Ante la mirada del
observador no se escuchará el paso de una imagen a otra, ni el enfoque, ni el
click sonajero del objetivo fijando distancias.
Tampoco sabremos con
exactitud el nombre del fotógrafo que se convirtió en gárgola, ya que diversos
testimonios coinciden en datarlo con dos filiaciones distintas.
¿Se tratará de Albino Rodríguez
Alonso? ¿O será José Sanabria, el fotógrafo que en lugar de un pajarito, envía
un chorrillo de agua mientras nos enfoca desde lo alto de la catedral de
Palencia?
Un día se sabrá la verdad y
por fin podremos referirnos a él como al Santo Patrón de los Fotógrafos.
Aquellos seres pioneros de siglos pasados, aficionados o profesionales,
rareza armada con un artefacto de fuelle que siempre recordaremos vestidos con el largo guardapolvo que protegía su traje de la desidia.
Tipos amantes del arte, de lo bello, que se encaramaban a lo alto de los monumentos allí donde nadie se aventuraba, para dejar en nuestros archivos el testimonio de su mirada. En prevención de que si un día, el destino reservara una tragedia a los portentos de nuestro Patrimonio, hurgando en sus cubetas y carpetas encontraríamos la manera de volverlos a la vida, como tantas veces sucedió.
Tipos amantes del arte, de lo bello, que se encaramaban a lo alto de los monumentos allí donde nadie se aventuraba, para dejar en nuestros archivos el testimonio de su mirada. En prevención de que si un día, el destino reservara una tragedia a los portentos de nuestro Patrimonio, hurgando en sus cubetas y carpetas encontraríamos la manera de volverlos a la vida, como tantas veces sucedió.
Vocacionales que hoy seguimos encontrando
pegados a las piedras y paisajes cuando peregrinamos por los ventanales de
blogs ajenos. Y que siendo cierto que algunos -según se asegura- a veces cobran
por ello, más lo es que a gusto pagarían por seguir disfrutando de su pasión.
Larga vida, larga vista, a los poetas de la
cámara.
El fotógrafo que acompañaba al arquitecto Jerónimo Arroyo fotografiando sus obras y restauraciones. ¿Sería Albino Rodríguez Alonso? ¿O quizá José Sanabria?(XatakaFoto) |
EL NOTARIO DEL PAISAJE
Publicado en Gaudí y Más. 7 de diciembre de 2019
Actualmente, con algún ángulo superior en obras por restauración de las bóvedas, siguen las visitas en el interior de un templo con retablos de alabastro que se ha nombrado durante centurias fuera de la región como La Bella Desconocida, por esa característica castellana antigua tan suya, austera hasta el extremo de nunca querer presumir puertas afuera del preciosismo que posee: (-¿Que nuestra catedral es preciosa? ¡Bah! No es para tanto...!-, responderá algún palentino puro al halago del visitante. Aunque en lo más íntimo esté convencido de que sí lo es).
Pero en estos tiempos de la comunicación global lo evidente acaba saliendo a la luz, la realidad ya no puede ocultarse, tanto lo cierto como el bluff. Y ahora, cuando los profesionales del turismo o los viajeros conocedores se refieren a la catedral de San Antolín ya no utilizan la vieja cantinela, ahora llaman La Bella Reconocida a este templo gótico, a veces flamígero, con partes anteriores visigodas y románicas que durante catorce siglos, VII-XXI, ha transitado por todos los estilos, del renacentista al barroco y neoclásico, más alguna pincelada contemporánea en sus artes aplicadas a la talla y forja.
Con sus 130 mts de longitud, un transepto de 50 de anchura y el ábside que se eleva a los 43 de altura, esta Catedral Basílica es la tercera más grande de España. En sus bóvedas de elegante crucería podemos admirar la gran complejidad de ejecución, propia de las fases más avanzadas del gótico. Atención nos pedirá el relieve del transcoro, muro completo al que no falta ningún elemento decorativo, desde tapices a imágenes, de hornacinas a escudos, todo realizado en alabastro.
De los dos órganos de la catedral traemos aquí al original de 1681 que se encuentra en el alto coro, obra del organero fray José Echevarría. Un hermoso instrumento barroco de proporciones armónicas, ornamentado con ángeles músicos, al que acompañará en 1925 el de Aquilino Amézua.
Como pudo plasmar el fotógrafo hoy convertido en gárgola vigilante, asiduo acompañante del arquitecto Jerónimo Arroyo durante sus restauraciones del templo entre 1906-1910, dejaremos constancia de que los habitantes del antiguo reino de Castilla han sido de los más cuidadosos con su patrimonio monumental. Venturosa circunstancia que hoy nos permitirá disfrutar de su legado, cuando reproduciendo los paseos del hoy notario de piedra enfocamos nuestros objetivos para llevarnos a casa el arte de quienes nos precedieron, con obras como el cuadro del Martirio de San Sebastián, de El Greco, enseñándonos que la proporción en arte no siempre será imprescindible para valorar como notable una pieza.
