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AMFAv "DESPACHO" (JMS)



LAS MANOS DE NUESTRAS MADRES




…Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
...Y tú fuiste el milagro.
…Y la ternura, leve como el agua y la harina.

Y la palabra,
 apenas comenzada en los labios...

Pablo Neruda




     Sábado, agosto de 2018
     Me despierto y conecto la radio:
             
    
     7,44
   Génova, Italia. Mueren 43 personas al desplomarse un viaducto

     7,47
     Caracas, Venezuela. Entre la desgracia nacional de sus últimos gobiernos, responsables de una crisis devastadora que ha forzado un éxodo de casi 4 millones de habitantes del querido y antaño rico país, sus habitantes se enfrentan a una hiperinflación de la economía de 1.000.000%. 

     7,50                       
   Cornella, Barcelona, España. Un musulmán argelino intenta expiar su homosexualidad atacando con un cuchillo a una policía española y cae abatido por los disparos de la agente.

     7,55
    Elda, Alicante, España. Ingresa en el Hospital General un bebé de 15 meses intoxicado por cocaína y marihuna. Sus padres son detenidos.

     7,58
     Fountain Hills, Phoenix, Arizona, EE.UU. Ana Mae Blessing de 92 años mata a su hijo de 72, al saber que éste iba a ingresarla en una residencia geriátrica.
                        

                         Mientras manos siniestras llenan de dolor nuestros noticiarios, Samantha Lee, una mamá de Malasia, pone las suyas al servicio del cariño solucionando un problema vital... 

Osito de arroz cobijado por una tortilla francesa y su sabanita de queso. Ingeniosa y completa comida


    SAMANTHA LEE, INGENIO Y AMOR

Publicado en Gaudí y Más. 25 agosto de 2018


                                Todo comenzó cuando Samantha se quedó embarazada de su segunda hija en diciembre de 2008. Teniendo la primera 3 años y siendo una niña inapetente que no parecía comer lo necesario, a la madre le inquietaba su futuro. El que llegado el momento de dividirse para cuidarlas a las dos, no tuviera tiempo suficiente para hacer comer a la mayor el mínimo exigido para su correcto crecimiento.

   No es la única madre que haya pasado por ese trance, todos sabemos lo que es tener una criatura a la que perseguir con la cuchara, las lágrimas y nervios que genera una situación así en caso de que se prolongue. Por ello, pensando en la crianza del próximo bebé y su doble trabajo decidió que fuese como fuese, debía conseguir que para la fecha del nuevo alumbramiento la hija mayor ya comiese sola y de todo, desde verduras a carne, desde legumbres a pasta y pescado.

   Un toque de ternura. Así etiquetó su proyecto.

  Dura tarea la que siguió en aquellos meses de espera. Lograr por medio de cuatro pasos: una imagen impactante, una historia atrayente, un aroma apetitoso y una feria de sabores, que la alimentación saludable se filtrara por los sentidos de la niña hasta lograr traspasar la barrera de su inapetencia, cada mediodía y cada noche. Si su hija mayor había acabado con su paciencia negándose a comer, antes de perder los nervios defnitivamente la madre debía ganársela, convirtiendo en diversión la temida hora de la mesa. El éxito acompañó su empeño. Un triunfo que, por diversos conductos, acabaría convirtiéndose en su profesión.

    Hoy, como homenaje a la paciencia de todas las madres, a sus manos amorosas que nos alimentaron dedicándonos todo el tiempo del mundo, nos dejaremos deslizar hacia la inocencia pasada viendo la vida a través de nuestros pequeños... 


Samantha Lee en la actualidad con sus dos hijas.


Tres muestras de arroz, pollo y verduras.
Huevos y arroz

                                       Trasladadas en el tiempo, las manos de nuestr@s madres/padres nos proporcionaron lo mejor que tenían a su alcance, muchas veces quitándoselo de ell@s mism@s. Sabe Dios por cuántos sacrificios de todo tipo debieron pasar para hacernos hombres y mujeres, lo mismo que nosotr@s hicimos/hacemos por nuestros hijos.

