parecido un hombre de buenas maneras un tanto jesuítico, con todo lo que de sabiduría, astucia e inquietud encierra la parte positiva del término. La vertiente religiosa del adjetivo queda asimismo afirmada al preguntarle qué destino le apetecería.
EL VATICANO, UN CRISOL DE MORAL
- El Vaticano me atrae por ser un crisol de moral y poder. Todo lo que forma el mundo occidental tiene allí su germen, y creo que se podrían elaborar allí crónicas muy interesantes. Nueva York siempre es una meta por lo que se puede aprender allí. Los países del Este no me interesan especialmente para una estancia larga. Conozco Polonia, lo visité cuando salió elegido el Papa actual y después de ver cómo viven allí la religión comprendo muy bien las coordenadas en que se basa Juan Pablo II: el catolicismo de resistencia.
"Un lugar que me interesaría si hubiera una oferta que me satisficiese, hablo más en términos profesionales que económicos, sería hacer algo a mi gusto en Barcelona. Yo veo a Catalunya con una proyección internacional, lejos de la cultura de “botiguer”, siendo la vanguardia cultural que ha sido por tradición. Hacer algo basado en esa idea sí que me apetecería.
Sus palabras, que podrían interpretarse como un mensaje “a quien pueda interesar”, me dan pie a pedirle una opinión sobre los Nacionalistas Radicales.
- Para mi el hombre es intocable, y a veces se olvida que un atentado inofensivo contra un cartel o similar, puede tener una consecuencia sangrienta, por eso estoy en contra de toda violencia, que a la larga no resuelve nada. Sin embargo, para la cultura y la lengua catalanas, una posición firme en las ideas, un miren ustedes, esto NO, estoy convencido que consigue logros inamovibles y duraderos.
Una extensa entrevista que tenía en principio alguna dificultad: -Por deformación profesional a los quince segundos veo si una persona tiene algo que aportarme, si no, la diplomacia no es mi fuerte, aclara al finalizar. -Espero que éste no haya sido el caso, me inquieto yo. -Tranquila, me he encontrado muy cómodo. Cuando la comunicación funciona, conversar puede ser el placer perfecto, y que ha resultado, al menos por mi parte, sumamente atractiva.
Gracias Ramón Colom por todas tus facilidades para SANT ANDREU EXPRESS.
Y abandonamos el despacho en el que junto al retrato del Rey Juan Carlos, cuelga un pequeño rótulo que, quién sabe si es la autodefinición del periodista, subdirector de programación de los Servicios Informativos de TVE:
SOY UN SER HUMANO:
- NO ARRUGAR
- NO PLANCHAR
- NO ROMPER
Ana Mª Ferrin
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