En cuanto al célebre Cristo de las Batallas, ya que los eruditos no han acabado de datar la imagen, el estudioso podrá decidir por sí mismo si se trata de un cuerpo románico con una cabeza renacentista, o una obra completa del siglo XIV. Aunque estos últimos detalles perderán toda relevancia al contemplar con nuestros propios ojos la maravilla de su ejecución y expresión.
Hoy nos hemos movido entre tallas, historia y parte del patrimonio artístico y cultural, su cara "A". Un lugar al que sí es cierto, que por su falta de interés ante el turismo masivo con la consiguiente escasez de publicidad institucional, llega un número reducido de turistas jaraneros, recibe con toda amabilidad a los visitantes de cualquier edad que se muestran respetuosos e interesados por lo que van a ver.
Pero en su cara "B" y a pesar de su pequeño perímetro ciudadano, Palencia tiene mucho que mostrar en cuanto a cultura, gastronomía, cine, teatro, conciertos y pequeñas tiendas originales, haciendo retomar el placer del paseante La que ha merecido el título de Ciudad de los niños por la calidad de vida de sus calles punteadas de pulcros parques y jardines, invita a que volvamos a ella en una próxima entrada.
Ana Mª Ferrin
Bóvedas y paramentos actualmente en obras. Pero, bien organizadas y protegidas esas partes, las visitas siguen. |
La Capilla de Santa Teresa, realizada en plata.
El Cristo de las Batallas |
San Sebastián, de El Greco |
Con sus 130 mts de longitud, un transepto de 50 de anchura y el ábside que se eleva a los 43 de altura, esta Catedral Basílica es la tercera más grande de España. En sus bóvedas de elegante crucería podemos admirar la gran complejidad de ejecución, propia de las fases más avanzadas del gótico. Atención nos pedirá el relieve del transcoro, muro completo al que no falta ningún elemento decorativo, desde tapices a imágenes, de hornacinas a escudos, todo realizado en alabastro.
De los dos órganos de la catedral traemos aquí al original de 1681 que se encuentra en el alto coro, obra del organero fray José Echevarría. Un hermoso instrumento barroco de proporciones armónicas, ornamentado con ángeles músicos, al que acompañará en 1925 el de Aquilino Amézua.
Como pudo plasmar el fotógrafo hoy convertido en gárgola vigilante, asiduo acompañante del arquitecto Jerónimo Arroyo durante sus restauraciones del templo entre 1906-1910, dejaremos constancia de que los habitantes del antiguo reino de Castilla han sido de los más cuidadosos con su patrimonio monumental. Venturosa circunstancia que hoy nos permitirá disfrutar de su legado, cuando reproduciendo los paseos del hoy notario de piedra enfocamos nuestros objetivos para llevarnos a casa el arte de quienes nos precedieron, con obras como el cuadro del Martirio de San Sebastián, de El Greco, enseñándonos que la proporción en arte no siempre será imprescindible para valorar como notable una pieza.
En cuanto al célebre Cristo de las Batallas, ya que los eruditos no han acabado de datar la imagen, el estudioso podrá decidir por sí mismo si se trata de un cuerpo románico con una cabeza renacentista, o una obra completa del siglo XIV. Aunque estos últimos detalles perderán toda relevancia al contemplar con nuestros propios ojos la maravilla de su ejecución y expresión.
Hoy nos hemos movido entre tallas, historia y parte del patrimonio artístico y cultural, su cara "A". Un lugar al que sí es cierto, que por su falta de interés ante el turismo masivo con la consiguiente escasez de publicidad institucional, llega un número reducido de turistas jaraneros, recibe con toda amabilidad a los visitantes de cualquier edad que se muestran respetuosos e interesados por lo que van a ver.
Pero en su cara "B" y a pesar de su pequeño perímetro ciudadano, Palencia tiene mucho que mostrar en cuanto a cultura, gastronomía, cine, teatro, conciertos y pequeñas tiendas originales, haciendo retomar el placer del paseante La que ha merecido el título de Ciudad de los niños por la calidad de vida de sus calles punteadas de pulcros parques y jardines, invita a que volvamos a ella en una próxima entrada.
Ana Mª Ferrin
Una preciosidad de catedral, es la primera vez que la veo en imágenes ya que no conoco Palencia y eso que mi cuñada es de allí, aunque vive en Burgos.La imagen del fotógrafo me parece muy curiosa.Me han entrado unas ganas enormes de conocer Palencia.Besicos
ResponderEliminarPoco a poco iré sacando las bellezas menos conocidas de nuestra tierra, de las que tengo notas desde hace ¡UFF! de años. A veces irán con fotos mías y otras nos acercaremos a la red. Un beso.
