Como tantos otros
visitantes VIP de Barcelona,
Harrison Ford y su
familia parece que han optado por
residir durante sus
estancias en la ciudad, en un discreto
apartamento proporcionado
por los propietarios del
hotel de 5 estrellas
donde se alojaron en su primera
visita a la ciudad. El ser atendidos las 24 h. por un
equipo
que sólo se hace visible si los clientes lo
desean, junto a la
sencillez del
edificio y de su calle y el acceso a la vivienda
por medio de una clave sin que medie contacto visual con
vecinos y empleados, permite disfrutar a los visitantes
famosos de una
estancia en pleno anonimato en el centro
de la ciudad, resueltas todas las necesidades de un hogar,
alimentación y limpieza, con intimidad asegurada.
A veces al natural, otras con peluca y gafas. Una gorra, un
pañuelo y ropa sencilla, obrarán el resto del milagro liberador.
Durante la comida semanal que suelen compartir Jesús, militar y notario, Carlos, arquitecto, y Bautista, actor, en distintos restaurantes de Barcelona, los tres veteranos sibaritas con más de medio siglo de amistad comentan relajados la afición a visitar Barcelona de muchos personajes internacionales seguidores de la obra de Antonio Gaudí, el arquitecto al que tanto interesaba el diseño de sus edificios revolucionarios, como las Artes secundarias que aplicaba en ellos, desde los vitrales a la forja.
Entre esos comentarios del trío saboreando un café en la minúscula mesa de mármol de una terraza del Paralelo, se colaba una referencia a la última película de Harrison Ford interpretando al arqueólogo Henry Walton Jones, Jr, Indiana Jones. La charla ascendía hasta las hojas de los plátanos, juntándose en ellas las críticas de los tres hombres al film, con sus confidencias sobre las varias visitas del actor a España.
En especial sus recorridos por Barcelona con su esposa Calixta Flockhart, guiados por el interés de la estrella norteamericana a la obra de Antonio Gaudí y las Artes Decorativas con todas sus labores manuales, poniendo especial acento en las aplicaciones de carpintería, un oficio que en cierta etapa de su vida llegó a considerar como un posible medio de vida mientras intentaba desarrollar su carrera de actor.
–Precisamente no hace mucho que Ford y su esposa estuvieron en el Restaurante Casa Calvet de Gaudí, donde reina la carpintería. Después de muchos años continúa habiendo un restaurante, aunque ahora sea de la cadena China Royal Crown. No olvides los diseños de marquetería y taraceado que colocó también en el Palau Güell…, -comenta Jesús, el notario-, Ya sabes que si Ford es hoy un entendido sobre Artes Decorativas, todo empezó trabajando de simple operario para subsistir.
... Y que durante sus viajes nunca deja de visitar un edificio cuando conoce que contiene trabajos delicados en madera con techos o mobiliarios especialmente virtuosos, puertas o ventanas…. Por eso no me extraña que se encuentre a gusto en ese restaurante que ocupa parte de los locales de la Casa Calvet de Gaudí, un espacio situado en lo que fueron las oficinas originales del dueño del edificio, el fabricante textil Pedro Calvet, para el que su amigo Gaudí diseñó y construyó en los bajos todos los despachos enmarcados de ebanistería.
Añadiendo:
... Aunque en otra anterior visita que hizo Ford a la ciudad, donde coincidí con él y su mujer en el mismo restaurante, exista otro nexo de unión que quizá ni él mismo haya llegado a conocer. Me refiero al oficio de actor.
Al escuchar las palabras de Jesús, la expresión de sus compañeros es de sorpresa. Precisamente es Bautista, el intérprete, el más interesado en el dato:
-¿Un santo actor? ¿De dónde has sacado eso? - le pregunta, intrigado...
(revista Hola)
Imagen (Just Jared)
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