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AMFAv "DESPACHO" (JMS)



DIARIOS DESDE MI CELDA. CORONAVIRUS 12º DÍA



DÍA 12º



                                        El Diario de los Jereles es una web de Jerez de la Frontera, Cádiz, que incluye artículos reales o inventados con un enfoque satírico que siempre arranca una sonrisa. Allí leí que se iba a multar con 300 euros, a quién en una fiesta o festival, se empeñe en tocar las palmas al tuntún, destorotando el compás de una melodía con el mismo resultado que si a un violín se le estallaran las cuerdas, una a una, en plena ejecución.

    La falsa noticia leída hace unos años en ese diario, enlaza con la idea que hoy quería desarrollar comentando el gesto de dar palmas sin seguir el ritmo previsto, cuando alguien arrítmico se emociona con el flamenco sintiéndose llamado a colaborar en una fiesta sin tener conocimiento de en qué consiste. Como viví anteayer, cuando a un vecino se le ocurrió en plena Barcelona poner a Camarón en el altavoz de un balcón, provocando con su Yo soy gitano un perfecto festival de palmas arropando la melodía, hasta que un sonoro grupo foráneo tan entusiasta como a descompás, rompió la magia.  

    Y sucede que en la mayor parte del sur español, el tocar las palmas -que no aplaudir, que eso es otra cosa-, está considerado un instrumento más del apartado de percusión corporal, arte sujeto a leyes sentidas a través de herencias eternas con infinitas variantes a través de repiquetear con las manos, pies, muslos, pecho o chascando los dedos.

   Prácticamente la totalidad de sus compases flamencos se acompañan con las palmas, que pueden tocarse muy bajitas y espaciadas, tanto como en una salvaje rapidez de alto sonido. Sordas cuando suenan almohadilladas. O abiertas, cuando su impacto es alto y limpio. Sevillanas, soleá, fandangos, bulerías…. Conseguidas entre varios ejecutantes, cada palmero aporta la combinación que pide la pieza, a veces con dobles palmas, cruces de tempo y distinta colocación de las manos o dedos. Toda una experiencia sonora para quienes aman la música.

   O provocando el sufrimiento en los espectadores, cuando en lugar de asistir en silencio a esa ceremonia armónica, el desconocedor del rito con su mejor intención se empeña en intervenir en la partida de ajedrez, introduciendo su mano en el tablero para mover las piezas sin tener idea del juego.

       


(*, **, ***)


DE PALMAS, EROS Y COMPÁS
Publicado en Gaudí y Más. 16 de abril de 2020


                          Yago S. es médico en el Hospital barcelonés de Valle Hebrón y la divagación de mis líneas anteriores, tan banal, ha debido resultar de una conversación que tuvimos donde me contaba riéndose, del enfado sufrido aquel mismo día en la sala de médicos al dar un primer sorbo al café de la máquina y comprobar que no tenía azúcar. -Con el agotamiento que llevamos encima, que ya verás como nos pasará factura. Con lo que vemos y sufrimos, tragándolo todo sin una queja. Y va esta mañana y agarro un cabreo impresionante porque a la máquina se le había acabado el azúcar. ¿Puedes creerlo? Esto es un sinsentido, ¿no?     

   No, Yago, no lo creo. Y tú mucho menos.        

   La psique y sus mecanismos de defensa contribuyendo a la salud mental.

   Suenan seguidos un cohete y el agudo pitido de un silbato, y frente a mi casa al otro lado de un bulevar de cuatro  carriles, dos jóvenes pakistanís con sus trajes salwar kameez salen discretamente al balcón a las 8 en punto de la tarde para participar en un encuentro general, aplaudiendo con las manos horizontales, una sobre otra, en una sesión que en esta vía no suele durar mucho. Salvo ocasiones en las que un vecino nos obsequia desde su ventana con la sesión discotequera que suele ir regada de luces por una bola de espejos .

  Allí, acodada en mi baranda después de semanas observando como nos comportamos los confinados, he compuesto una lista de peculiaridades. Muy diversas, pues la gente va desinhibiéndose poco a poco y ya se sabe que, como suele decirse, la confianza da asco. 