EliminarYa conocemos algo más del gótico nacional gracias a esta entrada, pues la catedral de Palencia es una de las pocas que me quedan por conocer. Las últimas que visité fueron la de Burgos y la de Zamora.
ResponderEliminarUn saludo.
La de Zamora no la conozco, he pasado cerca muchas veces y se me resiste. Tengo ganas de visitarla para ver de cerca ese cimborrio de escamas.
EliminarSaludos.
Estuve en Palencia y la Catedral estaba cerrada. Unas imágenes impresionantes.
ResponderEliminarLa gárgola con la imagen del fotografo ha sido genial
Besos Ana
Yo no la había detectado entre las otras gárgolas, fue un amigo periodista quien me alertó de que estaba allí.
EliminarCon los años he ido encontrando ejemplares de lo más curioso, pero este se lleva la palma con todo merecimiento. Saludos, Manuel.
No sabía de la existencia de ese fotógrafo de piedra. Impresionante la catedral de Palencia, ciudad que no conozco.
ResponderEliminarMás de 80 años y lo que me queda por conocer, !me temo que no voy a tener tiempo!.
Besos.
Seguro que te va a dar tiempo de disfrutar tanto que nos queda por ver. Esta tierra nunca se acaba de conocer del todo.
EliminarPero en este personaje vamos muchos, diría que todos los amantes del arte.
Apreciada amiga Ana, esa catedral hace muchos años que la visité, pero fue una de esas visitas rápidas que se suelen hacer a veces por falta de tiempo. Los recuerdos que tengo de ella han pasado a un segundo plano al contemplar tus esplendidas fotografías tomadas con esa perspectiva donde se aprecia su gran magnitud y toda su extraordinaria belleza. Nunca me di cuenta de la presencia del fotógrafo. Lo raro es que no quede constancia escrita de quien era.
ResponderEliminarOtro maravilloso reportaje como ya nos tienes acostumbrados.
Un abrazo
¿Quién era? Pues aunque no sepamos con certeza su nombre, yo diría que nos representa a todos los ansiosos de conocimiento, esos que aunque un día en un lugar no nos dé tiempo a más, como te pasó a ti, sin embargo se lanzan a la visita por breve que sea.
EliminarOtro para ti.
Puedo dar fe de que es una de las catedrales más bonitas de España al haber tenido la oportunidad de recorrer sus naves en un domingo de Corpus, mientras la procesión pasaba por us calles más emblemáticas. Abierta y sin turistas, lucía preciosa para la ocasión.
ResponderEliminarUn beso
Lo que cuentas ya es un lujo asiático. Toda para ti.
EliminarHay algo muy profundo en la Vieja Castilla, un sentimiento de autenticidad que quien la visita con interés lo aprecia y no la olvida. Besos a vosotros.
En todo caso, Ana María, la escultura es un homenaje valioso y justificado al Notario del Paisaje, en el marco de una construcción tan hermosa y que ciertamente en esos tiempos habría dado motivos "para presumir".Tampoco he estado alguna vez en Palencia y la estoy conociendo por ti.
ResponderEliminarLa vida nos da sorpresas, Esteban. Seguro que tú conoces lugares desconocidos del Chile poco turístico que nos dejarían pasmados.
EliminarMe alegra leerte. A ver si pronto vuelves a levantar la tapa y nos muestras las crónicas reales de lo que pasa en ese país tan bello.
Un abrazo.
Me impresionó ese ¿sótano? que parece una catatumba. Y por lo visto, al igual que su hemanita barceloncza...todavía sigue en construcción ¿o reconstrucción? Lo importante es que se han ocupado a conciencia de su mantenimiento. Gracias María por esta entrada.
ResponderEliminarEn realidad no es una catacumba. Son las partes originales que se conservan de este templo que data de alrededor del siglo VII, sobre el que se fueron levantando el románico y los diversos góticos y demás, que han corrido durante 14 siglos.
EliminarHay lugares que son un ejemplo de cómo resiste la historia cuando se construye bien y hay quienes los van restaurando.
Cerca de mi casa, unas viviendas con mucha presunción tienen unos 10 años y ya luce grietas...
Gracias a ti por tu tiempo.
Hermosa catedral de la que hay que cuidar ya que tiene mucho valor arquitectónico, una buena recopilación de imágenes, feliz semana.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mari Pi, celebro que te haya gustado.
EliminarAbrazos.
Larga vida, larga vista, a los poetas de la cámara, por supuesto.
ResponderEliminarY un hurra por ellos.
Todo un placer visitar de tu mano una vez más en la distancia, la Bella Desconocida, o la Bella Reconocida, es igual.