    He querido traer al cuaderno esta anécdota de Samantha Lee y una muestra general del movimiento ArtFood que ella ha enriquecido y popularizado, sabiendo que cada lector sabrá sus preferencias y las rescatará del recuerdo para guardarlas en su propio cofre. Imágenes que atesoramos en nuestro interior, muy adentro, y de las que nunca dará cuenta la prensa porque son cosas bellas que no interesan en los noticiarios. Minúsculos detalles, gestos menudos de pequeños mundos íntimos que nos hacían felices en la mesa y que todos identificamos porque nos hicieron conocer el amor más incondicional y nos ayudaron a ser quienes somos hoy.
   

Sandwich  o bocadillos de jamón, queso y galletas

Variación de salchichas




¡Viva la carne!


Festival de verduras cortadas y en puré





Pececitos y helados, muñecos, peras. Disfrazando el pescado
¡Que viva el pescado!




Frutas variadas y Festival de Zumos!!!
                                
                                 Y como mientras escribía iba encadenando pasajes de mi infancia y la de mis hijos, reviviendo el aroma y la magna presencia de mi plato preferido de niña, la paella mixta de carne y marisco que toda la familia seguimos relacionando con la fiesta, aquí la traigo. Sírvanse una ración generosa. Yo invito. 








     Ana Mª Ferrin                        

(*)     Con diversos intereses y profesiones, siempre alrededor de la cocina, el Food Art ha llegado para quedarse desde distintos puntos de mapas distantes, como Samantha Lee de Malasia. 

14 comentarios:

  1. Qué bueno, qué derroche de imaginación. La comida divertida, hábilmente elaborada, con esas figuras y esos colores atrayentes que abren el apetito de niños y mayores. ¡La imaginación al poder!
    Un abrazo, Ana.

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    1. Al leer esta entrada muchas familias habrán tomado nota. Deseo que les valga para solucionar este pequeño gran problema.
      Otro para ti

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  2. Me he quedado alucinando con todos esos platos tan artísticos y he recordado lo mal comedora que era mi hija mayor cuando era pequeña y la paciencia que tenía que tener con ella.....pero yo no tuve esa creatividad culinaria que tuvo Samanta.Besicos

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    1. Todo vale para aprender, Charo. EL testimonio de Samantha seguro que valdrá para muchas familias. Besos

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  3. Hola Ana:
    Están tan guapos, que me apetece no comerlos :D...Incluso la paella :D

    Nuevamente el arte no conoce fronteras. El piano de pan me gusta mucho

    Besos

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    1. Entiendo que aprecias la buena comida. Seguro que llevas una dieta dual, porque en tu tierra natal también saben de sabores.
      A ti.

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  4. Paciencia y cariño esto es lo que tienen las madres.
    Es una buena forma de hacer comer alimentos menos apetecibles y sanos para ciertos niños.
    Un abrazo.

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    1. Lo curioso es que entre hermanos con buen apetito siempre sale algún tiquismiquis. Abrazos a a ti.

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  5. Bom dia, na verdade a comunicação social prefere as más noticias que as boas, o carinho da mãe é único, é ímpar no afecto que transmite.
    Feliz domingo e semana,
    AG

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    1. Por tus líneas se filtra que sabes bien el valor de una caricia de madre.
      Afortunado, porque eso da seguridad en sí mismo, te sabes querido.

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  6. Qué gran ingenio!!.
    La ternura y amor de una madre es algo maravilloso.
    Y capaz de hacer tan fantásticas creaciones.
    Un beso. Feliz domingo.

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    1. Querida Amalia, de una u otra manera, una madre nos hace saber su cariño. Feliz semana.

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  7. Me recuerda Ana María el dicho al menos aquí en Chile, referente a que "el amor entra por el estómago", en relación a un prenoviazgo (le llamamos pololeo).En el caso de las madres denota ternura al máximo.

    Un beso.

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  8. Arte efímero plagado de sabores, ¡qué original!
    Mi peque tengo la suerte que come de todo en su año y medio de vida. Pero ya se sabe que la vida da mushcas vueltas y en alguna etapa más adelante le puede dar por no comer, así que guardará esta entrada por si tengo que hacer uso de ella.
    Un beso

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