   Esa precisamente debe ser la causa de que la pareja de uno de los balcones lleven un par de días comiéndose a besos y abrazos ante el auditorio, cosa curiosa si tenemos en cuenta que tienen todas las facilidadesde de tiempo y lugar para gorilear de cristales para adentro. Pero no. Ellos son felices mostrándose ante su público y me temo que de seguir así, por poco que se apliquen, vamos camino de que alguien empiece con Barry White Maluma o como ha pasado hoy mismo, ponga Mami, que será lo que quiere el negro, y acabemos todos en la comisaría.             


Cualquier lugar es bueno...
Para olvidar lo malo...


                                                               
                                                 Otro escenario que atrae las miradas es un balcón del que sólo se ve lo que descubre la baranda de hierro, con la parte superior oculta por una cortina de lona verde. Siempre vacío, el espacio sólo se anima en la parte inferior a la hora de los aplausos. Unas piernas de hombre con pantalones beige y zapatos oscuros muestran su presencia, a la que a veces completan el palmear de unas manos abriéndose paso por la abertura vertical del toldo. 

 Ese apartamento forma parte de otros cuantos del mismo edificio pertenecientes, según el vecindario, a una determinada Obra religiosa de alto calado. Lo que no es descabellado si tenemos en cuenta varios datos que, si uno a uno no significan nada, unidos tienen su interés: Que están ocupados por hombres educados, siempre solos y silenciosos a los que puede verse a través de las ventanas leyendo o escribiendo. Viviendas en las que al poco de salir sus ocupantes entran en ellas varias empleadas de la limpieza, ataviadas con uniformes de servicio doméstico, algo inusual por estos pagos. 

  El dato definitivo es una dependencia del ático que da al exterior, con una minúscula abertura horizontal en el muro por donde al oscurecer se filtra una luz que permanece encendida toda la noche. El ventanal protege un interior en el que, las pocas veces que sus rejas ha permanecido abiertas, puede distinguirse el pequeño altar de una capilla.  

  A estas alturas la gimnasia en las azoteas se ha convertido en un espectáculo a cielo abierto. Como el que ofrece Don Jesús, un caballero de sienes plateadas que aplaude trajeado de gris con blanca camisa deslumbrante y no se puede tener más estilo. Aprovecha para hacer sus ejercicios en la posición del flamenco, ave que suele permanecer largo tiempo firme sobre una pata y con la otra flexionando la rodilla, modo que también practica el gimnasta abriendo los brazos en cruz mientras resiste la postura. El domingo lo vi desde lejos teniendo de fondo la sierra de Collcerola al ponerse el sol y era una postal.

  Mucho vamos aprendiendo de cómo sujetarse a un poste con una banda elástica para hacer flexiones. Tanto como de los ejercicios cuyas tablas piden compañía. 

   Con el misterio incluido de quien varias veces al día asoma de improviso en un terrado cercano. Como en un calidoscopio, salías a echar una mirada al exterior y de pronto veías aparecer a un hombre inmóvil durante bastante tiempo en un punto determinado. Al día siguiente o un rato después, era una mujer quien brotaba de repente en el mismo sitio. Parpadeabas y había cambiado, volvía a ser un hombre el que surgía. Llegó un momento en que aquello se convirtió en motivo de cachondeo, todos los habitantes de nuestro edificio que conocían el asunto tenían su teoría, cada una más descabellada, ¿hombre, mujer, transformista, espectro? 

   Hasta que una mañana en que vinieron a rectificar la posición de la antena y el técnico se subió a lo alto del tejado, dominando la cima del distrito, uno de los vecinos le preguntó si podía ver lo que estaba haciendo el hombre de aquel terrado cercano. La respuesta elemental fue que no era un hombre... sino dos. Para ser exactos, dos hombres y una mujer, atletas circenses ensayando figuras acrobáticas en las que dos participantes tendidos en el suelo, hacían de portor al tercer componente al que elevaban por encima de la tapia. 

   Hay que ver cuántos mundos caben dentro de éste...

   

El balcón de las piernas beiges y las manos por la cortina...

La capilla de los inquilinos silenciosos...

Desplegando los brazos como el flamenco hace con sus alas...


La mujer o el hombre que brotaba del suelo... 