Este verano, durante mi estancia en Guardo, estuve tentada de visitar Palencia una vez más. Al final no lo hice. Espero volver el próximo verano y no faltar a la cita.
Besos para el palentino y para ti.
Cada vez que leo tus andanzas me encantan, estás llena de vida y te mereces ser muy feliz.
EliminarYa vamos cerca de un nuevo año. Petonets.
Bella desconocida o reconocida, lo cierto es que la Catedral de Palencia es una maravilla, varias veces he estado allí y no me importaría volver, siempre observo algo nuevo que se me había pasado desapercibido.
ResponderEliminarMi intención es la de agradecer tus letras de apoyo en mi espacio.
He sentido mucho su pérdida porque era un alma noble que logró echar raíces en mi corazón.
Te deseo unas felices fiestas en compañía de los tuyos y te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
kasioles
Sé que en estos tiempos parece que siempre ganan los malos, todas las noticias nos hablan de penas y tragedias agoreras, pero no las escuchemos. El mundo está lleno de gente que se esfuerza y trabaja para mejorar.
EliminarYa están de viaje los Tres Reyes. Y todo lo que traerán serán cosas buenas. Cariños para ti.
No conozco la catedral pero debe de ser fantástica . Espero poder conocerla.
ResponderEliminarLos poetas de la cámara se merecen lo mejor.
Te deseo una Navidad muy bella.
Muchas gracias por todo.
Un abrazo muy grande.
Ya te veo como otra poeta de la cámara, inmortalizando todas esas cosas bonitas en las que siempre te fijas y nos transmites.
EliminarUn beso, Amalia
Que homemaje más bonito al fotógrafo. Esos que nos han dejado desde siglos su impronta de tantas y variadas cámaras.
ResponderEliminarSaber mirar hacia arriba tiene premio Ana. Me encantan esas bóvedas de la catedral.
No la conozco, pero me la apunto.
Un abrazo.
No dejes de verla si tienes ocasión.
EliminarSu paisaje urbano pasa sin transición de lo medieval al presente, sólo nuestras casas actuales y el patrimonio de la iglesia, por suerte muy bien cuidado por ese estamento.
Por eso Palencia parece salida de un cuento, como si Merlín hubiera ido eliminando con una varita mágica casi todo lo que existía entre esas dos épocas. Otro para ti.
Sencillamente hermoso!
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo y mis mejores deseos para las próximas fiestas.
Querida Adriana.
EliminarTu serenidad de espíritu es un remanso para quienes se acercan a tu página. Otro para ti.
Não sei Ana, se seria ingenuidade dizer que essa obra de arte arquitetônica, esse monumento, nasceu do talento e da fé. A igreja é de grande beleza, está claro.
ResponderEliminarUma boa quinta-feira Ana. Beijo. Pedro
Querido Pedro. No sé si Tais y tu habéis estado por estas tierras, pero estoy segura de que es un territorio para vuestra sensibilidad, seria y a la vez divertida.
EliminarUn abrazo a los dos.
Hace años estuve en Palencia y conozco su bella Catedral, me has traido muy buenos recuerdos Ana Mª. Gracias.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra lo que cuentas, Conchi.
EliminarLa belleza nos da felicidad. Y todo lo que nos hace felices es sanador. Besos a ti.
Preciosas fotos.
ResponderEliminargracias por tu visita y aportacion en el blog me alegra que pases a visitarme de vez en cuanto
Besos
Hola, Anna.
EliminarHace muchos años que sé de tu blog, desde aquella primera vez que me visitaste.
Siempre es un placer saber de ti.
Qué bella imagen Ana: "poetas de la cámara" con tu permiso la tomaré prestada. Saludos!
ResponderEliminarHola, Adriana.
EliminarNo me digas que no es entrañable esa imagen del antiguo fotógrafo con su cámara y su guardaolvo. Bienvenida y Felices Naviudades.
Que magnífica catedral, Ana Maria, esse altar-mor, o teto com os arcos ogivais é muito lindo! As esculturas, pinturas...a arte gótica me fascina! Gostei muito da escultura do fotógrafo!
ResponderEliminarAplausos para sua postagem, muito bela.
Beijo, Ana, ótimo fim de semana.
Tais, se va acercando el Fin de Año.
EliminarEs buen moment para acordarse de todos los amigos con los que compartimos la pasión por el arte y la vida.
Te deseo un próximo 2020 muy feliz con los que de veras importan, la familia y los amigos. Un abrazo para los dos.
Hace años estuve en Palencia. Vi la catedral, que estaba en obras, y de milagro, pero pude ver la cripta de San Antolín, entre andamios. Sobre el fotógrafo, que se colocó durante la restauración hecha por el arquitecto José Arroyo, desconocía que pudiera ser otro distinto al fotógrafo José Sanabria. Las fotos de su entrada son preciosas.
ResponderEliminarSaludos.