Acrosport. Figuras y ejercicios realizados por dos o más gimnastas

Ana Mª Ferrin

(*)  

(imagen1) https://diariodelosjereles.com/2017/04/multas-de-hasta-300e-a-quien-toque-las-palmas-a-descompas-en-jerez/

(1magen2) https://www.google.com/url?sa=i&url=http%3A%2F%2Fcuandomebajodelostacones.blogspot.com%2F2014%2F06%2Ftocar-las-palmas.html&psig=AOvVaw3m__eQqf7nqji4Eq80ZygV&ust=1587123398494000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwiT3KnE7ezoAhVCzBQKHRWwCkEQr4kDegUIARDzAQ

(Imagen3) https://play.google.com/store/apps/details?id=com.hiringo.flamencoclapp&hl=es

   

26 comentarios:

  1. Para tortura de mi familia, he introducido una variante a la hora de dar palmas en honor de nuestros esforzados sanitarios, fuerzas de seguridad, transportistas, y empleados forzosos de estos días: el contrapunto entre palma y palma (si la palma normal va en negras, la contrapalma convierte el conjunto en corcheas), una habilidad que me llevó su tiempo y que deja un efecto sonoro de " ta ca ta ca ta ca ta ca ta". Lo recomiendo. Además es divertido. Y como soy andaluz de nacimiento nadie se mete conmigo. Jejeje.
    Un saludo.

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    1. Lo que cuentas ya entra en el terreno de los juegos malabares.
      Lástima no verte en acción. Saludos.

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  2. Yo le digo a mi mujer, cuando nos preparamos para aplaudir a las 8 de la tarde, que lo que empezó por ser un aplauso agradecido a los que nos cuidan y sirven poniendo en juego su vida, va a terminar por ser un karaoke.
    Es muy dificil y hay que llevarlo dentro, o haber escuchado mucho flamenco, para tocar las palmas "a compás".
    Besos.

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    1. Lo que cuentas tiene su sentido.
      Lo que pasa es que somos afortunados por tener en nuestra olla a presión una válvula de escape que nos permita evadirnos.

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  3. Cuando son las 20:00 horas, mi gente sale por cualquier ventana... no tenemos terraza. ellos van a su bola. Si estoy yo, empeora... no tengo oído musical

    Besos

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    1. Mira, en tiempos difíciles es bueno hacer alguna tontería para no perder el norte. Era una receta de mi madre que siempre me ha ido bien. Saludos, Manuel.

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  4. Desde uno de los balcones, siempre ponen música. Ayer hasta una pareja se puso a bailar.
    Los aplausos son animados.
    Cada balcón tiene su nota curiosa..
    Un beso.

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    1. A poca lucidez que tengamos, todo el día estamos inmersos en una realidad de lo más triste. Por eso, si alguien saca ánimos para bailar y a la vez nos distrae lo veo fenomenal. Bsszzs

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  5. Siempre se me dió muy mal ese asunto de las palmas.Veo que tienes unas vistas de lo más entretenidas a la hora de aplaudir....yo hace unos días que no salgo a mi terraza a aplaudir pues estoy pasando por malos momentos y no tengo ninguna ilusión.Besicos

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    1. Charo, cariño, te entiendo muy bien.
      Pero piensa que eres muy valiosa y por poco que puedas no te dejes abatir. Lo de salir a la terraza da un poco de ánimo porque siempre acabas viendo algo que te distrae.
      Si quieres, escríbeme a mi mail, amf2010blog@gmail.com.
      Abrazos

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  6. Lo que es menester que una vez termine esta maldita situación toda esa gente que está aplaudiendo de corazón a nuestros héroes médicos, enfermeras, sanitarios… recuperen la memoria y piensen por un momento en todos los fallecidos y con un simple análisis sin ser muy inteligentes y con la mente fría puedan analizar lo que nos ha llevado a esta situación multiplicada por tres o cuatro y pidan responsabilidades a un gobierno de sinvergüenzas, inoperantes y desalmados como jamás se había visto en este país. Espero que suceda y los mandemos a sus casas que ya va siendo hora.
    Un abrazo amiga Ana.

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    1. ¡Ay, Juan! No caigas en la trampa.
      Ahora son tiempos de cuidarnos para estar lo más fuertes posible, con muchas defensas. Comer bien, distraernos con lo que más nos guste y sobre todo, no dejarnos apabullar. Ya vendrá el verano. Saludos.

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  7. Interesante lección sobre las palmas, que considero muy cierta.

    Abrazo Ana.

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    1. Difícil tema este, aunque parezca algo banal.
      Por eso cuando vemos a quienes lo hacen bien, nos encanta.
      Saludos, Ernesto

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  8. Yo, puedo aplaudir a rabiar en un teatro, pero tocar las palmas al compás de bulerías, soleares o sevillanas nunca me atrevería. tu escrito sobre lo que estos días se vive en los balcones y terrazas no tiene desperdicio ¡Es genial!.

    Abrazos y cuídate.

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    1. A veces estoy metida en algo que no quiero dejar y no salgo. Pero luego me arrepiento, porque si sabes mirar, siempre ves detalles que te sorprenden. Abrazos a ti

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  9. Estoy contigo Ana, lo que apareció como algo maravilloso para reconocer la labor se loa sanitarios y demás personas que nos ayudan en el día a día para que nada nos falte, se está convirtiendo en una fiesta flamenca de muy mal gusto y muy poco sentimiento. Aunque cada uno tiene libertad para hacer lo que quiera, deberían mostrar más respeto por el acto que significan los aplausos sinceros.

    Un abrazo con esperanzas.

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    1. Ángeles, aunque siempre hay sus problemas, este sarao me ha pillado en un momento dulce de mi vida. Pero estos días hay muchísima gente que está pasándolo muy mal. Por todo, ya sea en el plano económico o familiar.
      Con niños pequeños que se cansan y adolescestes que se rebotan, el dinero que sale y no entra y parejas que hacen sufrir.
      Por eso observo esos mínimos desmadres como un respiro bueno y necesario, que me alegra.
      Gracias por tu abrazote de esperanza y por la visita. Cuídate.

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  10. Me gusta tu reflexión Ana, una cosa es aplaudir y otra tocar las palmas, será por el tiempo que llevamos y el que nos queda, la gente se anima sale de la rutina y se lanza como decimos por aquí, nada que ver con una fiesta flamenca ni mucho menos, es algo intrínseco y que seguro va en nuestra ideosincrasia, no tiene nada que ver con los sentimientos , ni nada de eso, por encima de todo está la admiración por esas personas que están sacando en primera línea el país de esta tragedia.
    Feliz fin de semana.
    Saludos Cordiales.

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    1. José Aº, hay una frase del escritor Chesterton a la que siempre intento ceñirme cuando escribo, que se ajusta muy bien a lo que dices: "Divertido es lo contrario de aburrido, no de serio".
      Estoy segura de que mis vecinos palmeros cada uno tendrá su pena y tira adelante como puede. Pero eso no quita, que como pueblo que está viviendo una situación tan dura, en cuanto ve la posibilidad de evadirse,lo hace. Feliz también para ti.

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  11. Desde que se inició el confinamiento solemos reparar en esos vecinos de la esquina, conocidos de vista, claro está, pero con los que nunca me había saludado por la calle (ahora sí). También me he dado cuenta de que en el edificio del otro lado de la calle vive la abuela de una chiquinina amiguita de mi peque llamada Paulay poco más. Porque resulta que frente a mi casa, por el lado oeste, hay un antiguo garaje y una casa deshabitada, y adyacente una residencia de ancianos con más movimiento del habitual en cuanto a limpieza, llegada de UME y ayer de un estacamento de militares desde Valencia. Y hacia el norte el parque municipal con sus altos árboles y su hierba fragante. Pocos vecinos puedo vislumbrar con estos miembres.
    Un beso y cuídate mucho

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    1. La verdad, Carmen, el paisaje que describes no es para lanzarse al desmelene. Pero tú eres una privilegiada, con tu peque en una edad maravillosa llena de descubrimientos. Ahora que se podrá salir con los niños vas a vivir días inolvidables que guardarás para siempre en el recuerdo y harás muy bien. Es una etapa muy corta, vaporosa, que muchos padres por el trabajo se ven obligados a perdérsela y es irrecuperable porque la inocencia ya no se recobra. Cariños.

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  12. Los aplausos de las ocho, se han convertido en una rutina diaria, son como una corta evasión de este confinamiento.
    Saludos.

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    1. Pues sí, Matias. No sé a quien se le ocurrió, pero gracias a esa idea, mucha gente que vive en absoluta soledad encuentra un motivo para la sonrisa. Saludos a ti.

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  13. Yo tengo más espacio mío cerca de mi casa, entonces no está tan mal❤

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    1. Tienes razón. Felicidades. Porque en estas circunstancias el espacio y la luz son un lujo.

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